Expansión de tecnológicas: entre la necesidad de fondos y el desafío de hacerlo en solitario

Llegar a varios países a través de dinero propio es un desafío que no todos pueden asumir

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18 de noviembre de 2020 a las 05:01

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En el mercado uruguayo hay dos formas de lograr la internacionalización para las empresas tecnológicas: a través de fondos propios o con capitales extranjeros. Uno de los últimos movimientos fue la del grupo colombiano Siigo, que compró la tecnológica local Memory. Gracias a la fusión, recibieron la inversión de Accel-KKR, uno de los principales fondos del Silicon Valley. 

Para el presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), Leonardo Loureiro, todo depende del grado de madurez que tenga la compañía. En este sentido, explicó que hay algunas empresas que comienzan la expansión de manera secuencial y así van conquistando mercados en la medida que pasa el tiempo. 

Para expandir una empresa tecnológica en Uruguay se necesita como mínimo US$ 500 mil. Si lo que se busca es conquistar el continente, la cifra crece de manera exponencial.

Sin embargo, en el otro extremo, hay ejecutivos que deciden dar el salto en grande y salen a tratar de expandirse por continentes enteros. En este caso, según el directivo, se suele apostar por capitales extranjeros o fusiones entre varias empresas. “Si querés transformarte en una empresa global, los montos que se manejan son muy grandes y no suelen haber empresas locales que los tengan”, agregó Loureiro.

A pesar de que se dan las dos formas de expansión, Loureiro puntualizó que pocas empresas uruguayas pudieron llegar a varios mercados a la vez a través de fondos propios. “Son alrededor de cinco”, puntualizó.

Uruguay no tiene un mercado tan desarrollado como el brasileño o el argentino. Pero según Loureiro, recibir fondos extranjeros pone al país sobre el tapete y mejora las condiciones para que las empresas puedan exportar sus servicios.

A modo de ejemplo, el directivo de CUTI mencionó que Uruguay es el tercer exportador de América Latina en valores absolutos. Una de las  razones es que muchas empresas se han expandido y lograron una inyección de dinero. “Eso hace que los resultados se vean y el mercado madure”, subrayó Loureiro.

El diferencial

Más allá del dinero que se puede lograr con la llegada de capitales extranjeros, Loureiro dijo que este tipo de operaciones conllevan visibilidad y permiten que el sector muestre sus fortalezas.

En este mismo sentido, el director de Memory, Roni Lieberman dijo que la adquisición de Siigo y el capital de Accel-KKR significan poder trabajar en las grandes ligas. Esto implica que habrá un trabajo en equipo constante con el resto de las empresas del grupo colombiano, las cuales son muy parecidas entre sí desde el punto de vista de la cultura empresarial.

“Este fondo se especializa en empresas que, desde la perspectiva del modelo de negocio, hacen lo mismo que nosotros y tienen 210 inversiones en el resto del mundo”, explicó Lieberman.

Por eso, según el directivo, más allá de poder contratar más y mejores equipos, tener más recursos humanos, el negocio se potencia porque ahora son parte de algo más grande. A su vez, esto tiene un efecto cascada en Uruguay ya que entran a jugar aspectos que antes no eran considerados en el mercado. “Hay un valor agregado que es mucho más que el dinero en sí”, puntualizó.

Lo que desarrollaron Loureiro y Lieberman se explica a través del concepto de smart money, según afirmó el decano de Ingeniería de la ORT, Eduardo Mangarelli. “Es como que recibas US$ 500 mil y además una persona en el directorio con mucha experiencia y la posibilidad de llegar a 10 potenciales clientes”, dijo.

Sobre las formas de expansión, Lieberman coincidió que se dan varias maneras. Contó que desde Memory intentaron salir de fronteras por sí solos y fue muy difícil lograr el éxito al que aspiraban. Para el empresario, esto pasa porque la escala del mercado uruguayo es muy chica, lo que implica aprender para llegar a otros lugares. “Además, la cifra que necesitás para expandirte en serio, es enorme”, explicó.

Por otra parte, Lieberman destacó que en cualquiera de los procesos el ecosistema emprendedor suele estar muy presente para prestar un consejo cuando las cosas no van como se esperaba.

Loureiro, por su parte, explicó que desde hace unos años se da un “triángulo entre el gobierno, las empresas y el ecosistema”. Esto es clave para el desarrollo del sector, dado que permanente hay diálogo en pos de mejorar.  

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