AFP

China se equivoca al pensar que EEUU enfrenta un inevitable declive

Sus activos económicos son demasiado grandes y, aunque EEUU pudiera flaquear, esa sería su elección y no su destino

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29 de abril de 2021 a las 15:17

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Por Martin Wolf

La élite china está convencida de que EEUU está en un irreversible declive. Así lo ha reportado Jude Blanchette, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), un respetado grupo de expertos con sede en Washington. Lo que ha estado sucediendo en EEUU durante los últimos años, particularmente en la política, apoya esta perspectiva. Una democracia liberal estable no elegiría a Donald Trump — un hombre que carece de todas las cualidades y habilidades necesarias — para encabezar el liderazgo nacional. Sin embargo, la noción del declive estadounidense es exagerada. EEUU retiene grandes activos, especialmente en economía.

Durante un siglo y medio, EEUU ha tenido la economía más innovadora del mundo. Esa ha sido la base de su poder e influencia globales. Entonces, ¿cómo se ve hoy día su poder innovador? La respuesta es: bastante bien, a pesar de la competencia por parte de China.

Los mercados de valores son imperfectos. Pero el valor que los inversionistas les asignan a las compañías es por lo menos una evaluación relativamente imparcial de sus perspectivas. A finales de la semana pasada, 7 de las 10 empresas más valiosas del mundo y 14 de las 20 principales tenían su sede en EEUU.

Si no fuera por el petróleo de Arabia Saudita, las cinco compañías más valiosas del mundo serían los gigantes tecnológicos estadounidenses: Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet y Facebook. China tiene dos valiosas compañías tecnológicas: Tencent (en la séptima posición) y Alibaba (en la novena). Pero esas son las únicas empresas de China entre las 20 principales. La compañía europea más valiosa es LVMH en el puesto 17. Sin embargo, LVMH es solo una colección de marcas de lujo establecidas. Eso debería preocupar a los europeos.

Cuando solo consideramos a las compañías tecnológicas, EEUU tiene 12 de las 20 principales; China (con Hong Kong pero excluyendo a Taiwán) tiene tres; y hay dos compañías holandesas, una de las cuales, ASML, es el mayor productor de máquinas que fabrican circuitos integrados. Taiwán tiene la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el mayor fabricante de chips de computadora por contrato del mundo, y Corea del Sur tiene a Samsung Electronics.

Las ciencias de la vida son otro crucial sector para la prosperidad futura. Aquí hay 7 empresas europeas (con Suiza y el Reino Unido incluidos) entre las 20 principales. Pero EEUU tiene 7 de las 10 principales y 11 de las 20 principales. También hay una empresa australiana y una japonesa, pero no hay ninguna empresa china.

En resumen, las compañías estadounidenses son dominantes a nivel mundial, y casi todas las firmas no estadounidenses más valiosas tienen su sede en países aliados.

Este enfoque basado en el mercado de valores evidentemente excluye a las empresas chinas propiedad del Estado, así como a Huawei, un líder mundial en equipos de telecomunicaciones que no cotiza en bolsa. China mantiene liderazgo en otras áreas, particularmente en la de los ferrocarriles de alta velocidad. Pero el origen de esa tecnología tuvo lugar en otra parte. Más bien, el éxito de China en los ferrocarriles y en varias otras áreas radica en la construcción de infraestructura a gran velocidad y a escala.

Se pudiera argumentar que las empresas estadounidenses dominantes ya no son jóvenes. Además, los gigantes tecnológicos estadounidenses han comprado numerosas compañías creadas en otros países. Sin embargo, esa es, sin duda, una de sus fortalezas.

Además, EEUU continúa liderando en el capital de riesgo. Según Dealroom, la inversión de capital de riesgo en EEUU totalizó US$487 mil millones desde 2018 hasta el primer trimestre de 2021, en comparación con US$379 mil millones totales proveniente de China, el Reino Unido, India, Alemania, Francia, Canadá, Israel y Singapur. Incluso en relación con el producto interno bruto (PIB), la inversión estadounidense solo se situó por detrás de la de Israel y de la de Singapur. En materia de solicitudes de patentes internacionales, China ocupó el primer lugar en 2019, con 59.045 frente a 57.705 de EEUU. Pero el resto de los 10 países principales eran aliados estadounidenses. Combinados con EEUU, sus solicitudes de patente fueron casi 175 mil.

También son importantes las universidades. En una reconocida clasificación, 5 de las 10 principales universidades y 10 de las 20 principales son estadounidenses, y solamente una es china. Además, tal como lo ha sostenido Richard McGregor en su excelente libro “Xi Jinping: The Backlash” (Xi Jinping: la reacción negativa), el control centralizado en China se está volviendo cada vez más estricto. Tal control nunca fomenta la originalidad sostenida.

En total, el panorama estadounidense no es el de una caída hacia la irrelevancia económica, especialmente cuando se combina con el de sus aliados. Incluso si China pronto tiene la mayor economía del mundo en todos los aspectos, todavía no será la más productiva o innovadora. Además, EEUU y sus aliados deberían mantenerse a la cabeza durante mucho tiempo, incluso si el gobierno de Xi no anquilosa, de hecho, la economía de China.

La mayor amenaza para el papel de EEUU en el mundo reside en sí mismo, no en China. Si elige líderes que desprecian la democracia, la diversidad étnica, las alianzas globales, la ciencia y la razón, seguramente decaerá. El hecho de que los republicanos no repudien al expresidente lo hace más probable. Sin embargo, ese sería el resultado autoinfligido de no haber creado una visión compartida de un futuro mejor.

Las élites chinas entonces tendrían razón en que EEUU va en camino a la ruina. Pero la élites aún pudieran estar equivocadas al suponer que su propia dirección es mejor. Poner a 1.4 mil millones de seres humanos inteligentes bajo el control de un solo partido, controlado por un solo hombre, no puede ser la mejor manera.

Un gran activo de EEUU ha sido su capacidad para atraer a los mejores y más brillantes talentos del mundo. Dos hombres nacidos en India actualmente dirigen a Microsoft y a Alphabet. Uno de los dos cofundadores de Google fue un inmigrante de la Unión Soviética. El nativismo ahora expuesto va en contra de esto. Pero la diversidad, dentro de un marco de instituciones y valores compartidos, aún pudiera ser una enorme fuente de vitalidad en la fortaleza estadounidense en los negocios, en la cultura y en la política.

Es poco probable que EEUU siga siendo la potencia dominante del mundo, simplemente porque la población de China es más de cuatro veces mayor. Sin embargo, siempre que EEUU siga siendo democrático, libre y abierto, tiene muy buenas posibilidades de seguir siendo el país más influyente del mundo en el futuro. Si, en cambio, decide ser lo que sus reaccionarios desean, fracasará. Pero esa sería su propia elección, no su destino.

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