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El caso de un youtuber uruguayo al que le bajaron las reproducciones sin motivo

Creadores de contenido de Uruguay y del mundo disminuyen sus reproducciones y sus ingresos por cambios abruptos del algoritmo de la plataforma; le piden explicaciones al gigante informático pero no se las dan

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17 de marzo de 2020 a las 05:04

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Imagine que no tiene un contrato laboral. Que de un día a otro disminuyen sus ingresos sin previo aviso. Que la gente que hoy consume su producto a gran escala lo hará muchísimo menos a la mañana siguiente sin una razón congruente. Imagine que no tiene un jefe o un responsable del área de recursos humanos a quien reclamárselo. Esta situación imaginaria para usted es la que están viviendo muchos youtubers, entre los que hay uruguayos.

Uno de ellos es Daniel Sosa (33), que vive en Maldonado. En 2016 creó Mundo N, un canal en el que cuenta la historia de Nintendo, sus consolas y videojuegos. En cuatro años logró 634 mil suscriptores.

Desde entonces su crecimiento fue vertiginoso. Algunos de sus videos llegaron a superar el millón de reproducciones y en promedio llegaban a más de 100 mil.

Le divertía y le parecía interesante.

Su éxito le permitió ganar dinero. Cada 1.000 reproducciones, YouTube le pagaba US$ 1,80. Hacía tres videos a la semana y solía obtener los suficientes ingresos como para mantenerse. “Hubo picos en los que hicimos US$ 4.000 por mes”, contó a Cromo.

Su pasión rápidamente se transformó en su medio de vida. Daniel trabajaba como maestro de Primaria y valoró que podía hacer de YouTube su única fuente de ingresos. Sobre todo porque sufre de la enfermedad de Crohn, una afección crónica que hace que se inflamen partes del tubo digestivo. Este problema se le agudiza por el estrés. Como le sucedía seguido, abandonó la docencia y se dedicó a YouTube. “Realmente me gustaban los videojuegos y esta era una buena opción”, aseguró.

En 2018 dio el paso. Y sumó a un venezolano que vino a vivirse a Uruguay y a colaborar en el armado de los videos. Los ingresos que generaba le daba para vivir a los dos.

Sin embargo, un día todo cambió. Las reproducciones empezaron a bajar, los likes eran menos y los ingresos ya no eran los mismos. Increíblemente, el día cero fue cuando nació su hijo. “Fue de la noche a la mañana. Ahora tienen solo 20 mil reproducciones”, comentó.

La modificación de una ley en EEUU

Si bien pidieron explicaciones a YouTube, la plataforma no se las dio. Sosa cree que la actualización de la ley Coppa (sigla que en español significa Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Internet) fue la causante de la disminución de sus reproducciones. No tienen la certeza, pero creen que fue el motivo principal.

Para entenderla hay que remontarse a 1998. Estados Unidos aprobó ese año esa famosa ley que busca proteger a los niños. La Comisión Federal de Comercio está muy pendiente de cómo las principales redes sociales del planeta respetan esta normativa. Y las que no la respetan sufren multas multimillonarias.

El año pasado le tocó a YouTube, que fue sancionada en setiembre por US$ 170 millones por violar leyes sobre la recopilación de datos de menores. La comisión exigió que a partir del 1° de enero de 2020 los youtubers especifiquen cuando su creación es “apta para niños” menores de 13 años. En caso de que tilden que sí lo son, se eliminarán los anuncios personalizados (que se basan en datos de comportamiento del historial de navegación de los niños en estas plataformas), se desactivarán los comentarios, no se podrá dar like, se eliminará la pestaña comunidad y los chats directos. Tampoco permiten donar dinero al canal ni enviar notificaciones a los seguidores.

Algunos renuncian a la posibilidad de especificar que sus videos estén dirigidos solo para menores de 13 años. De hacerlo, renunciarían a los likes y a los comentarios. Es decir, a menos interacción, a menos reproducciones y, en consecuencia, a menos dinero.

Daniel es uno de los youtubers que se niega a especificar que su canal es exclusivamente para niños. “Sería un suicidio”, comentó. Él pretende que su canal sea abierto a todos los públicos y los niños no quedan afuera.

¿Por qué sospecha que sus reproducciones disminuyeron por esta ley? En general, él sabe que la mayoría de las visualizaciones de sus contenidos provienen de recomendaciones de YouTube. Es decir, cuando un usuario está terminando de ver un video, la plataforma sugiere un determinado contenido. Los de Mundo N estaban siempre primeros en la lista. A partir de la ley Coppa, cree Sosa, dejó de recomendarse como antes.

“Si bien ponemos que no es para niños, por lo que hemos investigado, el algoritmo lo oculta igual”, comentó. Tal vez por los colores o por los temas que trata. Esa es su hipótesis.

Menos reproducciones, más trabajo

Antes hacían tres videos por semana y “daba perfecto” para vivir. Ahora hacen dos videos por día para poder acumular muchas reproducciones y ganar más dinero. “Terminamos publicando 14 videos por semana”, comentó. En promedio, las producciones audiovisuales superan los 10 minutos de duración.

“Tratamos de que tengan más de 10 minutos porque si duran más de ese tiempo YouTube te deja poner más de una publicidad. Si es más corto solo podés poner una propaganda”, comentó.

Para trabajar tienen dos computadoras, un micrófono semiprofesional y una capturadora interna de la PC para registrar videos de los juegos. Cada contenido les toma tres días de trabajo entre investigación, guion, narración y edición.

Si bien están “en la lucha”, anhelan reencauzar el proyecto y seguir viviendo de crear contenido en YouTube.

Qué pasa con otros youtubers

No es solo la ley Coppa. Hay varios youtubers que sufrieron una caída de sus reproducciones y de sus ingresos y los cambios en esta ley no estaban aprobados.

Borja Cobo, un youtuber que tiene más de 342 mil suscriptores en su canal de videojuegos Saselandia, vio una drástica disminución de suscriptores y reproducciones hace más de un año. “El cambio más grande que yo he sufrido fue justo el 1° de marzo de 2019. En febrero sumé 10 mil suscriptores nuevos. En marzo ninguno. Se quedó en cero”, comentó. Si las cosas seguían al ritmo de febrero, hoy tendría más de 500 mil suscriptores.

Kamikaze, un canal creado por un uruguayo cuya verdadera identidad prefiere ocultar, cuenta con más de 1 millón de suscriptores. Ha tenido descensos “considerables” en determinados meses y en ciertas fechas. Poco pudo hacer más que analizar el asunto.

Una nota del portal Business Insider refiere a esta situación e indica que la edad de oro para los youtubers fue hasta 2015. Luego de ese año, los anunciantes empezaron a exigirle a YouTube que aparecieran asociados a contenidos seguros y no a cualquier video. En otras palabras, creían que la plataforma no les ofrecía garantías de no aparecer en videos inadecuados para su imagen. Y hubo consecuencias.

YouTube empezó a ver cómo su negocio podía deteriorarse y empezó a impulsar medidas para evitarlo.

En la última carta que YouTube les envió a los creadores, les dijo que estaba buscando nuevas fórmulas para que los anunciantes pudiesen contemplar a todos los creadores.

“El problema es que el algoritmo cambia permanentemente”, dijo a Cromo el creador del canal Mighty Rengar, que tiene más de 40 mil suscriptores. Vaya si cambia. Según Business Insider, YouTube introdujo 2.500 cambios en 2019. Esto provoca que los youtubers desconozcan cuál es realmente la causa que provoca la disminución de sus reproducciones.

“Yo busco decirles a todos los creadores de contenidos que no es culpa de su esfuerzo. No es que estés haciendo las cosas mal, es un tema del algoritmo (…) Todos me dicen que les va fatal desde hace un año. No encuentro una explicación lógica”, comentó Cobo.

“Es como si YouTube fuera tu empleador y de la noche a la mañana no sepas qué te pueda imponer. Estamos dependiendo de lo que quieran hacer todo el tiempo”, comentó Daniel Sosa, el youtuber de Mundo N.

Que el trabajo de muchos sea hacer videos sobre algunas de sus pasiones ya no resulta tan gratificante. “Yo vivía y ahora sigo viviendo con el ingreso de YouTube. Genera un cansancio enorme porque no depende de ti. No sabés muy bien a qué atenerte. Lo único que hacés es seguir trabajando”, concluyó Borja.

El creador del canal Kamikaze entiende que hay factores internos y externos que repercuten en su negocio. “Es innegable que los creadores de contenido estamos a la merced de distintos factores, no solo de las decisiones de YouTube, algunos que podemos controlar y otros que escapan completamente a nuestro alcance”, señaló.

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