Carlos Pazos

Expulsados de Los Palomares por Los Chingas recuperaron sus bienes

Guardia Republicana llevó los muebles y electrodomésticos que utilizaban los usurpadores hasta los domicilios de los expulsados

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24 de agosto de 2018 a las 20:48

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Algunas de las personas que fueron expulsadas por la banda de narcotraficantes Los Chingas en Casavalle recuperaron este viernes los muebles, electrodomésticos y ropa que quedaron en las casas de donde habían sido sacados a la fuerza para ser habitadas por usurpadores, informó el Ministerio del Interior.

La tarea fue ordenada por la fiscal del caso, Mónica Ferrero, y ejecutada por la Guardia Republicana que cargó y trasladó los bienes recuperados hasta los nuevos domicilios de las familias expulsadas del barrio.


Entre los objetos que quedaron en las viviendas había álbumes de fotos, documentos de identidad e incluso carnés escolares y liceales que los antiguos propietarios dejaron atrás cuando los delincuentes los expulsaron a punta de pistola.

La banda de Los Chingas expulsó a 110 personas de sus hogares en la Unidad Misiones (Los Palomares) en 2017. Algunos de los que debieron abandonar su vivienda denunciaron a sus agresores, lo que inició una investigación que terminó con la captura de parte de la banda.

Luego de que el presidente Tabaré Vázquez impulsara un censo en Los Palomares, el Ministerio del Interior pudo comprobar que en las antiguas casas de quienes denunciaron haber sido expulsados vivía gente que aunque declaraba haber llegado a esa vivienda hacía tres o cuatro años, en realidad lo habían hecho solo algunos meses antes. Por esta razón, siete personas fueron enviadas ante la Justicia y condenadas por usurpación y hurto de energía eléctrica.

Solo una mujer, considerada como líder de la banda criminal, fue enviada a prisión a la espera de un juicio definitivo. El resto logró acordar con la fiscalía para reducir su pena y evitar así la prisión, aunque fueron obligados a abandonar las viviendas que ocupaban y se les prohibió volver al barrio por un plazo de seis meses.

Ante la Justicia, todos ellos declararon haber comprado la unidad sin saber que sus dueños anteriores habían sido expulsados. Sin embargo, se apropiaron de los bienes que estaban en el lugar y se sacaban fotos con ellos, según dijo la fiscal ante la Justicia.

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