Las gotas Green Sap para tratar algunos tipos de cáncer comenzaron a venderse nuevamente en Uruguay, luego de varios años en los que el laboratorio que las fabrica había sido inhabilitada por el
Ministerio de Salud Pública.
En diálogo con El Observador, el creador de las gotas y fundador de la Cámara Uruguaya de Fitomedicamentos, Juan Ortas, señaló que empezaron a venderse nuevamente luego de cuatro años de haberse retirado del mercado. Desde el año 2000 hasta 2011 las gotas se comercializaban como fármaco a través del laboratorio Labeco -también a cargo de Ortas- pero el Ministerio de Salud Pública lo inhabilitó por entender que no cumplía con los requisitos de funcionamiento exibidos.
"Vuelvo para atrás tres pasos, de tener un fármaco ahora paso a tener homeopatía. Pero prefiero eso a no estar habilitado en Uruguay", dijo Ortas.
El creador de la fórmula llegó a un acuerdo con la empresa Homeovita que se encarga de distribuirlas como homeopatía.
Las gotas Green Sap son similares a las GS, las cuales el
MSP prohibió durante un año ante la denuncia de un paciente que alegó haber sufrido problemas hepáticos. El gobierno
volvió a habilitar su venta en setiembre de 2014 al no encontrar rastros de toxicidad. La habilitación fue bajo la condición que se vendieran como homeopatía a través de la empresa francesa Ambar, que cumplía con los requerimientos para la fabricación del producto. Sin embargo, su creador, Edelmar Siqueira, decidió no volver a comercializarlas.
La fórmula de las gotas se basa en romero, carqueja y llantén y, a partir de un proceso botánico, sus creadores le atribuyen poderes curativos contra los tipos de
cáncer que involucran al sistema nervioso central, como por ejemplo el de próstata, mama, pulmón y cerebro.
"Si no tenés metástasis, hay un 80% de posibilidades de eliminar el cáncer", aseguró Ortas a El Observador, y agregó que el tratamiento puede llevar entre seis meses y cinco años, dependiendo de la fase de la enfermedad en la que se encuentre el paciente. Su creador afirmó que las gotas cortan el proceso de alimentación de las células cancerosas, por lo que terminan muriendo.
En setiembre de este año, un grupo de pacientes juntó
50 mil firmas para que vuelvan a distribuirse las gotas GS, pero Siqueira no habilitó a la empresa de homeopatía francesa Ambar a utilizar la fórmula.