El boom de la celeste

Los amantes del fútbol saben que la selección uruguaya es celeste porque el viejo River Plate Footbal Club ya desaparecido, en 1910 enfrentó al poderoso Alumni argentino. Como los colores de ambos rivales eran a bastones verticales blancos y rojos, River utilizó el celeste. Y como le ganó al equipo imposible, a partir de allí la selección usó esos colores.

En los últimos tiempos, varios equipos han optado por el celeste como color de alternativa. Incluso la selección campeona del mundo, España, comenzó a utilizarlo.

También hubo homenajes reconocidos a lo largo del mundo. En Brasil, São Paulo homenajeó a grandes glorias uruguayas poniendo su nombre en camisetas celestes: Darío Pereyra, Pedro Rocha, Diego Lugano y Pablo Forlán decían todas las casacas cuando el equipo salió al campo en un partido.

Cuando el Loco Abreu era ídolo de Botafogo, el departamento de marketing del club sacó una casaca celeste con su nombre que se agotó en poco tiempo.

En Italia, en tanto, fue Bologna el que homanejeó a uruguayos que hicieron historia allí. Entonces Gastón Ramírez, Diego Pérez y otros más las usaron en la mismísima Serie A.

Los clubes locales

La de Nacional fue premiada hace pocos días por un portal argentino como una de las camisetas más originales de la temporada. Se trata de la réplica que utilizó el club cuando representó a Uruguay en 1903 y consiguió el primer triunfo ante Argentina (3-2). Los albos usaron la celeste contra River y le ganaron 1-0 en el Apertura.

Danubio, Wanderers y Cerro también usaron –y los de la Curva aún lo hacen– la celeste como camiseta de alternativa.

En el resto del mundo, Barcelona, con Messi a la cabeza, hasta hace poco usó el color de Uruguay.

Algo similar ocurrió con Santos de Brasil cuando celebró sus 100 años.

Y hay más ejemplos: Ajax en Holanda, la propia selección holandesa, Racing y Argentinos Juniors de Argentina.

La celeste de Uruguay sirve de modelo para el mundo y cada vez tiene más seguidores. l