El verano es de Nacional

Los primeros clásicos de verano en el fútbol uruguayo se remontan a la década de 1930. Posteriormente se creó la Copa Montevideo que fue escenario de disputa de varios Nacional-Peñarol hasta febrero de 1988. Ahora es el turno para que la Copa Bimbo abra el calendario con el plato fuerte local, el clásico.

En 1996, con la Copa Hyundai en Maldonado, los clásicos de verano fueron archivados.

Pero en 2004 fueron reeditados con una marcada tendencia favorable a Nacional.

De 13 juegos clásicos disputados desde esa fechas, los tricolores ganaron seis de ellos y Peñarol solo dos.

En los cinco restantes empataron. Pero debido a la naturaleza de estos torneos, en los que siempre está en juego una Copa, todos los partidos igualados se definieron por penales. Y ahí también tiene  ventaja Nacional: 3-2. De esta forma, los albos resultaron ganadores en nueve juegos y Peñarol solo en cuatro.

La superioridad tricolor en estos clásicos, que no revisten carácter oficial, es un reflejo del dominio albo en juegos oficiales en lo que va del siglo XXI.

En total, en los 12 años que ya transcurrieron del actual siglo, se disputaron 47 clásicos (incluyendo 14 que no fueron por torneos oficiales). Nacional ganó 20, Peñarol 12 y empataron 15 (sin considerar el resultado de las definiciones por penales). 

Desde 2004 a la fecha se juegan uno o dos torneos de verano por año. En esta ocasión arrancará hoy la Copa Bimbo y el 23 comenzará la Copa ANTEL con otro clásico.

Los torneos empezaron siendo favorables para Peñarol que en 2004 se llevó la Copa Conrad disputada en el Campus de Maldonado imponiéndose 1-0 con gol de Carlos Bueno de penal.

Pero cinco días después, Nacional venció en la Copa Ciudad de Paysandú por 3-0 e hilvanó una racha de nueve clásicos de verano sin conocer la derrota.

Esto en términos estadísticos, ya que en la Copa Ricard de 2007 tras el empate 0-0, Peñarol avanzó al ganar por penales.

El 21 de enero de 2011, y de eso hace ya casi dos años, Peñarol le ganó por última vez a Nacional. Y fue por un torneo de verano, la Copa Bicentenario, cuando venció 2-1 de atrás y con un jugador de menos con tantos de Juan Manuel Olivera y Matías Mier.