D. Battiste

El fútbol de los de a pie

Pelotazos y polvo en la cancha, pasteles y milanesas afuera, el amateurismo a pleno en el Ancap

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23 de octubre de 2017 a las 05:00

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Domingo de sol en la capital. El fútbol queda reducido a los de pie. El amateurismo en su más pura expresión. Y mientras el fútbol grande se desangra en su pelea, Referí se pegó un viaje por la vieja lucha de sobrevivencia e ilusión de los clubes de la C.

El folclore invade apenas se llega al Parque Salus. Afuera, trepados a una piedras y con las manos apoyadas al muro tres hombres miran el partido. Adentro el polvo de la cancha invade la escena.
El paso previo al fútbol profesional se vive con una intensidad inigualable.

En la cancha, invadida por gurises con hambre de gloria, Bella vista y Albión luchan contra una pelota que no rueda, pica. No va por el césped, viaja por elevación. La pelea es la constante.

En el camarín la falta de espacio es la constante. Algunas prendas colgadas y otras por el piso. Allá a lo lejos se divisan tres botellones de salus del cual tomarán los jugadores cuando retornen en el entretiempo.

Los suplentes se ubican en una vieja hilera de bancos a la esperar de la oportunidad de entreverarse en un campo de juego donde es complejo jugar.

Para que tengan una idea, entre sábado y domingo se jugaron siete partidos en el Parque Ancap. Así no hay cancha que aguante.

A la vista no hay camilla, mucho menos ambulancia para el caso de que alguno de los protagonistas sufran un accidente.

Se podrá argumentar que es fútbol amateur, pero es el paso previo al profesionalismo. El golero de Bella Vista salió lesionado y llevado en andas por sus compañeros. El suplentle entró de chaleco. El árbitro le llamó la atención y cuando se lo sacó tenía una camiseta del mismo color que Albión. Fue cuando le sacaron la blusa al golero que había salido y se la dieron el que entró.

En la tribuna un humilde caramelero ofrece de mil mientras en la cantina esperan los pasteles de dulce de leche y las milanesas.
Albion ganaba 1 a 0 cuando el árbitro pitó penal para los papales. Un par de hinchas de Bella Vista se fueron atrás del arco y se generó un entredicho con uno del elenco local que intentó sacarlo. El partido se paró. La policía brillaba por su ausencia. Los propios jugadores, desde el tejido, intervinieron para intentar separar. Hasta que aparecieron tres o cuatro funcionarios de seguridad privada. Los vicios son los mismos que en el profesionalismo.

Lo empató el papal que en el segundo tiempo lo terminó dando vuelta para quedarse con el triunfo 3 a 1.
Pese a ser amateurs, los jugadores se identifican con la lucha de sus pares. En el tejido, una bandera lo recordaba: "Esta lucha también es nuestra. Jugadores de Albion Más Unidos Que Nunca".
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