En los ojos del mundo

Alejandra tenía ocho años cuando el entonces entrenador de Olimpia, Miguel Berger, la llevó a la cancha de Scuola Italiana a jugar en la categoría sub 12 del hándbol infantil uruguayo. No quiso entrar. Vio muy grandes a las rivales y no se animó: miedo puro.

Diez años después, Alejandra estudia ofertas de Europa y de Brasil para irse a jugar al exterior. Lo que jugó este año en los mundiales junior y juvenil le hizo abrir los ojos a muchos entrenadores del planeta: talento sin límites.

Tímida, autocrítica y humilde, Alejandra contó a El Observador lo que pasó en ese período: “Me costó pila, por mi forma de ser; al principio no jugaba mucho y de a poco fui ganando minutos”.

Sus hermanas, Daniela y Natalia, compañeras de equipo, fueron claves en su adaptación.

En su casa siempre se respiró deporte: su padre José jugó al básquetbol en Olimpia y su madre, Estela Pessano, defendió al mismo club en vóleibol.

Alejandra empezó con la gimnasia aeróbica pero al poco tiempo siguió los pasos de sus hermanas y se fue al hándbol.

“Es una de las jugadoras de futuro para la selección uruguaya”, cuenta Berger, su técnico en Goes y en las selecciones junior (sub 21) y juvenil (sub 18).

Este año, Alejandra jugó los dos Panamericanos de la categoría donde Uruguay obtuvo dos medallas de plata y disputó los dos mundiales en Europa.

Entre los cuatro torneos hizo 156 goles, lo que promedia 39 por certamen y 6,7 por partido.

En el Panamericano juvenil disputado en mayo, en Santiago, tuvo tres distinciones históricas: fue elegida en el equipo ideal (al igual que Martina Barreiro), fue la goleadora con 40 anotaciones y fue la mejor jugadora del torneo.

En el Mundial junior –ante rivales profesionales y de gran poderío físico– metió 44 dando tres años de ventaja.

“Fue un torneo en el que se dio de asumir más responsabilidades”, contó Alejandra que estudia diseño gráfico.

Al mes, en el Mundial juvenil de Montenegro, metió 53, terminó como la tercer mejor anotadora y fue la segunda mejor en asistencias con un partido menos jugado respecto a quienes la superaron.

Ahora a los 18 años estudia ofertas para 2013. La seduce una de Brasil porque le ofrecen una beca para estudiar. Es completa.