Coalición acordó aplazar venia de embajador en Turquía hasta recibir a Bustillo por incidente en embajada

El asunto, de todas formas, volverá a la Comisión de Asuntos Internacionales. El nombramiento será aplazado hasta tanto el canciller Francisco Bustillo dé ante el Parlamento la versión oficial de la postura que el gobierno adoptó ante la actitud de su colega turco, Mevlüt Çavuşoğlu, que el 22 de abril realizó una gesto racista contra los integrantes de la comunidad armenia que ese día se manifestaban contra su visita a Montevideo. 

Çavuşoğlu llegó a Uruguay para acordar los términos de referencia de las negociaciones en torno a un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los dos países. A la salida de la embajada, sobre la Plaza Matriz, el ministro realizó con su mano el símbolo de los Lobos Grises, una organización paramilitar, racista y ultranacionalista turca, prohibida en varios países. La llegada del dignatario coincidió con los actos de recordación del Genocidio Armenio, perpetrado por Turquía entre 1915 y 1922 y del que Lobos Grises es, justamente, uno de los máximos negadores. 

Además del rechazo de la comunidad armenia, el gesto generó repudio en todo el espectro político. El Frente Amplio, de la mano de la senadora Liliam Kechichian, había pedido el aplazamiento de la designación del nuevo embajador en Ankara hasta tanto el Palacio Santos diera las explicaciones correspondientes en el Parlamento. También se pidió que la designación de Cayrús, sobre el que no existen cuestionamientos personales y cuya venia había sido aprobada por unanimidad en comisión, coincidiera con la confirmación del primer embajador uruguayo residente en Armenia. 

Tras una serie de contactos políticos, el oficialismo acordó apoyar la primera parte del pedido, por lo que la aprobación de la venia de Cayrús será suspendida hasta tanto Bustillo se presente en el Parlamento. Así lo confirmó a El Observador el coordinador de la bancada nacionalista en el Senado, Carlos Camy. 

La otra parte del pedido será más difícil de satisfacer. Fuentes de Cancillería señalaron que, hasta el momento, no hay novedades sobre quién será el primer representante uruguayo permamente en Ereván. De todas formas, en el Ministerio de Exteriores destacaron la reciente decisión de elevar el rango diplomático de la representación nacional ante Armenia. Así, el 30 de setiembre del año pasado el entonces Consulado General pasó a ser Embajada. Además, el funcionario al frente de esa sede pasó de cónsul a encargado de negocios. 

Canciller: gesto fue una "respuesta necesaria"

Lejos de excusarse, el canciller turco justificó su accionar en Montevideo y dijo que fue "una respuesta necesaria" ante lo que consideró "actitudes desagradables" por parte de los manifestantes de la comunidad armenia.

En una nota divulgada este lunes por Hürriyet, el periódico con mayor circulación en Turquía, Çavuşoğlu incluso le atribuye indirectamente al gobierno uruguayo la responsabilidad de lo sucedido, al señalar que fue "un error" que se haya permitido la manifestación tan próxima a la embajada.

De todos modos, remarcó que su país no tiene "ningún problema con Uruguay" y destacó que el gobierno de Luis Lacalle Pou quiere "reactivar las relaciones" con Turquía.

Según su versión, ese día tenía previsto realizar una serie de actividades que debieron ser suspendidas por la presencia de manifestantes. Entre ellas, la entrega de una ofrenda floral que debió ser dejada de lado, a solicitud de las autoridades uruguayas, debido a "una posible manifestación".

Çavuşoğlu sostuvo además que ese día, al inaugurarse la Embajada de su país en la Ciudad Vieja, el gobierno uruguayo le había prometido al  embajador turco que no permitiría la concentración de manifestantes frente al edificio. "Fue un error permitir que se acercaran, a pesar de lo que habían prometido" remarcó el ministro, eludiendo refererirse al gesto en sí o ensayar algún tipo de disculpa. 

"Los manifestantes exhibieron actitudes desagradables e inaceptables" insistió el canciller turco, que defendió que su gesto "no fue un insulto ni a las autoridades uruguayas, ni al pueblo uruguayo ni a los manifestantes". Çavuşoğlu concluyó explicando cuál fue el mensaje que dejó al irse de Montevideo: "debemos mirar hacia el futuro".