Coronavirus en Uruguay: datos esperanzadores y complicados de los últimos días, y otros que requieren estudio

Lo positivo

1) Muertes entre población mayor de 80 años

El dato más positivo viene de las muertes de personas mayores de 80 años, que fue el primer grupo de riesgo que empezó a vacunarse con Pfizer y muchos casos ya completaron las dos dosis. El promedio a siete días muestra una caída clara, aunque el Gach aún no lo atribuye claramente a la vacunación.

Los mayores de 70 años también muestran una meseta en su curva de muertos, aunque habrá que esperar a los próximos días para saber si esa baja se confirma en forma de pendiente o si se mantiene.

2) Personal médico

Otra población altamente vacunada con Pfizer, de mayor efectividad que Sinovac, es el personal médico. Allí, la cifra de contagios diarios ha caído drásticamente, ya por debajo del pico de diciembre, según la gráfica del sitio covid.uy .

Esto fue incluso destacado por el coordinador del GACH, Rafael Radi, en algunas de sus últimas apariciones públicas, y también por otros científicos locales. 

3) Vacunación y el ejemplo de Rivera

Para lo malo, pero también para lo bueno, Rivera parece adelantarnos lo que va a pasar con la pandemia en el resto del país. Y en este caso los datos son alentadores. El departamento fronterizo muestra la mayor caída en la curva de contagios del país, y los casos nuevos ya están en menos de la tercera parte del pico de marzo. El MSP lo atribuye a que más del 35% de la población ya está vacunada con dos dosis, pero los científicos del GACH son cautos en atribuírselo a la vacunación: dicen que antes debe verse una reducción de muertes e internaciones en CTI, tal como pasó en otros países como Israel.

Pero si bien Rivera muestra datos alentadores, otros departamentos complican el análisis de si la vacunación está siendo un factor importante. Por ejemplo, Durazno: tiene 40% de la población con dos dosis, pero los contagios recién empiezan a bajar desde una cifra muy alta.

Temprano para celebrar

Menos camas de CTI ocupadas

Las camas de Centros de Tratamiento Intensivo (CTI) han sido uno de los valores más observados en los últimos tiempos, por el temor a la saturación del sistema. En ese sentido, luego de haber llegado a un pico de 559 camas de CTI ocupadas por covid-19 el 1° de mayo, la cifra ha bajado hasta 524 en el balance oficial del lunes. Aún es alto, pero se aleja poco a poco del punto de colapso.

Caída mínima del porcentaje de camas ocupadas

Al hablar de camas de CTI también es importante ver el porcentaje de ocupación. Cuando los casos volvieron a aumentar exponencialmente en marzo, el gobierno hizo un despliegue importante para conseguir más camas, aunque los intensivistas advirtieron sobre la pérdida en la calidad de atención al tener que atender muchos más pacientes, o agregar personal médico formado de emergencia para esa tarea. El pico de ocupación se registró el 11 de abril con 79% –luego bajó porque se agregaron más camas– y el 2 de mayo llegó al mismo porcentaje, aunque luego retrocedió. Hoy está en 76%, una cifra que incluye las camas bloqueadas temporalmente para uso, sea porque luego de que se libera una (por muerte o por alta), recibe un intenso proceso de desinfección, o porque no hay personal para atenderla y se deja libre.

Este gráfico del paleontólogo Richard Fariña muestra la caída en el promedio semanal de incremento diario de ocupación de camas de CTI.

Lo negativo

Los ingresos no bajan

Pero en cuanto a los CTI, también es importante analizar por qué evoluciona la cifra de ocupación: si aumenta o baja por más o menos ingresos, y si disminuye por altas o por muertes. Durante abril, buena parte de las liberaciones de camas se había dado por muertes. Los ingresos fueron en alza durante todo el mes, pero como las muertes crecieron más rápido aún, los CTI no llegaron al punto del colapso.

El domingo, la cifra de ingresos a CTI fue la más baja desde inicios de abril: 32, luego que en los días anteriores llegara varias veces a los 50. Pero el lunes volvieron a superar los 40 ingresos, lo que impide visualizar una tendencia en la caída de los ingresos. Los datos de los próximos días darán la pauta de si es algo circunstancial o el inicio de una tendencia.

Variantes

El sábado se conoció el primer caso de la variante andina de covid-19, registrado en Canelones. Sin datos acabados, aparentemente implica una mayor contagiosidad, pero tanto especialistas de la Udelar como del Institut Pasteur aseguran que no es de las que causa mayor preocupación. 

La P1 avanza. El último informe del Grupo de Trabajo Interinstitucional (GTI) de vigilancia genómica de covid-19  concluyó que el 89% de las muestras analizadas pertenecía a la variante p1 (Manaos), de mayor transmisibilidad y según algunos estudios preliminares, que ocasiona casos más graves en personas jóvenes.

Los casos siguen altos 

Han tenido una baja en los últimos días, aunque desde números aún altos. Así lo muestra el promedio a 14 días elaborado por Guiad, y el de 7 días elaborado por covid.uy

De todos modos es lo último que debería bajar, porque se seguirá contagiando gente aún no vacunada, o incluso con dos dosis (aunque deberían tener sólo síntomas leves).

Las muertes siguen muy altas

De un promedio diario de 64 muertes ahora está en 56. Hay que tener en cuenta que la cifra de muertos refleja la cantidad de contagios ocurridos hace 20 días aproximadamente, y hace 20 días la cifra de casos diarios era muy alta: 2.800. En la medida en que después de eso hubo una leve reducción de casos (ahora estamos en un promedio semanal de 2.400), se puede esperar una baja mayor, aunque no lo suficiente para dejar de ver varias decenas de muertes por día. Si la vacunación sigue ayudando, quizás se puedan empezar a ver reducción más aceleradas.