Cómo funciona el champú sólido, una alternativa sustentable y más natural

La sustentabilidad está tan de moda que ahora ya se transformó en una bandera del marketing que centenares de empresas en todas partes salen a mostrar para captar clientes desencantados con un sistema de producción que le costó caro al planeta Tierra. 

Pero más allá de los posteos motivacionales en Instagram que invitan a reducir la cantidad de desperdicios a la hora de comprar, hay algunos emprendimientos que se transforman en una pequeña lucha dentro de un sistema salvaje contra el medio ambiente. Este el caso del champú sólido. Se trata de una barra de jabón para el pelo que no lleva envase –o sea que tiene desperdicio cero– y que se hace en base a ingredientes naturales evitando así siliconas o sulfatos utilizados en preparaciones de champú tradicional. 

El origen de esta popular barra se remonta veinte años para atrás en Inglaterra. Allí Lush Fresh Handmade Cosmetic, una icónica tienda de cosméticos, emprendió un proyecto para darle vida a la idea de generar productos que no necesitaran de una envase plástico para ser transportados. 

"Los inventores trabajaron con Stan Krysztal, uno de los mejores expertos británicos en cosmética, para crear estas ingeniosas pequeñas barritas a partir de una buena base de champú, con ingredientes de calidad y buenas fragancias que, lo mejor de todo, no requieren envase. Práctico para viajar, compacto y fácil de usar, cada barra equivale a tres botellitas de champú. Estas humildes barritas son probablemente uno de los grandes inventos que hemos creado", explicó el dueño de la compañía a la escritora Nadya Zhexembayeva en un libro sobre economía ecológica publicado en 2014. En 2007 se lanzó la primera barra en Londres y el invento rápidamente recorrió Europa.

Según datos de Zhexembayeva, en 2013 la compañía británica evitó producir, embotellar y distribuir seis millones de botellas de plástico y ahorró 450 mil litros de agua. Hoy en día el producto se vende en 830 comercios en 51 países. Pero esta no es la única marca que produce este tipo de productos. Incluso en Uruguay hay algunas emprendedoras que comenzaron a investigar esta alternativa y en algunos casos dieron con la tecla correcta.

Florencia Colona es una de esas emprendedores. Es profesora de historia y desde febrero de este año vende su propia versión del champú sólido en ferias y a través de las redes sociales. La primera vez que probó con uno de estos productos fue hace dos años, se lo trajeron de España y le pareció la alternativa que siempre estuvo buscando. Viajó a Buenos Aires para hacer un curso de producción y cuando volvió a Uruguay lanzó su propia marca.

Colona explicó que el champú sólido se puede hacer bajo dos proceso distintos. Uno es en frío y el otro es en calor, derritiendo todos los componentes con la técnica del "baño maría". La base de la preparación es una especie de sal de coco, que es precisamente el componente que enjuaga el pelo. A eso se le agregan diferentes elementos activos como arcilla, aceites esenciales o manteca. Los ingredientes varían según el tipo de cabello o dependiendo del efecto que se esté buscando, reducir el frizz, darle forma a los rulos, mantener el alisado. 

Hoy por hoy en Anemona –la marca de Colona– hay ochos tipos distintos de champú sólido, que se venden en barras de 90 gramos a $ 320. Una barra suele durar entre un mes y un mes y medio, dependiendo del cuidado que se le dé. Como es soluble en agua, Colona recomienda que se le saque mucha espuma a la barra y luego ponerla a escurrir para no desperdiciar, al igual que un jabón tradicional.

La emprendedora dijo que la cantidad de público interesado aumentó exponencialmente en los últimos meses. Por lo general un grupo de gente se acerca por curiosidad, otro buscando un producto más natural y otro que quiere evitar el plástico.

En la mayoría de los emprendimientos de este tipo (ver recuadro) también hay desodorante sólido y acondicionador, además de pasta dental en crema y otros productos de cuidado y aseo personal que no utilizan plástico. Además, los emprendimientos locales trabajan con productos veganos, o sea que no contienen ningún extracto de animal, otra de las tendencias en el mercado internacional de los últimos años.

"Esto también tiene que ver en cómo cuidamos las cosas, en bajar las revoluciones del consumo y el acelere de todos los días", resume Colona respecto a la filosofía detrás de pasarse a productos alternativos, sólidos y sustentables. 

Champú sólido hecho en Uruguay

NaturalMente Biocosmética (@naturalmente_uy): Venden todo tipo de productos para el aseo personal porque buscan un baño con residuo cero. Los champús sólidos contienen hierbas, frutas, flores, arcillas y principios activos beneficiosos para el cabello.

Jaboneria Minimalista (@verdeagua_uy): Tal como su nombre lo indica, este emprendimiento está especializado en jabones y champús sólidos veganos y libres de crueldad animal. Una particularidad de este negocio es que además de los champús tradicionales (para cabello graso o seco) también tienen uno que combate la caspa. 

Gaia Jabones Artesanales (@gaiajabonesycosmeticanatural): Emprendimiento de jabones artesanales y cosmética natural. Cien por ciento vegetal y libre de parabenos, un producto químico que se le agrega a los cosméticos industriales para conservarlos y evitar así que las cremas se degeneren. En su oferta también tienen bálsamos labiales, crema para pies, entre otros.