Un contrato firmado hace tres años no podía prever de ninguna forma la pandemia que golpea a más de la mitad del mundo. Uno firmado hace un mes, sí. Los trabajadores de las tiendas de los shoppings tienen muchas más dificultades para trabajar remoto que los de la industria del software. La realidad de la construcción no es la misma que la de las empresas distribuidoras.
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