EFE

El hambre de Los Pumas y el juego de la empatía

En Mendoza. Los Pumas cerraron el certamen con derrota ante Australia 37-20, pero sacaron conclusiones positivas a futuro; el hincha reconoce el esfuerzo y el idilio con el equipo está intacto

Tiempo de lectura: -'

09 de octubre de 2017 a las 05:00

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Danilo Costas, invitado a Mendoza

Octubre de 2017, Argentina. La selección local llega de varios partidos sin victorias, con un cuerpo técnico cuestionado por el público, un déficit claro en varias fases del juego y necesitado de resultados. Ante un nuevo partido el hincha llena la cancha pero a los pocos minutos nada sale como imaginaba. Entonces pierde la paciencia y la confianza, y comienza a cargar de presión a los protagonistas. El equipo no gana y la ansiedad se vuelve una mochila imposible de soportar para el equipo. Los jugadores se refugian en su búnker, evitan el contacto con la prensa mientras deben lidiar con la gente, los medios y contra sus propios fantasmas.

Octubre de 2017, Argentina. La selección llega de varios partidos sin victorias, con un cuerpo técnico cuestionado por el público, un déficit en varias fases del juego y necesitado de resultados. Ante un nuevo partido el hincha llena la cancha pero a los pocos minutos nada sale como imaginaba. Entonces apela al sentir colectivo y sale desde las entrañas un grito desgarrador buscando apoyo. Lo consigue, el estadio se mancomuna en el esfuerzo de los jugadores pero el equipo no gana. Hay reclamos lógicos por las falencias propias, pero los jugadores se retiran del campo de juego ovacionados, dan la cara y ensayan una suerte de pedido de disculpas, como si ellos mismos no fueran los primeros con ganas de ganar.

La selección de fútbol y Los Pumas son el vivo ejemplo de que las dos realidades pueden convivir en el mismo país. De Lionel Messi a Nicolás Sánchez, de Javier Mascherano a Agustín Creevy. En la misma semana Argentina se ilusionó con dos partidos que no pudo ganar pero reaccionó completamente diferente ante escenarios llenos de dudas y derrotas deportivas.

Invitado por la cadena ESPN, que trasmitió el cierre del Rugby Championship en vivo para la región a través de ESPN 2 y ESPN Play con el equipo de SCRUM, Referí fue testigo de un partido que Los Pumas perdieron 37-20 ante Los Wallabies, una de las potencias del mundo y equipo de referencia del hemisferio sur.

No es un tema de pasión y, si se tiene en cuenta la coyuntura Los Pumas no tienen nada que ganar, ya que llegaban a la cita mendocina con cinco derrotas al hilo por el Rugby Championship y 14 caídas consecutivas ante rivales del Tier 1. Sin embargo el Estadio Malvinas Argentinas se agotó un día antes y fueron más de 32 mil los hinchas que se hicieron presentes para apoyar al equipo de Daniel Hourcade.

Una fan zone especialmente diseñada para los fanáticos del deporte ovalado, eventos con patrocinadores y tiendas oficiales y hasta el recital de una banda local hizo del Malvinas Argentinas un escenario donde la fiesta comenzó muy temprano.

Cuando el árbitro francés Mathieu Raynal dio inicio al partido las tribunas se vinieron abajo. No importaba la caída reciente ante los All Blacks (36-10 en Vélez Sarsfield) ni un 2017 donde los resultados estuvieron lejos de las intenciones. Los Pumas perdieron en Port Elizabeth y en Salta ante Sudáfrica, en New Plymouth y en Buenos Aires ante Nueva Zelanda y en Canberra ante Australia. Sin embargo el ánimo estaba por todo lo alto.

Tampoco importó el registro adverso en el historial ante los Wallabies, ese que marcaba en lo previo al partido que Los Pumas apenas habían logrado cuatro victorias en 27 partidos. El himno se cantó con el alma y fue la pauta para los hombres de Michael Cheika de que estaban en territorio hostil.

Los Pumas llegaban a este partido con una marcada debilidad defensiva, varias grietas en el Scrum que le estaban costando muy caro y un escaso peso ofensivo pese a las mejorías en esa materia que el equipo había experimentado desde la llegada de Hourcade como Head Coach.

Luego de una primer tiempo muy parejo, donde Los Pumas hicieron un desgaste mayúsculo defendiendo varias ofensivas de Los Wallabies a pocos metros del in-goal, el equipo argentino comenzó a sentir una merma desde lo físico y el plus anímico bajó desde las tribunas para sostener el embate ante unos Wallabies que tenían una transición inteligente, una oferta de pases que invitaba a jugar por toda la cancha y una velocidad de piernas para quebrar líneas que asustaba a cualquiera.

"Pumas, Pumas, Pumas", se escuchó desde las cuatro tribunas del estadio buscando un revulsivo ante el dominio físico del rival. Al contrario de lo que sucede con Messi o con Ginóbili, las figuras de Los Pumas son los propios Pumas.

Sin embargo la resistencia se quebró y se confirmaron los pronósticos. Argentina, que llegaba con un Scrum fisurado, tuvo desatenciones claves que invitaron a Australia a profundizar el juego y la debilidad en el tackle argentino también jugó su partido.

Embed

Reece Hodge fue el primer jugador en quebrar la línea defensiva de Los Pumas tras una desatención y abrió las puertas para que Marika Koroibete y Will Genia también pusieran su firma en el renglón de los goleadores.

Los Pumas no pudieron, pese al apoyo masivo de su público, revertir un partido que estaba sentenciado a partir de los errores defensivos. Dejaron el alma en la cancha pero estuvieron lejos de una expresión colectiva acorde para competir contra las potencias del hemisferio sur.

El capitán Creevy habló con Referí al finalizar del partido y destacó el apoyo del Malvinas Argentinas: "Nos vamos dolidos por perder, cansados y dolidos por no poder darle una alegría a esta gente que nos demostró siempre un cariño impresionante. No venimos en buena racha y el estadio estuvo lleno, hubo gente que gastó su tiempo y su dinero para venir a apoyarnos y no poder darles esa alegría nos duele, pero estamos muy agradecidos con ellos".

Desde que se unió al bloque de las grandes potencias del hemisferio sur, Argentina siempre había ganado algún punto, aún en 2013, cuando perdió ante Sudáfrica en Mendoza y ante Australia en Perth pero logró dos unidades por los bonus defensivos.

Pero Hourcade, cuyo contrato termina en diciembre y la nueva directiva de la UAR deberá fijar o no su continuidad, debió pelear una guerra que tiene varias batallas perdidas de antemano. Tras el Mundial de 2015 la implementación del modelo de franquicias debilitó a Los Pumas, dejó imposibilitados a los jugadores del exterior de defender a la selección y el equipo se alejó de su mejor versión tras la imposibilidad de contar con varios referentes.

"Al equipo lo vi bien, sólido la mayor parte del tiempo. Estamos en un momento negativo y es difícil, pero no nos hemos desviado del rumbo. La actitud de los jugadores es loable y el mensaje a los jugadores les llega porque de lo contrario recibiríamos 80 puntos por juego ante estos equipos. Estamos jugando ante rivales que son potencias, son superiores y nos tenemos que adaptar", analizó el Head Coach en la conferencia de prensa.

Los Pumas cerraron el sábado en el Malvinas Argentina de Mendoza el peor Rugby Championship desde que se unieron al sistema, pero a diferencia de los partidos anteriores demostraron tener signos vitales en busca de la recuperación. Los Pumas están con hambre y eso, a la gente, le alcanza y sobra para reconocer el esfuerzo ante la adversidad, justo en la misma semana en que el fútbol atraviesa su peor momento y la camiseta pesa una tonelada.

Hourcade cerca del adiós

El contrato del Head Coach de Los Pumas, Hourcade, termina en diciembre, justo cuando hay elecciones en la Unión Argentina de Rugby, quien será la encargada de determinar su futuro. Este ciclo negativo puede condicionar la continuidad del entrenador que tendrá por delante como único desafío la ventana de noviembre en Twickenham y Lansdown Road donde se enfrentará a Italia, Irlanda e Inglaterra. Una victoria ante los italianos, el peor equipo del Seis Naciones, no le asegura su continuidad ya que debe mostrar una mejoría ante los rivales más poderosos del hemisferio norte. Minutos después del partido ante los Wallabies, un tuit en la cuenta del entrenador decía "Muchas gracias". Muchos lo interpretaron como su mensaje de despedida pero tras ser consultado en la conferencia de prensa dijo que él no había escrito nada y que durante los partidos tiene el teléfono apagado.

Daniel Hourcade
Daniel Hourcade, DT de Los Pumas.

La historia de Koribete

Marika Koribete, quien anotó un try en la victoria ante Argentina, es fiyiano e incluso llegó a jugar un Mundial para su país. Sin embargo, se cambió al Rugby Union para reforzar a los Wallabies. Koribete debutó en Australia ante Los Pumas en Canberra y jugó el sábado en Mendoza su segundo partido. Dueño de un biotipo privilegiado, Koribete destaca por su velocidad, su elasticidad y su potencia, que lo llevaron a ser figura en la National Rugby League antes de dar el paso al Rugby Union.

"Enemigo" íntimo

Cuando los altoparlantes del Estadio Malvinas Argentinas anunciaron al staff de los Wallabies, no hubo silbidos ni insultos. Silencio respetuoso hasta que la ovación se apoderó del ambiente cuando nombraron a Mario Ledesma, ex Puma, actual entrenador de forwards de Australia y futuro Head Coach de Jaguares acompañado de Martín Gaitán y Nicolás Fernández Miranda.

Junto al equipo de ESPN

La cadena ESPN transmite todo el deporte ovalado a través de sus diferentes plataformas. Por sus pantallas se puede ver la totalidad del Rugby Championship, el Seis Naciones, el Súper Rugby, la Copa Europea de Clubes, el Top 14 de Francia, la Premiership de Inglaterra, la Copa de las Américas a nivel regional y todo la competencia local, bajo el equipo periodístico de Scrum, integrado por Alejandro Coccia, Martín Albertg, Diego Albanese y Tomás de Vedia. Referí estuvo acompañando el trabajo de los periodistas argentinos.

Con los repatriados

Carlos Araújo, presidente de la Unión Argentina de Rugby, confirmó que los jugadores del exterior podrán reforzar a Argentina en el Mundial pero que solo será para esa instancia, ya que se buscará no entorpecer el desarrollo de Jaguares. De todas formas el entrenador se enfrentará a un dilema de grupo. ¿Convocar a los jugadores del exterior que no estuvieron en todo el proceso o reconocer con la convocatoria al Mundial a quienes viajaron y estuvieron siempre a la orden de la selección?

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.