El vino rosado está de moda: aquí una selección de los que tenés que conocer este verano

“Rosé” en muchas etiquetas, aunque en el imaginario popular local, siempre fue el rosado a secas. La misma bebida que durante décadas se asoció  a tragos cortados de bares, a beberajes propios de adolescentes –que los consumen antes de salir a bailar y muchas veces los mezclan con jugo–, y a vinos para los que no saben tomar vino, ahora está de moda.

“Hoy en día el rosado se piensa desde la viña. Es un vino con estilo, y los hay de diferentes cepas con diferentes procesos enológicos. Rosados leves, suaves y frescos hasta rosados con pasaje o fermentación en barricas más cargados y potentes”, remarcó la sommelière Antonella De Ambroggi. Además, indicó que los rosados no siempre son dulces como se cree y que, gracias al avance en materia de género la asociación del rosado como un “vino de mujeres”, ya quedó caduca.

El lugar que ocupa hoy el vino rosado es un claro ejemplo de cómo los prejuicios en torno a esta bebida van siendo derrocados por la experiencia y el conocimiento. Para la sommelière y embajadora de Wines of Uruguay, Gabriela Zimmer, el boom de los rosé se debe a que los consumidores están cada vez más educados y han ido dejando de lado los prejuicios infundados. Zimmer, que continuamente participa de ferias vinícolas internacionales, contó que el mundo entero está experimentando la demanda e interés por los rosados.

Pero todo el cambio de la mirada en torno a los rosados también tuvo que ver con la evolución de las bodegas en su elaboración. Daniel Arraspide, –sommelier, comunicador y director del portal web Vinos y bebidas– recordó que hace algunos años estos vinos solían encontrarse elaborados con una base de vino blanco y un pequeño porcentaje de tinto, carecían de aromas y frescura. Pero gracias a las cuidadas prácticas enológicas actuales, “las bodegas están logrando vinos rosados mucho mejores, que seducen en la copa con su color, luego en nariz con su perfume fragante a fruta, y en la boca por su marcada frescura”, indicó el especialista.

Por ser consumidores a una temperatura de servicio que va entre los 8 y 10 grados (o incluso más fríos) –subrayó Zimmer–, por su frescura y por sus aromas frutales, los rosé son un amor de verano infalible.

Para la directora del instituto de gastronomía UG de Punta del Este y jurado internacional de vinos y aceites de oliva, Isabel Mazzuchelli, los vinos rosados reúnen varios elementos que confluyen en una copa ideal. Y en los días de altas temperaturas que corren, todo se acentúa. Porque son frescos y versátiles para el maridaje con diversos alimentos livianos. “En temporada estival estamos más predispuestos a lo frugal y menos ortodoxo, y ahí los vinos rosados salen ganando”, aportó Arraspide a la reflexión.

Para quienes consumen vino pero no están adentrados en el universo rosé, para quienes buscan adentrarse en el mundo vinícola con sabores frescos y más suaves y para los curiosos que quieren conocer las joyitas que circulan en el mercado, expertos consultados por El Observador realizaron una selección de vinos rosados destacados para experimentar este verano.

Gabriela Zimmer- embajadora de Wines of Uruguay y sommelière

Zimmer, realizó su ranking con el top 6 de vinos rosados.

• Alta Reserva Malbec Rosé 2019 de la Bodega Giménez Méndez ($335).
• Tannat Rosé 2019 de Bodega Casa Grande ($370).
• Cabernet Franc Rosado 2019 de Familia Pisano ($279).
• Omm Marselán 2019, Viña Varela Zarranz ($140).
• Ocean Blend Rosé 2019 de Familia Deicas ($950).
• Pinot Noir Rosé 2019 de Bodega Garzón ($391).

Antonella De Ambroggi- sommelière

Para cada instante, para cada futura anécdota y para cada espacio de encuentro con uno, o con otros, hay un sabor que puede amalgamarse con nuestro estado. Por eso, Antonella De Ambroggi prefirió realizar su selección rosada en función de los momentos.

En contextos de fiesta y “vinos de piscina”, De Ambroggi se inclina por rosados como el Blush Bella Donna de Antigua Bodega ($309), el Hype de Dardanelli ($185) y el varietal Omm de Varela Zarranz ($140, aproximadamente) –realizado con la uva Marselán, según explicó la especialista–.

Para disfrutar con conocedores del vino, la sommelière elije, por su complejidad, el Rosé de la bodega Marichal ($450). Es un vino de corte 60% Pinot Noir y 40% Chardonnay.

Y, en términos gastronómicos, De Ambroggi opta por el Tannat Rosé de Artesana ($ 265), el Tannat Rosé Saignée de Carrau ($495) y el Tannat Rosé de Narbona ($365). En tanto los importados que más seducen a la especialista son el Francés de Provence By Ott de Domain Ott, y el español Petit Pittacum de Bodegas Pitaccum.

Eduardo Lanza-  ingeniero químico, experto en vinos y fundador de la Sociedad de Catadores

A modo de puerta de entrada al universo de los rosé, Eduardo Lanza recomendó el Arya Rosé Frutos Rojos ($190). El ingeniero habló de los vinos frutales como una puerta de entrada hacia un mundo “tan sofisticado”. “De sólo 8,5% grados de alcohol y suavemente dulces, el vino inicial se complementa con esencias naturales de frutas, importadas de España, para darles su carácter amable y muy entrador”, explicó sobre el Arya.

Por otro lado, Lanza destacó el Trendy Rosado de Antigua Bodega ($240) y lo definió como un “tentador frizzante” que se suma a una tendencia mundial de vinos con de menor graduación alcohólica. “En general son ligeros, frescos, frutados y casi siempre dulzones, apuntando a captar nuevos públicos, sobre todo entre los jóvenes”, agregó el experto y explico que este tipo de vinos gasificados tienen menor contenido de anhídrido carbónico disuelto, por eso no califican como espumosos.

Otros de los rosados que Lanza consideró fueron el Tempranillo Rosado de Bouza ($700), el Pinot Noir Rosé de Garzón ($380) y el Artesana Tannat Rosado ($ 265).

Daniel Arraspide- sommelier y comunicador

Para Daniel Arraspide, es posible identificar varios vinos dentro de “los mejores rosados”, pero prefirió limitar su elección a tres vinos con perfiles distintos, que son elaborados por bodegas uruguayas y que pueden encontrarse en el mercado local de forma sencilla sin tener que realizar “grandes desembolsos de dinero”.

Por un lado, Arraspide destacó al Rosé 2019 de la bodega Familia Traversa ($160). Porque es “delicado y fino por donde se lo mire – desde su etiqueta y cápsula, hasta su color al mejor estilo de los vinos franceses de Provenza–“y, porque ofrece un “sabor franco que refleja su frescura”. El consejo del experto para disfrutar al máximo de este vino: beberlo en compañía de unas bruschetas clásicas de tomate y unos pinchos de camarones.

El Arya Rosé y Frutos rojos de DEEP ($195) es el vino frutal recomendado para consumidores principiantes. “Tiene un tenor alcohólico moderado (8 grados) y es  ideal para el verano, para beber al lado de la piscina, en el camping y en la playa, libre de preconceptos”, enfatizó Arraspide.

“Una confirmación de que los vinos rosados de guarda viven y luchan” es, para el sommelier, el Toscanini Reserve Marselán Rosé 2017 ($239). Un vino de gran cuerpo para su categoría, de esos que acompañan un buen plato sustancioso y que acompañan fantásticamente a una tabla de quesos o a carnes blancas a la parrilla.

Isabel Mazzuchelli- jurado internacional de vinos y aceite de oliva

El Rosé Cabernet Franc Merlot de Alto de la Ballena ($365) es uno de los rosados predilectos de Isabel Mazzuchelli. Se trata de una bebida “excelente para acompañar comidas o aperitivos, porque tiene una buena acidez y un frutado fresco e intenso”, según la especialista. Además, seleccionó el rosé espumoso Brut Nature Pinot Noir de la bodega Pisano, seco e intenso.

*Todos los precios incluidos en esta nota son una aproximación, dado que no todos los comercios manejan los mismos precios.