El fin de la resaca en Las Vegas

Una descontrolada despedida de solteros en Las Vegas deja a sus tres organizadores de resaca y sin la menor idea de lo que pasó la noche anterior ni, mucho menos, de dónde quedó el novio. La primera película de la saga ¿Qué pasó anoche?, ambientada en la “ciudad del pecado”, no tiene mayor veracidad desde el fin de semana pasado, cuando empezó a funcionar el servicio Hangover heaven (“Resaca celestial”).

Creado por el médico anestesista Jason Burke, Hangover heaven ofrece un tratamiento intravenoso que permite terminar con una resaca en apenas 45 minutos.

“Después de una noche épica, el cuerpo humano rompe el alcohol en compuestos tóxicos conocidos como aldehídos. Las resacas se producen cuando el cuerpo se siente abrumado por estos compuestos. Desafortunadamente, el cuerpo humano no se libra de estos compuestos muy rápidamente. Le puede tomar de cuatro a 48 horas, dependiendo de la cantidad de alcohol consumida”, se indica en su página web, hangoverheaven.com.

El servicio, indicado como seguro y científicamente probado, se brinda a través de un ómnibus donde se puede leer: “¿Te sientes como el infierno?”, y luego el sugerente nombre del servicio y su teléfono de contacto.

El ómnibus celeste circula por Las Vegas los sábados y domingos ofreciendo dos tipos de tratamientos. El básico se llama “Redención” e incluye una solución intravenosa que hidrata el cuerpo y tiene un precio promocional de US$ 90, aunque después costará US$ 130, según se informa en la web.

En cambio, el tratamiento premium, llamado “Salvación”, agrega medicamentos antináuseas y antiinflamatorios, además de vitaminas. Vale US$ 150, pero más adelante su precio será de US$ 200.

Además, se ofrece un servicio a domicilio para los lunes, martes y miércoles, el cual cuesta US$ 500 para un paciente y US$ 375 por cada persona adicional a tratar. Hangover Heaven acepta varias tarjetas, además de efectivo.

Médico experiente
“Soy un hombre de negocios, pero en primer lugar un médico”, dijo Burke, ante las numerosas críticas que no tardaron en llegar.

Para el anestesista recibido en la Universidad de Duke y con 14 años de experiencia como médico (además de su experiencia con “algunas borracheras”), su negocio no anima a beber en exceso.

Según dice a través del sitio de Hangover heaven: “Creo que esto es un avance importante en la medicina y resuelve un problema importante para las personas que les gusta pasar un buen rato, sobre todo aquí, en Las Vegas”.