En el Frente Amplio todos se creen ganadores aunque la plata aún no aparece
El acuerdo por la Rendición de Cuentas dejó conforme a casi todos los sectores
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04 de agosto de 2016 a las 05:00
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Un tanto abatido, Oscar de los Santos (Alianza Progresista) se lamentaba en el ambulatorio de la Cámara de Diputados. "Yo no recuerdo haber visto algo así, no sé qué va a pasar. El Frente siempre ha salido de estas situaciones pero ahora...", comentó el parlamentario cerca de las cinco de la tarde del lunes 1 luego de dejar atrás la sala de reuniones donde una delegación del Secretariado Ejecutivo de la coalición trataba, sin aparente éxito, convencer a los legisladores "rebeldes" que se negaban a votar los recortes educativos previstos en la Rendición de Cuentas.
Cerca de De los Santos, el diputado Sergio Mier (Liga Federal) advertía que ni siquiera con la aplicación de la disciplina partidaria lo iban a poder apartar de sus convicciones. "Acá no se trata de ser duro; duros o blandos son los churrascos. Los hombres son o no son coherentes", dijo marcando su rechazo a la propuesta que también era resistida por el Partido Comunista y el PVP.
Sin embargo, pasó la noche del primer lunes de agosto y en la mañana del martes 2, la tormenta en la izquierda ya había escampado dejando a todos los sectores convencidos de que, de alguna manera, se llevaron consigo la mejor parte en el tira y afloje.
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Pero, como fue dicho y más allá de las declaraciones públicas, en los principales sectores del oficialismo cada quien cree haber logrado sus objetivos pese a que no parecen coincidir del todo.
Fuentes del Frente Líber Seregni (FLS) y del Movimiento de Participación Popular (MPP) dijeron a El Observador que, para empezar, consideran que el acuerdo no necesitó de una cantidad desmedida de dinero. El Poder Ejecutivo quería cortar $1.500 millones de pesos en la Anep, la Udelar y el Inau y luego tranzó en darle a esos organismos unos $871 millones.
En las tantas reuniones de bancadas protagonizadas en las últimas horas, parlamentarios de esos sectores -que jugaron fuerte para que se aceptara la oferta final del Ejecutivo- consideraron que es posible recuperar el gasto que quede por el camino a través de asignación de recursos que todavía no están muy claras.
¿Pero quién asegura que el presidente cumplirá su promesa? Desde los sectores que hasta último momento se opusieron al recorte consideran que sería muy peligroso para el mandatario no presentar una solución al problema antes de que termine el 2016. Faltan tres años para que culmine el mandato de Vázquez y un incumplimiento tan flagrante, dicen, le sería recordado en la primera oportunidad que precise todos los votos de los diputados.
"Hay una palabra dada. Nosotros tampoco podemos agarrar del cogote a nadie. Confiamos en que se cumpla lo prometido", dijo a El Observador el diputado Pérez.
Por su lado, la lista 711 del vicepresidente Raúl Sendic siguió de cerca las negociaciones entre las partes aunque le quitó dramatismo a la posibilidad de que la bancada se dividiera.
La solución no estuvo libre de negros augurios que, en pocas horas, se diluyeron. Como muestra, vayan estos dos tuits escritos por José Carlos Mahía (FLS) –uno antes del acuerdo y el otro después- con menos de 24 horas de diferencia.
"A la unidad del FA seguro se puede contribuir de distintas maneras...en la Rendición de Cuentas de hoy yo contribuí con mi silencio. Hoy...", escribió primero en claro sentido de advertencia sobre sus futuras palabras. "El Frente Amplio contra las cuerdas logró un acuerdo total. La mejor noticia, otra vez, es la unidad de acción, todos cedimos, todos ganamos", celebró después.
La Cámara de Diputados terminará hoy de votar la Rendición de Cuentas, y luego pasará al Senado que tiene 45 días para aprobarla. Después , con la llegada de la primavera, se creará esa comisión convocada por el presidente Vázquez de la que se sabe tan poco pero en la que todos confían.
Cerca de De los Santos, el diputado Sergio Mier (Liga Federal) advertía que ni siquiera con la aplicación de la disciplina partidaria lo iban a poder apartar de sus convicciones. "Acá no se trata de ser duro; duros o blandos son los churrascos. Los hombres son o no son coherentes", dijo marcando su rechazo a la propuesta que también era resistida por el Partido Comunista y el PVP.
Sin embargo, pasó la noche del primer lunes de agosto y en la mañana del martes 2, la tormenta en la izquierda ya había escampado dejando a todos los sectores convencidos de que, de alguna manera, se llevaron consigo la mejor parte en el tira y afloje.
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Pero, como fue dicho y más allá de las declaraciones públicas, en los principales sectores del oficialismo cada quien cree haber logrado sus objetivos pese a que no parecen coincidir del todo.
Fuentes del Frente Líber Seregni (FLS) y del Movimiento de Participación Popular (MPP) dijeron a El Observador que, para empezar, consideran que el acuerdo no necesitó de una cantidad desmedida de dinero. El Poder Ejecutivo quería cortar $1.500 millones de pesos en la Anep, la Udelar y el Inau y luego tranzó en darle a esos organismos unos $871 millones.
En las tantas reuniones de bancadas protagonizadas en las últimas horas, parlamentarios de esos sectores -que jugaron fuerte para que se aceptara la oferta final del Ejecutivo- consideraron que es posible recuperar el gasto que quede por el camino a través de asignación de recursos que todavía no están muy claras.
¿Pero quién asegura que el presidente cumplirá su promesa? Desde los sectores que hasta último momento se opusieron al recorte consideran que sería muy peligroso para el mandatario no presentar una solución al problema antes de que termine el 2016. Faltan tres años para que culmine el mandato de Vázquez y un incumplimiento tan flagrante, dicen, le sería recordado en la primera oportunidad que precise todos los votos de los diputados.
"Hay una palabra dada. Nosotros tampoco podemos agarrar del cogote a nadie. Confiamos en que se cumpla lo prometido", dijo a El Observador el diputado Pérez.
Ganadores.
Los rebeldes creen que la presión que le metieron al Frente Amplio tuvo su efecto en el presidente Vázquez quien pasó de reclamar una y otra vez que se acatara el acuerdo primigenio con la bancada, a proponer un "ámbito de negociación" en el que, sugiere, quedarán todos los legisladores conformes.Por su lado, la lista 711 del vicepresidente Raúl Sendic siguió de cerca las negociaciones entre las partes aunque le quitó dramatismo a la posibilidad de que la bancada se dividiera.
La solución no estuvo libre de negros augurios que, en pocas horas, se diluyeron. Como muestra, vayan estos dos tuits escritos por José Carlos Mahía (FLS) –uno antes del acuerdo y el otro después- con menos de 24 horas de diferencia.
"A la unidad del FA seguro se puede contribuir de distintas maneras...en la Rendición de Cuentas de hoy yo contribuí con mi silencio. Hoy...", escribió primero en claro sentido de advertencia sobre sus futuras palabras. "El Frente Amplio contra las cuerdas logró un acuerdo total. La mejor noticia, otra vez, es la unidad de acción, todos cedimos, todos ganamos", celebró después.
La Cámara de Diputados terminará hoy de votar la Rendición de Cuentas, y luego pasará al Senado que tiene 45 días para aprobarla. Después , con la llegada de la primavera, se creará esa comisión convocada por el presidente Vázquez de la que se sabe tan poco pero en la que todos confían.
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