Inés Guimaraens

Consejos para educar mejor a tus hijos sobre cómo usar internet

Tres de cada diez niños uruguayos tuvo una experiencia negativa en internet y solo la mitad de ellos se lo comentó a sus padres

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15 de agosto de 2019 a las 05:01

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Por Ivana Brinckhaus - Especial para Cromo

El celular puede ser un amigo para los niños y adolescentes. Pero conlleva riesgos y un mal uso puede traer problemas. Cada padre tiene su librito, pero hay expertos que han estudiado cómo mejorar el vínculo con los hijos en una era de tecnología omnipresente.

“Los padres son los principales referentes para sus hijos. Y también lo son en relación con el uso de internet, sin importar cuánto sepan de tecnología”, comentó a Cromo Carola Kweksilber, magíster en Psicología Educacional y profesora investigadora de la Universidad Católica. La experta ha estudiado este tema: participó en el proyecto Kids Online, que investigó cómo los niños uruguayos usan internet.

Kweksilber sugiere a los padres generar un clima de confianza con sus hijos; eso lo logran navegando juntos en Internet. Una de las actividades más recomendadas es jugar en línea. Estas instancias pueden ser de ayuda para guiar al menor sobre la importancia de no otorgar todos los datos personales que pide el videojuego en cuestión.

Cecilia Cabrera, psicóloga y líder de Sujetos en red –una organización que brinda talleres a docentes, padres y niños sobre el uso saludable de redes–, explicó que esto también ayuda a ver qué tipo de relación establece con extraños durante el juego online y los adultos también van familiarizándose con el mundo de entretenimiento de sus hijos. 

Según el estudio Kids Online Uruguay, tres de cada diez menores encuestados dijo haber tenido alguna experiencia negativa en internet y solo la mitad de ellos lo habló con alguien. Kweksilber dijo que este dato es preocupante. Considera que comunicar las experiencias negativas es un factor de protección: ya sea para tramitar el daño vivido como para aprender a evitarlo en el futuro. 

Tener en cuenta la edad

Las aplicaciones indican cuál es el límite de edad apropiada para sus usuarios. “Hay niños que no tienen la edad que recomienda la red e igual crean sus perfiles; en estos casos se debe acompañar”, dijo Cabrera.  Por ejemplo, Facebook exige que tengan al menos 13 años de edad para utilizarla.

Hay foros educativos para los padres y niños, como Common Sense Media, que analizan libros, juegos, películas y series, en donde existe una guía para que los padres conozcan el contenido y evalúen si es adecuado. Pero hay situaciones sorpresivas. “A veces los docentes y los padres pueden recomendar por ejemplo una edad de 10 años para utilizar una app y el niño les dice que es para más grandes. Eso causa sorpresas”, explicó Cabrera.

Compartir momentos

Hay situaciones cotidianas que pueden aprovecharse para guiar a los pequeños. Por ejemplo, si un niño va a cocinar con sus padres, se le puede decir que busque la receta en internet. Cuando el niño googlea, y aparecen muchas opciones, los padres podrán indicar que es mejor elegir la que proviene de un sitio conocido. “De esa forma, mientras usa la herramienta el niño puede ir aprendiendo que si bien hay cosas valiosas, no todo lo que se encuentra en internet es bueno”, añadió la experta.

Internet debe entenderse como un elemento más dentro de la vida familiar. El chico puede estar utilizando su dispositivo en el living mientras sus padres leen un libro junto a él o hacen otra cosa. No significa que necesariamente hagan lo mismo, pero comparten un mismo espacio donde están presentes. Los expertos sugieren que la experiencia online no sea en soledad.

Por lo tanto, la mediación de los padres debe ser de forma activa: viendo lo que hacen sus chicos, regulando el tiempo que pasan conectados, conociendo el tipo de actividades que tienen y con quiénes tienen contacto. 

¿Hay que prohibir?

Los expertos en la materia consideran que si los padres se focalizan en prohibir el uso de internet no ofrecen estrategias para el desarrollo de forma segura para sus chicos. Si no aprendió antes a identificar los riesgos y oportunidades, en algún momento de su vida se enfrentará con un gran problema. Cabrera indicó que hay que supervisar, pero sin violar la privacidad.

Un chico que se siente solo y tiene una mala comunicación con su familia puede utilizar las redes sociales como canal para expresarse. Esto suma el riesgo de que otros influencien al usuario de manera negativa. “Están publicando algo que quizá sea más peligroso que si se lo comunicaran a un padre o docente”, agregó.

Cabrera contó la experiencia de un chico que estaba muy deprimido y publicó en las redes sociales cómo se sentía. Al otro día, sus compañeros le comunicaron esto a la institución y el chico recibió ayuda. “Se pudo prevenir un desenlace complicado”, dijo Cabrera y añadió que la confianza de los chicos hacia la institución y los padres es clave para poder intervenir en este tipo de situaciones.

Muchas veces los adolescentes padecen problemas de comunicación en las redes sociales. En instituciones donde trabajó Cabrera, los estudiantes tenían varios grupos privados en la web que utilizaban para compartir información y tareas. Sin embargo, el grupo se desvirtuó por los constantes insultos que intercambiaban vía internet. Es importante entender que, aunque los grupos sean privados, todo queda registrado y  puede difundirse. “Hay que manejar la comunicación por internet como si fuera una comunicación cara a cara, debatir con respeto y tener cuidado con lo que se dice”, añadió Cabrera.

Los niños deben aprender qué tipo de solicitudes aceptar y, a la vez, no enviar imágenes o datos personales a contactos desconocidos. “No entablar este tipo de contactos o, si se entablan, que sea con el conocimiento del adulto referente responsable”, dijo Cabrera. 

Señales y normas claras

Si deja de comer, dormir, estudiar o relacionarse con otros por utilizar internet, es señal de que el chico se enfrenta a un problema. Otro factor clave es el grado de dificultad que manifiesta para postergar su uso. 

“No podemos desconocer que hoy en día, sobre todo desde el inicio de la adolescencia, la comunicación entre pares a través de internet es muy importante. Pero, aun así, es esperable que los chicos puedan regular ese uso, respetar las reglas de su casa, como, por ejemplo, no usar el celular durante las comidas, sin que eso genere mayores problemas. Pero si vemos que cualquier intento de regulación, por mínima que sea, le genera niveles importantes de ansiedad y sufrimiento, deberíamos pensar en que hay algo allí que no está bien”, explicó Kweksilber. 

Otras señales son el alejamiento del chico de sus vínculos y el abandono de actividades propias de su edad por estar en internet. 

En Italia están tan preocupados por este tema que han propuesto una ley para poner freno a la adicción a las pantallas. El texto, presentado por la agrupación Movimiento 5 Estrellas, plantea que se introduzcan cursos de capacitación, prevención y atención de programas específicos para permitir a los padres detectar los riesgos que corren los hijos.

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