El invicto se fue con escándalo

Fabián Coito paró un equipo de suplentes. Para reservar titulares ya que Uruguay estaba clasificado de antemano en un primer puesto que no corría más riesgos que los matemáticos y también porque cuatro jugadores –Erick Cabaco, Mauro Arambarri, Gastón Pereiro y Rodrigo Amaral– estaban suspendidos por acumulación de amarillas.

Entonces, todas las bondades que había mostrado Uruguay en sus primeras tres presentaciones no aparecieron ante los venezolanos. Porque el equipo demostró que tenía poco rodaje jugando como tal.

Tras un arranque intrascendente, Venezuela demostró mayor capacidad para manejar la pelota y se fue arrimando. A los 19’ con un pelotazo que se filtró entre líneas y donde Mauricio Lemos no llegó al cierre, llegó la apertura de Jaime Moreno.

Tocado en sus fibras, Uruguay reaccionó. Y mejoró en el juego arrimándose varias veces con peligro sobre el arco de Keiner Escorcia que se lució con buenas atajadas, como una que evitó el gol de cabeza de Agustín Ale.

Pero la reacción se cortó con el entretiempo porque para el segundo período, Venezuela se adueñó de la pelota y desesperó a los celestes que corrieron sin sentido detrás del balón.

Una gran atajada de Thiago Cardozo mantuvo a Uruguay en partido.

A los 63’, todo cambió cuando se fue expulsado el volante central Luis Manuel Jiménez, que estaba jugando un gran partido, y Coito mandó a la cancha a Franco Acosta y Facundo Castro.

El trámite varió inmediatamente. Uruguay le puso mucha intensidad a su juego, se adueñó de la pelota con traslados verticales hacia el área rival y acorraló a la vinotinto contra su retaguardia. Pero careció de claridad.

Uruguay dejó así su invicto en el torneo ante un rival que ya estaba eliminado, pero no resignó el primer lugar del Grupo B.

Lo empató en el cuarto minutos de descuento, con un cabezazo de Ale. Los venezolanos protestaron. Tras consultar la jugada con el línea, el juez convalidó el gol. Los jugadores de Venezuela protestaron airadamente, entre empellones y manoseos. Poco después, el juez dio marcha atrás sobre sus propios pasos y anuló el gol por supuesta falta de Báez o Ale sobre el golero.

Según declaró el volante uruguayo Gastón Faber, el juez fue advertido por el cuarto árbitro de que en la incidencia hubo falta, algo que no ocurrió ya que ni Báez ni Ale le cometieron infracción al golero.

De todas formas, el equipo de Coito terminó primero y debutará ante Brasil cuando el lunes arranque el hexagonal final que se disputará en Montevideo, entre el Estadio Centenario y el Parque Central.

Se jugará en triple horario un todos contra todos con los clasificados del Grupo A: Argentina, Paraguay y Perú.