AFP

Derrocamiento del presidente de Perú destaca el resurgimiento del populismo latinoamericano

La defenestración de Vizcarra puede encadenar otras victorias populistas en América Latina, donde se avecinan elecciones en Ecuador y Chile

Tiempo de lectura: -'

12 de noviembre de 2020 a las 14:48

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Por Michael Stott

El costo humano y el daño económico causados por la pandemia de coronavirus han afectado a América Latina más que a cualquier otra región en desarrollo.

A medida que decenas de millones de latinoamericanos vuelven a caer en la pobreza y empeoran las enormes desigualdades de riqueza y oportunidades, los populistas han ganado nueva fuerza. Era sólo una cuestión de tiempo antes de que algunos de los gobiernos tecnocráticos favorables al mercado de la región sufrieran las consecuencias.

El pragmático presidente centrista de Perú Martín Vizcarra fue la primera víctima. Después de que el Congreso votó 105-19 para destituirlo el lunes por acusaciones de corrupción, Vizcarra decidió no pelear. En cuestión de horas, abandonó el palacio presidencial y se fue a casa, dejando un país en confusión.

Vizcarra niega las acusaciones de corrupción. Es muy querido por los peruanos y los inversionistas. No planeaba buscar la reelección en abril.

Pero eso no fue suficiente para salvarlo de un congreso populista y rencoroso en medio de una de las peores emergencias por coronavirus. Un confinamiento prolongado y estricto devastó la economía, pero no logró salvar al país del segundo mayor número de muertes por virus per cápita del mundo.

“Perú ha sido un estudio de caso del incipiente populismo”, dijo Christopher Sabatini, becario para América Latina de ChatHouse. “Ha habido esta fiebre anticorrupción en Perú que se remonta a la década de 1990. La lucha contra la corrupción es una de las herramientas que utilizan los populistas con mayor eficacia. Hay una combinación tóxica de un sistema de partidos colapsado y una fiebre de corrupción que ahora está afectando a Vizcarra".

El nuevo presidente interino de Perú es el presidente del Congreso, Manuel Merino. Una cuestión altamente preocupante para los inversionistas es el hecho de que Merino ha respaldado una serie de iniciativas populistas, entre ellas permitir a los peruanos retirar una parte anticipada de sus ahorros de pensiones dos veces, una ley que congela el servicio de la deuda a los bancos y otra ley que suspende los pagos de peajes en las carreteras.

“La crisis económica después de la pandemia es enorme y muchos legisladores están tratando de parecer útiles a la gente”, dijo María Luisa Puig, quien sigue a Perú para la consultora Eurasia. "Están ansiosos por ganar el apoyo del público".

El derrocamiento de Vizcarra fue sólo la última señal de la fuerza que la pandemia de coronavirus le ha proporcionado a los populistas de América Latina.

En la vecina Bolivia, el expresidente Evo Morales regresó triunfalmente el lunes a un país del que huyó el año pasado después de que sus esfuerzos por asegurar un cuarto mandato consecutivo en el cargo se vieron empañados por acusaciones de fraude electoral. Su Movimiento al Socialismo (MAS) obtuvo una abrumadora victoria en las elecciones del mes pasado, una clara reprimenda a una administración provisional conservadora respaldada por EEUU y la Unión Europea.

FERNANDO CARTAGENA / AFP

Los dos países más grandes de América Latina, Brasil y México, están gobernados por líderes populistas que disfrutan de una estrecha relación de trabajo con Donald Trump. Han minimizado la pandemia y han mantenido su popularidad por su resistencia a la implementación de confinamientos fuertes y por su énfasis en la necesidad de mantener la economía en marcha, a pesar de tener  algunas de las cifras de muertes más altas del mundo.

El próximo país en enfrentar la marea populista será Ecuador, donde se celebrarán elecciones presidenciales en febrero. En un guión ahora familiar, el gobierno de centroderecha del presidente Lenín Moreno, favorable a los inversores, tiene calificaciones de encuesta de opinión bajísimas en medio de la devastación provocada por la pandemia y el populista de izquierda Andrés Arauz está presentando un fuerte desafío.

MARCOS PIN / AFP

Más adelante el año que viene, será el turno de Chile. El exmodelo de desempeño económico de América Latina ha visto erosionada su imagen favorable a los inversores por una ola de disturbios y protestas en contra de la desigualdad y los servicios públicos deficientes. El presidente multimillonario Sebastían Piñera no volverá a postularse y es probable que la contienda de noviembre en un país que alguna vez fue elogiado por su moderación sea una batalla entre populistas de izquierda y derecha. Un alcalde comunista está entre los favoritos.

Shannon K. O’Neil, investigadora principal para América Latina del Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York, señaló que los latinoamericanos habían estado exigiendo más de sus gobiernos incluso antes de la pandemia. Ahora, dijo, “es un espacio perfecto para que los populistas entren, ya sea de izquierda o de derecha. Éste es un terreno muy fértil para que los que no forman parte de la clase dirigente se beneficien políticamente”.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.