El día que Osama bin Laden murió por segunda vez

Un joven de 16 años llamado igual que el antiguo lider de Al Qaeda murió cuatro días antes de poder cambiar su nombre.

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01 de diciembre de 2017 a las 09:17

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Osama bin Laden Husein, un iraquí de 16 años, al fin iba a cambiar de nombre y dejar de llamarse como el célebre líder yihadista, pero el miércoles, cuatro días antes de que se cumpliera su deseo, murió electrocutado en su trabajo.

"Nació a finales de 2001, justo después del atentado de Al Qaeda contra las torres gemelas", el 11 de septiembre, en Nueva York, explica a la AFP un primo suyo, Mohamad. El saudita Osama bin Laden era entonces el líder de la organización yihadista.

"En tiempos de Sadam Husein, la prensa iraquí había presentado a Bin Laden como un héroe y no como un terrorista", cuenta Mohamad. El padre del joven iraquí, fallecido desde entonces, vivía en el campo y le puso ese nombre a su hijo, explica.

Una decisión que tuvo consecuencias nefastas para su vástago. El chico sufrió desde pequeño. Tras la invasión de Irak por Estados Unidos en 2003, soldados estadounidenses registraron su casa al enterarse de que ahí vivía un Bin Laden, y luego no se atrevía a salir de su barrio sunita de Azamiya en Bagdad para no encontrarse con algún puesto de control.

Para ganarse la vida, vendía té en la calle. La suerte le sonrió cuando una cadena de televisión local lo entrevistó.

"El ministro del Interior, Kasem al Araji, vio mi entrevista en la televisión en la que él suplicaba cambiar de nombre, y me pidió conocerlo junto con su familia hace dos meses", explica el periodista Ahmad al Hajj a la AFP.

"Osama bin Laden estaba asustado al entrar en la 'zona verde' (un área con mucha seguridad donde se encuentran los ministerios en Bagdad), pero el ministro lo recibió bien y bromeó con él. Le regaló incluso un iPhone y le pidió que eligiera otro nombre", recuerda Hajj.

Como el joven no sabía qué nombre elegir, el ministro optó por Ahmad. Osama bin Laden supo a principios de semana que recibiría sus nuevos documentos de identidad el domingo.

En los últimos tiempos, más seguro de sí mismo, había logrado encontrar un empleo en una tienda de piezas de recambio. El miércoles, su jefe lo envió a buscar mercancía al tejado, se resbaló y se agarró a un cable eléctrico para no caerse. Murió electrocutado.

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