El viaje instrumental de una orquesta

Si bien ya lo habían hecho en sus discos anteriores, en Quebrajar esta orquesta que nació y se mantiene como un grupo instrumental, incluye más canciones con letra, como la que da título al disco o Decumanus, que cuenta con la voz de Pedro Dalton, vocalista de Buenos Muchachos.

La lista de invitados incluye a otros dos integrantes de esa banda, Marcelo Fernández (guitarras) e Ignacio Gutiérrez (teclados), así como a Maximiliano Vélez de Ojos del Cielo y a Clara y Sofía Trucco del grupo argentino Fémina, entre otros. Algunos repiten del disco anterior (Otro cuerpo, otro esqueleto, lanzado en 2013), mientras que otros colaboran con la Mushi Mushi por primera vez.

Otro de los cambios que presenta Quebrajar con respecto al trabajo anterior de la banda es una inclusión de guitarras eléctricas, y de líneas de bajo más marcadas que en los discos anteriores, aunque esto se complementa con el estilo acústico que caracteriza a la banda, y la presencia de instrumentos que son habituales en sus composiciones como el acordeón, el cello y los violines.

Como es habitual, la banda juega y explora con diversos géneros, climas y ritmos a lo largo de los 12 temas que integran el álbum, desde el rock de Grunsh y Decumanus (el tema más oscuro del disco) hasta la samba en Palanca Brasileira, pasando por el folk y la milonga así como la música clásica, una combinación anacrónica que se ha convertido en uno de los rasgos característicos de Mushi Mushi Orquesta.

Así como la colaboración con diferentes artistas argentinos y brasileños, la incursión en géneros como la samba proviene de los contactos y aprendizajes hechos por la banda en sus viajes y giras por estos países. Esto terminó siendo uno de los ejes que definen a la identidad sonora de Quebrajar.

El disco se lanzó la semana pasada y puede escucharse de forma gratuita a través de Spotify o de la plataforma Bandcamp, donde también puede comprarse por un precio mínimo de

US$ 7.