El agrónomo que conquista Buenos Aires

Albín llegó de su Sauce natal a la locura de Buenos Aires, donde aún puede pasar inadvertido mientras recorre La Boca o San Telmo con sus amigos. Evita la noche y le impacta cómo se mueve La Bombonera

Tiempo de lectura: -'

14 de noviembre de 2012 a las 21:20

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

De su Sauce natal a Buenos Aires el cambio fue demasiado grande, pero desde Peñarol a Boca Juniors no notó la diferencia, dice con orgullo Emiliano Albín (23 años) por lo que vivió en los aurinegros y lo que disfruta por estos días en uno de los clubes más populares del mundo. Confiesa que lo primero que confirmó en Argentina fue que La Bombonera tiembla, disfruta del anonimato –porque puede pasear por Buenos Aires como un ciudadano más– y de la paz que impera en Puerto Madero, mientras para 2013 planifica estudiar como lo hacía en Montevideo.

“Había viajado muy pocas veces a Buenos Aires en mi vida; por eso estoy descubriendo una ciudad loca, que se mueve a un ritmo increíble. Pero tengo una ventaja: estoy viviendo en Puerto Madero, que es otro Buenos Aires, porque se mantiene ajeno al ruido y a la locura que es toda la ciudad”, explica el futbolista a El Observador.

“Ando en auto solo desde el primer día, y ya me empiezo a ubicar, pero sigo dependiendo del GPS. De todas formas, en la cabeza ya tengo el mapa de Buenos Aires. Me voy familiarizando”, dice Albín, y agrega: “No salgo de noche, a lo sumo a cenar en algún lugar en Puerto Madero. Y algunos días libres los paso en Montevideo. De todas formas, anduve visitando algunos lugares que me dijeron que tenía que conocer: estuve de recorrida por La Boca, Plaza de Mayo, San Telmo. Siempre fui con amigos y pasé inadvertido entre la gente, por suerte, porque cuando llegué al club me dijeron que aproveche a disfrutar los primeros tiempos que puedo pasar así, que después es difícil andar en la calle”.

¿La noche? “Me dijeron que hay muchas tentaciones, pero no soy de salir. Tampoco lo hacía en Uruguay: a lo sumo me juntaba con mis amigos a comer un asado. Soy muy tranquilo”.

¿El fútbol y la TV? “Espero no aparecer en la televisión y mantenerme a distancia, porque no me interesa, pero reconozco que en Buenos Aires el ambiente del fútbol es muy mediático”.

“De Boca lo que me sorprendió fue la cantidad de gente que mueve, más que Peñarol incluso, que era impresionante, y cómo manejan el marketing y el merchandising. Recuerdo que en mis primeros días en el club hablábamos con Seba (Sosa) y decíamos que teníamos la ventaja que veníamos de Peñarol, porque ya estaba acostumbrado a todo este movimiento, y eso hizo más fácil mi adaptación”, relata y continúa brindando detalles de lo que vive a diario en Boca: “Me sorprendió que hay 10 o 15 periodistas fijos que siguen todos los movimientos de Boca. En Peñarol eran dos o tres, nada más. Eso te da la pauta de la repercusión que tiene todo. Con respecto al vestuario, el de Boca es muy parecido al de Peñarol, porque tenés que ganar todos los partidos y en nombres aquí hay jugadores importantes como allá, están los que tienen experiencia y los juveniles con muchas ganas de crecer”.

¿La Bombonera? “Confirmé el mito de que La Bombonera tiembla. La estructura de la cancha intimida, porque la gente está arriba tuyo, y es verdad que el estadio se mueve cuando la gente empieza a saltar. Eso fue impresionante”.

Albín explica cómo lo recibieron en Boca: “El primer día llegué nervioso, porque iba a enfrentar un grupo nuevo, con toda la incertidumbre que eso genera. Apenas entré al vestuario, el primero que me vio fue el Flaco Schiavi, que medio en broma decía de dónde venía, conocía datos de mí, y así entré en el grupo. El que me dio para adelante siempre fue el Tanque Silva. Con él y Rodri (Mora) hicimos una tapa del diario Olé. Eso fue increíble”.

El exlateral de Peñarol, que desde mediados de este año juega en Boca Juniors, después de defender a Uruguay en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, mira más allá de la cancha de fútbol. “Mi plan es continuar con Agronomía, lo que estudiaba en Montevideo. Estaba cursando tercero. Si pudiera continuar la carrera de ingeniero agrónomo, mejor; de lo contrario intentaré cursar algo que se relacione con lo que me gusta”, se ilusiona.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.