El retorno soñado de Contador

El solomillo contaminado, el clembuterol, las idas y venidas por los estrados, la sanción final. Todo eso ya es parte del pasado para el ciclista español Alberto Contador que ayer se consagró campeón de la 67ª Vuelta de España.

El defensor de Saxo Bank vuelve a la cima del ciclismo justo en el certamen en el cual se produjo su rehabilitación para competir.

Contador, ganador del Tour de Francia 2010, dio positivo de clembuterol en setiembre de ese año. El madrileño alegó el consumo de un solomillo –corte de carne– contaminado con la sustancia prohibida, un fármaco que favorece el desarrollo de la masa muscular.

Se inició entonces un largo proceso judicial que recién en febrero de este año llegó a su fin: Contador perdió el Tour de 2010 (que cayó en manos del luxemburgués Andy Schleck) y fue sancionado por dos años de los que pudo descontar el tiempo en que estuvo fuera de las competencias en forma preventiva.

Se perdió el Tour de este año y los Juegos Olímpicos pero insólitamente corrió –entre otras pruebas– el Tour de 2011 donde finalizó en quinto lugar.

El mundo del ciclismo necesita un héroe después de que la Agencia Antidopaje de Estados Unidos sancionara de por vida a Lance Armstrong y solicitara que le retiren los siete Tours de Francia ganados entre 1999 y 2005.

Con la mancha del dopaje a cuestas, Contador intenta ponerse ese traje.

Este domingo conquistó una prueba muy dura tras 21 etapas, sosteniendo los embates de Alejandro Valverde y Purito Rodríguez. Ya había gnado la Vuelta en 2008.

“Es una presión liberada”, declaró Contador a los medios tras alzarse con la victoria, a pesar de que en la última etapa fue 54º.

“Fue una Vuelta dura desde el inicio, pero las cosas cuanto más cuestan mejor saben. Por los antecedentes con los que venía, esta victoria es muy especial para mí, doy las gracias a todos porque venía de mucho tiempo sin competir”, expresó. Ahora comienza otra era.