En julio se terminará de vacunar a los agendados y faltarán brazos para alcanzar inmunidad de rebaño

Con casi el 60% de la población inoculada, en Israel atribuyen su éxito a la campaña de vacunación contra el covid-19, que tomó un ritmo acelerado desde el comienzo. De este lado del hemisferio esos indicadores parecen todavía lejanos.

A nivel mundial aún no hay un consenso establecido sobre la proporción de población vacunada que debe haber para reducir la transmisión del virus, pero el porcentaje con más aceptación es 70% para alcanzar la inmunidad de rebaño.

Con las cifras de vacunación de este viernes, Uruguay lleva vacunado al 32% de la población total.

A mediados de julio, el país habrá logrado completar la vacunación con las dos dosis a todas las franjas de edades y grupos habilitados que se anotaron para vacunarse, eso representa a un 55% de la población total –alrededor de 1.945.000 millones de personas–. Por esos días, las personas de entre 18 y 70 años que recibirán la primera dosis de Sinovac con el embarque que llegará en mayo, se inocularán con la segunda dosis.

A su vez, hasta el momento, hay un 28% de las 2.674.338 personas mayores de 18 años que no se agendó y, por lo tanto, para mediados de julio seguirán faltando personas vacunadas para alcanzar una inmunidad colectiva. El gobierno planea administrar la vacuna también a adolescentes de entre 16 y 17 años, pero son unas 100 mil personas.

Los departamentos que, individualmente, no alcanzarán a inmunizar al 70% de su población con las personas que ya hay en la agenda son Canelones y Paysandú, dijeron fuentes vinculadas con el plan de vacunación.

"El viernes próximo cumplo catorce días de mi segunda dosis, tengo muchas ganas de abrazar a mi nieto sin tapabocas, y lo voy a hacer; no creo estar corriendo ninguna clase de riesgo. Eso es en lo personal; es una pequeña alteración de mi burbuja", contó el integrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) Henry Cohen ante los legisladores este martes en la comisión especial para el seguimiento de la pandemia tras haber recibido las dos dosis de la vacuna y haber completado los 14 días siguientes.

Pero, para que toda la población pueda hacer esos pequeños cambios tiene que avanzar la vacunación para alcanzar un nivel de inmunización colectiva mayor al actual. Mientras tanto, se deben mantener las medidas de prevención, recordó Cohen.

El horizonte de setiembre

En Uruguay, el horizonte para comenzar a hacer cambios en la vida diaria, como está ocurriendo en Israel, es setiembre, consideraron los epidemiólogos consultados por El Observador.

Por su parte, el gobierno tiene un pronóstico acerca de cómo seguirá la pandemia en las próximas semanas: en los próximos 15 días el país seguirá en una "meseta" alta y pasado ese período los contagios comenzarán a descender.

Así se los transmitió el presidente, Luis Lacalle Pou, a los intendentes del Frente Amplio –Carolina Cosse, Yamandú Orsi y Andrés Lima– este martes. El descenso de contagios vendrá de la mano la reducción de la movilidad y a través del efecto que va a empezar a mostrar la vacunación, confían en el Poder Ejecutivo.

El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, lo había pronosticado en marzo, en entrevista con el semanario Búsqueda. "La fecha en la que vamos a estar más o menos seguros, razonablemente bien, va a ser para la primavera" porque "vamos a tener una gran cantidad de inmunizados", dijo.

El infectólogo Homero Bagnulo prefirió no hacer pronósticos porque lo que suceda desde ahora hasta agosto o setiembre "no se ve tan fácil". A su vez, consideró que hacer comparaciones con Israel "es al menos llamativo" porque "Israel no tiene a Argentina y Brasil al lado" y el transcurso de la pandemia en Uruguay todavía "no hay nada solucionado, cada vez hay más muertos", dijo.

Con el número de reproducción de la pandemia por debajo de uno–un indicador que revela a cuántas personas infecta un contagiado– desde hace varios días, los científicos del GACH señalaron que Uruguay está "en un descenso del pico de casos", aunque es difícil atribuirlo a un fenómeno en particular y llevará unas semanas más confirmar el descenso.

"La confirmación de estos datos a lo largo de las próximas semanas dependerá de cómo se comporten los determinantes de la transmisión, los que incluyen cantidad, calidad y tiempo de las interacciones personales, grado de inmunidad de la población y comportamiento de las variantes circulantes del virus”, explicó el coordinador del GACH Rafael Radi ante los legisladores este martes, en la comisión especial para el seguimiento de la pandemia.

Lo cierto es que las medidas de protección no farmacológicas –uso de tapabocas, distancia física e higiene de manos– deberán continuar "hasta lograr un nivel de vacunación comunitaria completa y en porcentajes elevados", señaló Radi.

El momento para empezar a usar menos los tapabocas y que haya más aperturas de actividades cuando la gran mayoría de la población esté inmunizada también depende de factores importantes que afectarán el camino hacia la inmunidad de rebaño, como la velocidad del plan de vacunación, la aceptación de la población a inocularse, la duración de la inmunidad y el surgimiento de nuevas variantes más contagiosas o letales, según coincidieron con Radi los científicos consultados por El Observador.

En el GACH consideran que la situación de control de la pandemia llegará cuando por el efecto de la vacunación baje el número de contagios y eso, más allá de la vacunación, empieza a verse a partir de las interacciones de ahora. Si los contagios bajan en mayo "ahí recién podremos aspirar a que la vacuna empiece a hacer el trabajo", explicó el matemático Fernando Paganini ante los legisladores.