Diego Battiste

El Gran Parque Central es víctima de las decisiones políticas y de un pedido de la barra

Cada cambio de presidente llegó con comisión de obras nuevas y con proyectos diferentes; el último fue a pedido de la barra: no hacer los palcos proyectados en las cabeceras

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05 de abril de 2019 a las 05:01

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Nacional necesita US$ 11 millones para terminar las obras en el Gran Parque Central, que se reparten de la siguiente forma: US$ 4 millones a proveedores de anteriores etapas y una cifra estimada en US$ 7 millones para terminar los palcos de la tribuna José María Delgado, la tribuna Abdón Porte y la Atilio García, informó a Referí Gonzalo Lucas, directivo responsable en la Comisión de Patrimonio y Obras del club.

El miércoles los dirigentes comenzaron reuniones con los palquistas de los niveles 0, 1 y 2 de la tribuna Delgado (66 palcos) para contarles cuál es la situación actual y cómo se puede seguir adelante: “Podemos salir a buscar los US$ 11 millones y hasta que no los tengamos no hacemos nada, o empezar a segmentar el problema”, explicó Lucas.

La solución más viable para el club en este momento es terminar los palcos de esos tres niveles, obra que costaría entre US$ 1,2 millones y US$ 1,5 millones.

Para conseguir la financiación los dirigentes le plantearon a los palquistas la posibilidad de que extiendan 10 años el contrato y con el producido de la venta de esas extensiones, si ellos aceptan, hacer la obra. El club le dio a los socios un mes de plazo para responder.

Si al cabo de ese plazo hay un alto porcentaje de palquistas que aceptan (70%), se llamará a licitación para que coticen la obra llave en mano. De lo contrario seguirán buscando recursos. En la reunión del miércoles, algunos estuvieron de acuerdo y otros no.

Varios de los palquistas presentes en la reunión se retiraron con bronca por la propuesta del club. “La solución mágica es que pongamos US$ 37 mil cada uno, pero nosotros ya pusimos la guita, que se utilizó para la Abdón y no se terminaron los palcos; el problema es de todos los socios, no solo de nosotros” contó un palquista a Referí.

Agregó que “nos ponen entre la espada y la pared, porque si no se hace la obra seguiremos sin el palco” y señaló que hay dos tipos de palquistas: los que ya lo tenían y un día se los sacaron para la obra y los que compraron y nunca se los entregaron.

Hasta el momento los dirigentes intentaron sin éxito otras fórmulas para conseguir el dinero. “Hablamos con empresas que reformen estadios a costo de ellos y que después se cobren con el producido del estadio, pero como Nacional tiene muchos ingresos cedidos para su financiamiento con el BROU y con inversores privados, eso no es factible”, admitió Lucas.

También se intentó comercializar el nombre del Parque, pero hasta ahora no lograron un valor que valga la pena; se buscó hacer una campaña de socios vitalicios, pero se toparon con restricciones por Estatuto y hacerlo llevará un tiempo y tienen que resolver si se hace para eso, para el club social u obras de infraestructura en Los Céspedes.

La directiva es consciente que al socio general no se le puede pedir más dinero porque ya se le aumentó el 50% la cuota social para poder equilibrar el presupuesto en el área deportiva.
El próximo paso es reunirse con los palquistas de los niveles 3, 4, 5 y 6 de la Delgado (107 palcos) “que tienen un problema un poco más grande” dijo Lucas, y también con los socios para terminar lo que falta de la Abdón Porte y la Atilio García. Lo seguro, según el dirigente, es que “no vamos a hacer nada de obra que no esté absolutamente financiada, que ese es parte del problema”.

Pasaron 15 años

El Gran Parque Central es víctima de las decisiones políticas del club porque hace 15 años que se está remodelando y los proyectos fueron cambiando a medida que cambiaron los dirigentes. Con la llegada de cada nuevo presidente, asumió una nueva comisión que orientaba la obra hacia un lugar diferente.

El 11 de marzo de 2004 se levantó la cancha para comenzar los trabajos de la primera parte del proyecto inicial presentado durante la presidencia de Eduardo Ache y con Morgan Martínez como brazo ejecutor. Se hizo el campo de juego nuevo, se mejoraron los vestuarios, la iluminación y se construyeron los primeros 25 palcos en la tribuna principal, a un costo cercano a los 700 mil. En 2006 asumió como presidente Ricardo Alarcón y las obras del Parque pasaron a manos de Daniel Majic. En 2007 se construyó la bandeja alta de la tribuna Atilio García; en 2008 el sector bajo de la Abdón Porte y en 2010 el sector bajo de la Héctor Scarone, y en 2012 el alto.

Luego volvieron Ache a la presidencia y Martínez al Parque. En 2014, antes de terminar el mandato, presentaron un proyecto de ampliación a 40 mil espectadores con 12 unidades de negocios (hotel, estacionamiento, locales comerciales, museo) y un estudio de factibilidad que ese modelo le dejaba US$ 2 millones por año al club. Este proyecto incluía palcos en las cabeceras Abdón Porte y Héctor Scarone y el costo total era de US$ 20 millones, de los que había US$ 11 millones en el BROU.

Al mismo tiempo, Peñarol había comenzado la construcción de su estadio Campeón del Siglo que le costó US$ 40 millones y fue inaugurado en 2016.

En julio de 2015 hubo un banderazo de los hinchas tricolores que se oponían a la construcción de palcos en las cabeceras. En octubre de ese año una asamblea de socios votó la continuidad de ese proyecto y aprobó lo actuado.Sin embargo, en diciembre de 2015 José Luis Rodríguez ganó las elecciones, destronó a Ache y se volvió a cambiar el plan. En una asamblea llevada a cabo en julio de 2016, un grupo de socios influidos por la barra que no quería los palcos en las cabeceras del Gran Parque Central votó el nuevo estadio que tendría un costo de US$ 38 millones y fue presentado por Mario Garbarino, quien se hizo cargo de las obras con la asunción de Rodríguez. De esa cantidad se pagaron US$ 27 millones; los otros US$ 11 millones son los que faltan ahora.

Garbarino presentó un proyecto sin los 50 palcos que iban a estar en las cabeceras y que los hinchas no querían y se distribuyeron en la Atilio García por el mismo precio. Los palcos que valían US$ 35 mil en la Abdón Porte o la Scarone, pasaron a ocupar un lugar en el Parque cuyo valor rondaba los US$ 60 mil y US$ 80 mil, lo que representó una pérdida de casi US$ 2 millones.

Bronca de los palquistas

- En 2008 se vendieron los palcos del nivel 1 y 2 de la Delgado a US$ 40 mil aproximados cada uno por 15 años.
- No se cumplieron los plazos de obra y entrega. Finalmente se entregaron en setiembre de 2009 (hasta 2024).
- A poco tiempo de entregarlos les propusieron una extensión de contrato. Algunos pusieron US$ 5 mil por un año y medio más de contrato (hasta 2025).
-La directiva de Rodríguez decidió cambiar el proyecto, eliminar palcos en la Abdón y hacer todo tribuna con la venta recaudada de los palcos nuevos.
-Para hacer los palcos nuevos se desarmó lo que existía, incluida toda la zona de prensa.
- En 2017 los dirigentes hicieron una reunión en el Hotel Sheraton con whisky y saladitos y propusieron que los palquistas pusieran más dinero para poder terminar la obra. Entonces se les dijo: “Van a poder ver el Mundial de 2030 en sus palcos”.
- Se terminó la Abdón pero todo lo demás está parado. En la Atilio hay un solo ascensor (de tres) y los accesos no están terminados.

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