Menahem Kahana / AFP

Benjamin Netanyahu cedió al partido Sionismo Religioso el estratégico Ministerio de Defensa

En el marco de las negociaciones para formar gobierno también le otorgó facultades sobre Cisjordania. Se suma a la cesión al partido homófobo Noam de competencias sobre el derecho a la ciudadanía y los proyectos de escolarización

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06 de diciembre de 2022 a las 08:32

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El partido Sionismo Religioso tendrá a su cargo el Ministerio de Defensa en el futuro gobierno del exprimer ministro Benjamin Netanyahu, quien también le entregó dos organismos con competencias sobre Cisjordania en el marco de las negociaciones para formar gobierno, tras la victoria electoral del líder del Likud en las elecciones legislativas del 1 de noviembre.

La cartera estará a cargo de Bezalel Smotrich, quien podrá decidir sobre la ampliación y construcción de asentamientos judíos en los territorios ocupados por Israel desde 1967, así como imponer restricciones a los palestinos que viven en la región. Smotrich, además, podrá designar al Coordinador de Actividades del Gobierno en los Territorios (CAGT) y al director de la Administración Civil, responsable de la política civil de Tel Aviv en la zona.

El CAGT concede los permisos de entrada a Israel a los palestinos, gestiona el comercio que entra y sale de Gaza y Cisjordania, además de coordinar decisiones con la Autoridad Palestina en numerosos ámbitos. En tanto, la Administración Civil, que depende del CAGT, tiene la última palabra sobre la planificación y la construcción en el 60% de Cisjordania, donde vive la totalidad de los 491.000 colonos judíos instalados en el territorio palestino.

Hasta ahora, esos cargos dependen del jefe del Estado Mayor del Ejército. “Netanyahu vendió el Ejército a los hardalim”, afirmó el primer ministro saliente y líder opositor Yair Lapid en referencia a los israelíes ultraconservadores y ultrarreligiosos. Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, advirtió que Washington se opondrá a nuevos asentamientos y a la anexión de Cisjordania.

"Seguiremos oponiéndonos a cualquier acto que socave las perspectivas de una solución de dos Estados, así como a la expansión de los asentamientos, los movimientos hacia la anexión de Cisjordania, la alteración del statu quo histórico de los lugares sagrados, las demoliciones y los desalojos, y la incitación a la violencia", dijo Blinken, quien matizó la postura al señalar que la Casa Blanca juzgará al gobierno entrante por sus acciones y no por el perfil de alguno de sus miembros.

Netanyahu y sus aliados religiosos y ultranacionalistas lograron la mayoría absoluta en las elecciones legislativas del 1 de noviembre pasado, en las que obtuvieron 64 bancas de las 120 del Parlamento. De esta forma, ya designado como premier, Netanyahu tiene el camino abierto para volver por sexta vez al cargo casi dos años después de su derrota electoral y tiene tiempo hasta el domingo próximo para formar su gabinete ministerial.

En los últimos días trascendieron otras concesiones de Netanyahu a sus aliados, entre ellas la sesión al partido homófobo Noam al frente de un departamento con competencias sobre el derecho a la ciudadanía y proyectos de escolarización. Su líder, Avi Maoz, se opone a los derechos de las comunidades LGBTQ+, al punto de prometer la cancelación de la marcha del orgullo gay en Jerusalén. Lo que motivó que Netanyahu se sintiera forzado a aclarar que no tiene “ni la más mínima intención de permitir que sufran daño” las personas de las comunidades LGBTQ+.

También Itamar Ben-Gvir, otro de los líderes de Sionismo Religioso, se espera que tenga un papel clave. Se trata de un firme defensor de los asentamientos y solía colgar en su despacho un retrato de Baruch Goldstein, un israelí que mató a 29 palestinos en una mezquita de Hebrón en 1994. El nuevo gobierno "protegerá a los soldados, mirará a los ojos de la gente que tiene miedo de caminar por el Neguev y Galilea y les devolverá una sensación de seguridad", subrayó Gvir días atrás, conocido también reclamar la expulsión de los ciudadanos árabes de Israel.

Según los analistas, el ingreso de la agrupación al próximo gobierno podría generar una mayor escalada en la ya tensa situación que se registra en Cisjordania, en donde el Ejército israelí ha redoblados las redadas y los operativos desde principios de año con un creciente saldo de palestinos muertos, heridos y detenidos.

Gvir es discípulo del rabino racista Meir Kahane, expulsado del parlamento y cuyo partido ultranacionalista Kach fue calificado de "grupo terrorista" por Washington antes de ser asesinado en Nueva York en 1990. El acuerdo de Netanyahu con Smotrich y Gvir se produjo tras la negativa del ministro de Finanzas del país y líder del partido laico y ultraderechista Nuestra Casa es Israel, Avigdor Lieberman, a formar parte del nuevo gobierno.

Lieberman, que fue aliado de Netanyahu al inicio de su carrera, se distanció del exprimer ministro en los últimos años y se negó a sumar sus fuerzas al Likud y a otros partidos ultraortodoxos, los que en 2018 se opusieron a un proyecto de ley que instauraba el reclutamiento de miembros de las comunidades religiosas para servir en las Fuerzas Armadas.

Los avances en las negociaciones de Netanyahu se conocieron horas después que las fuerzas israelíes mataron a cuatro palestinos en enfrentamientos en la Cisjordania ocupada, luego que un atacante embestida con su coche a un soldado, coincidieron en señalar las autoridades palestinas y el ejército israelí.

Tras los últimos enfrentamientos, el movimiento islamista palestino Hamás, en el poder en la Franja de Gaza y con partidarios en Cisjordania, dijo en un comunicado que la "escalada" israelí se enfrentaría a una "resistencia creciente". Tras los mortíferos atentados de marzo y abril en Israel y otros ataques posteriores, el ejército israelí multiplicó las incursiones en Cisjordania, especialmente en las zonas de Yenín y Naplusa, bastiones de los grupos armados.

Las operaciones y los enfrentamientos que generan han dejado más de 125 palestinos muertos, el mayor número de víctimas en siete años, según Naciones Unidas (ONU). "El conflicto alcanza de nuevo un punto de ebullición", declaró el mediador de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, en la víspera del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino.

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