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Así funcionará el comité de expertos que comenzará a definir las futuras jubilaciones
La mesa no está servida, pero ya casi. El comité de expertos para la reforma de la seguridad social tiene un doble objetivo: por un lado, efectuar un diagnóstico del sistema previsional y, por otro, las recomendaciones para su reforma.
No será tarea fácil considerando por ser un tema espinoso que se arrastra desde hace años y afecta a toda la población. Ahora este gobierno parece tomar el toro por las astas, o por lo menos lo intenta.
Para la conformación del comité, la ley no fija plazo para que los partidos políticos aporten sus técnicos ni para que la instalación del mismo. Pero una vez instalado, sí corren los plazos. Desde ese día, corren 90 días para que se efectúe el diagnóstico del sistema previsional, y otros 90 para las recomendaciones.
El primer paso del comité será aprobar un reglamento de funcionamiento, cuyo borrador ya está redactado y ha sido compartido entre algunas de las personas que integrarán la comisión.
Tanto para definir el diagnóstico como para las recomendaciones, la ley establece que debe tratarse de lograr consenso entre los miembros y, si no es posible, se requiere una mayoría simple de mínimo nueve (9) votos. Por tratarse de un grupo heterogéneo, no sería arriesgado afirmar que será muy difícil lograr consensos.
Los informes se presentarán al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo. A partir de allí, el organismo competente articulará un proyecto de ley en la materia.
El comité funcionará en las instalaciones del Banco Central del Uruguay (BCU), en una sala expresamente prevista para ello, y también estarán disponibles las salas del entorno del anfiteatro de dicha institución. Todo indica que el régimen de trabajo será intenso, prácticamente a tiempo completo.
Qué se ha hecho hasta ahora
La mayoría de los 15 nombres que integrarán el comité fueron confirmados (solo falta la designación formal), exceptuando los del Frente Amplio (FA). Los nombres son presentados a la Secretaría de la Presidencia o al Ministro de Trabajo.
Todavía no hubo reuniones del comité en la medida en que no está completo, pero algunos integrantes han realizado encuentros puntuales preliminares con ciertas instituciones, a fin de recoger sus opiniones sobre el sistema previsional e ir viendo en qué áreas pueden aportar a la discusión.
Se trata de un calentamiento de motores que arrancó con representantes de la Universidad de la República, el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) que cuenta con un Observatorio de Seguridad Social; el Instituto Cuesta-Duarte (asociación civil del PIT-CNT) y el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), entre otras. Así lo informó a El Observador Rodolfo Saldain, presidente del Comité de Expertos, quien participó directamente en esos intercambios.
Existe una lista de unas 50 organizaciones que serán consultadas, en reuniones que se realizarán con la comisión en pleno. Entre ellas, están las cámaras empresariales, el PIT-CNT, organizaciones de jubilados, algunos sindicatos con situaciones laborales específicas, cajas paraestatales.
“Va a haber un tiempo muy importante de escucha, de preguntas, y luego otro montón de actividades internas”, dijo Saldain.
“La idea es que el trabajo de la comisión sea un coro, no visiones solistas”, agregó.
Focos de discusión
Aunque recién se esclarecerá los puntos con la comisión en pleno, Saldain prevé que en materia de diagnóstico, se centrarán en identificar los puntos fuertes del sistema previsional actual (como su alto nivel de cobertura) y en las debilidades. En tal sentido, existe una doble amenaza: una es la coyuntura derivada de la crisis por el covid-19, y la otra vinculada al trabajo del futuro, es decir, la tecnificación creciente que puede dejar relegados a gran parte de la masa de trabajadores aportantes al sistema.
Otro foco a abordar será la economía informal, que si bien Uruguay tiene un índice bajo en comparación con otros países de la región (25% antes del covid-19), es probable que haya aumentado en las últimas semanas como impacto de la crisis derivada de la pandemia.
En el diagnóstico, el tema de suficiencia de los beneficios será álgido. “El gran problema del sistema es su sustentabilidad a mediano y largo plazo. Este tenía una trayectoria de sustentabilidad hasta hace algo más de década, pero a partir de allí cambió la tendencia”, reafirmó Saldain.
La población en Uruguay decrecerá en el futuro y se duplicará la población de más de 65 años de edad. En ese contexto, “si el sistema se sigue soportando en transferencias entre generaciones, no resultará sustentable”. Por eso, Saldain -entre otros integrantes del comité-plantea la necesidad de establecer el carácter mixto del régimen de seguridad social, e incrementar la parte de la seguridad económica de la vejez que viene de fondos plenamente capitalizados, esto es, de ahorro individual de las personas.
Otro de los frentes a analizar es la situación de las distintas cajas de jubilaciones que existen en el país y sus proyecciones en función de la viabilidad de las mismas en las próximas décadas.
El comité tendrá en cuenta las mejores prácticas a nivel mundial en materia previsional a fin de hacer sus recomendaciones.
¿Plazos realistas u optimistas?
Consultado sobre si el plazo total de 180 días era posible cumplir, Saldain opinó que sí, y añadió que generalmente las reformas previsionales no quedan hechas de una vez para siempre, sino que hay que seguir observando y trabajando.
“La seguridad social es como un enorme buque, uno no lo mueve rápidamente en una dirección u otra. Llegado el plazo, si queda algún aspecto, lo marcaremos de esa manera para se siga trabajando después”, afirmó.
A su entender, los cambios no se verán ni en este gobierno ni en el próximo, ya que generalmente este tipo de reformas impacta en una o dos generaciones, aunque sí está previsto que se sienten las bases y as primeras modificaciones en 2021.
