En medio de reclamos políticos ANCAP vuelve a donar a escuelas
Hace seis meses dejó de brindar gasoil a centros para niños con discapacidades
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19 de junio de 2016 a las 17:46
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La semana pasada, el diputado nacionalista Jorge Gandini aseguró que, luego de 30 años, ANCAP había dejado de donar combustible a la Asociación Nacional para el Niño Lisiado Escuela Roosevelt, que el centro utilizaba para las cuatro camionetas que todos los días pasan a buscar a los 80 niños y jóvenes que asisten por tener alguna discapacidad motriz, en su mayoría severa. "Hace algunos días se les comunicó que no recibirán más ese combustible, por lo cual la dificultad de prestar la atención es casi insalvable", dijo Gandini a El Observador en un artículo publicado el viernes 17.
A raíz de las declaraciones del legislador, El Observador se comunicó con Enrique Singlet, presidente de la Comisión Directiva de la Escuela Roosevelt, quien manifestó que era probable que la escuela dejara de funcionar el año que viene. El ente dejó de brindar gasoil a ese centro y a otros más que atienden a personas con alguna discapacidad porque no se renovó un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) que, desde el año pasado, era el organismo encargado de distribuir esas donaciones.
Eso provocó que los fondos de reserva que la escuela tiene empezaran a ser utilizados en parte para pagar el gasoil que necesitan las camionetas. Esa situación, sumada a que las partidas que reciben no les están siendo suficientes para solventar los costos por niño –calculado en $ 20 mil mensuales- marcaba un futuro oscuro para el centro, según el relato de Singlet.
Luego de hablar con el presidente del consejo directivo de la escuela, El Observador se comunicó con ANCAP.
Según las fuentes, la decisión le fue comunicada a la directiva de la Escuela Roosevelt el martes pasado. Sin embargo, desde la escuela aseguraron a El Observador que integrantes de ANCAP se comunicaron el viernes pasado por la tarde para informarles que el lunes estarían recibiendo los bonos que no veían desde enero.
El 20 de abril, el consejo directivo envió una carta a la presidencia de ANCAP en la que le solicitó que restablecieran la donación.
"Esperamos de ANCAP la consideración de siempre siendo uno de los puntales de la obra que llevamos adelante y que hace posible el traslado de niños cuyas familias no cuentan ni con medio de transporte ni recursos económicos", escribieron.
El presupuesto anual de la escuela es de $ 25 millones. Con ese dinero pagan los sueldos de los 53 funcionarios fijos más otros técnicos y especialistas, dan desayuno, almuerzo y merienda a los 80 niños y realizan talleres enfocados en la rehabilitación. También cuentan con un fondo que hoy es de US$ 13 mil obtenido por donaciones.
A raíz de las declaraciones del legislador, El Observador se comunicó con Enrique Singlet, presidente de la Comisión Directiva de la Escuela Roosevelt, quien manifestó que era probable que la escuela dejara de funcionar el año que viene. El ente dejó de brindar gasoil a ese centro y a otros más que atienden a personas con alguna discapacidad porque no se renovó un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) que, desde el año pasado, era el organismo encargado de distribuir esas donaciones.
Eso provocó que los fondos de reserva que la escuela tiene empezaran a ser utilizados en parte para pagar el gasoil que necesitan las camionetas. Esa situación, sumada a que las partidas que reciben no les están siendo suficientes para solventar los costos por niño –calculado en $ 20 mil mensuales- marcaba un futuro oscuro para el centro, según el relato de Singlet.
Luego de hablar con el presidente del consejo directivo de la escuela, El Observador se comunicó con ANCAP.
Según las fuentes, la decisión le fue comunicada a la directiva de la Escuela Roosevelt el martes pasado. Sin embargo, desde la escuela aseguraron a El Observador que integrantes de ANCAP se comunicaron el viernes pasado por la tarde para informarles que el lunes estarían recibiendo los bonos que no veían desde enero.
El 20 de abril, el consejo directivo envió una carta a la presidencia de ANCAP en la que le solicitó que restablecieran la donación.
"Esperamos de ANCAP la consideración de siempre siendo uno de los puntales de la obra que llevamos adelante y que hace posible el traslado de niños cuyas familias no cuentan ni con medio de transporte ni recursos económicos", escribieron.
Costos
Trasladar a los 80 niños y jóvenes de 2 a 18 años de sus casas a la escuela y viceversa, implicó en 2015 que cuatro camionetas recorrieran casi 90 mil kilómetros. Según los cálculos del centro, el gasto de combustible por esos kilómetros recorridos fue de $ 354.510, que equivalen a 9.213 litros de gasoil. De los más de 9.000 litros utilizados el año pasado, ANCAP donó 8.800. El convenio con el Mides establecía entregar bonos por 800 litros, todo el año excepto en enero, cuando la escuela está cerrada.El presupuesto anual de la escuela es de $ 25 millones. Con ese dinero pagan los sueldos de los 53 funcionarios fijos más otros técnicos y especialistas, dan desayuno, almuerzo y merienda a los 80 niños y realizan talleres enfocados en la rehabilitación. También cuentan con un fondo que hoy es de US$ 13 mil obtenido por donaciones.
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