Del Castillo: la mirada del Chapo "se clavó en la mía"
La actriz contó cómo se contactó con el líder del cartel de Sinaloa y la experiencia de conocerlo en persona
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14 de marzo de 2016 a las 10:30
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"Ya habían pasado tres años del famoso tuit (...) Recibí una llamada de mi santa madre diciéndome que me estaban buscando para una película grande. ¡Si ella tan sólo hubiera sabido de quién se trataba en realidad! Como siempre, me preguntó si podía dar mi dirección de correo electrónico. Cuando me buscan por medio de mis padres prefiero tratar directamente antes de que contacten a mi manager, así que di la autorización", cuenta.
Luego de varios intercambios vía mail, en los que los hombres le pedían a la actriz que viaja a reunirse con ellos en México, le confesaron que eran los abogados de Joaquín Guzmán Loera y que el narcotraficante tenía una propuesta para ella.
"Entendí todo. Mi cabeza se fue rápidamente a las 'fantasías' de periodistas que, años antes, me preguntaban si "El Chapo" Guzmán me había contactado a raíz de mi tuit, algo que en su momento me causaba gracia. Mi corazón se paró por unos segundos antes de empezar a latir a una velocidad increíble. Creo que de hecho tuve un miniinfarto. Empecé a sudar, palidecí, mis manos temblaban", agrega.
Durante la reunión, los hombres le contaron a la actriz la intención de Guzmán de producir una película sobre su historia de vida y que, si bien recibió varias ofertas de productoras de Hoollywood, él quiso que Del Castillo tuviera los derechos.
"El Sr. Guzmán se rehusó a darle los derechos a todos... excepto a mí. ¡¿A mí?! Darme los derechos de su vida... ¡¿A MÍ?! "¿Por qué yo?", les pregunté. "Porque la admira, la respeta y confía en usted plenamente. Le tiene respeto porque usted habla la verdad, no se anda con poses, por ese tuit donde a él lo menciona, porque es valiente y porque quiere que actúe en su película, ya que le gustó mucho su trabajo en La Reina del Sur", sostuvo.
"En ese corredor, mientras caminaba llevada del brazo de Joaquín Guzmán Loera, no sé de dónde me salió valor para hablar. Pensé que si le molestaba lo que estaba por decirle, tal vez ésas serían mis últimas palabras: 'Amigo, no se te olvide lo que te pedí en mi tuit, tú puedes hacer el bien, eres un hombre poderoso'. Él me veía con esa mirada penetrante que me atravesaba el cráneo; muy atento me siguió escuchando, continué con voz firme: "Y nuestro proyecto también va a servir para resarcir de alguna forma a las víctimas del crimen organizado, amigo, ¿cómo ves?. Su mirada –que no me había quitado de encima– se clavó aún más en la mía. Miniinfarto, me quería morir. Segundos que me parecieron eternos, hasta que me contestó: "Amiga, tienes un gran corazón, eso me parece muy bien", cuenta.
Finalmente, Guzmán le indicó dónde dormiría y le dijo que no lo volvería a ver y que "él nunca duerme donde sus invitados por seguridad de éstos". Al día siguiente, regresó a Los Ángeles (EEUU) junto a sus compañeros y comenzó lo que, ella denomina, como la "verdadera pesadilla" con la publicación de la entrevista y la recaptura de Guzmán.
"A partir de entonces, me pregunté: ¿Los productores, Sean y yo tendremos una historia que nos unirá para siempre? No lo sé. Y eso NO define quién soy. Gracias a Dios", concluye.
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