Ideas para "desintoxicarte" del teléfono en tus vacaciones

Con el inicio de las vacaciones es frecuente plantearse tener unos días de desconexión. Sin embargo, este desafío puede resultar difícil de cumplir: muchos desean publicar en nuestras redes sociales los paisajes que está disfrutando e informar a amigos y familiares a través de WhatsApp cómo van transcurriendo el viaje. Tomar el teléfono para hacer consultas laborales (mail o algún mensaje perdido de WhatsApp) significa que es inevitable el contacto con el dispositivo.

El problema es que estar pendientes de las redes sociales podría ser perjudicial para la salud mental. De hecho, el estudio de 2018 “Limitar las redes sociales disminuye la soledad y la depresión” concluyó que los participantes que redujeron el uso de estas plataformas a 30 minutos al día informaron haber mejorado su bienestar general, con una disminución notable en la depresión y la soledad.

Roberto Balaguer, psicólogo y profesor de la Universidad Católica del Uruguay, comentó a Cromo que con algunos momentos de desconexión alcanza para quitar la neblina digital en el día a día. “También hay que tener en cuenta la generación del usuario, porque para los más jóvenes, la desconexión no tiene el mismo impacto que en las personas mayores, ya que gran parte de su vida pasa por la dimensión online”.

Consejos prácticos

“Las investigaciones indican que hay motivaciones de uso muy diversas en relación al uso de la tecnología. Por eso, lo lógico es que así como planeamos qué hacer con el automóvil o la computadora, planifiquemos qué medidas adoptar respecto al uso del teléfono móvil. Estas decisiones pueden estar relacionadas con desinstalar determinadas aplicaciones o programar controles de tiempo de uso”, explica a Cromo Dinorah Margounato, consultora de empresas, docente y coordinadora académica adjunta de Marketing en la Universidad ORT Uruguay.

Según la experta, dado que las vacaciones son un momento para romper con la rutina, sería oportuno limitar el uso del dispositivo móvil. Y recuerda algo que parece obvio, pero guarda otra finalidad: “‘Usar el celular’ no es una actividad en sí misma, sino que se trata de una herramienta para realizar una actividad que puede ser entretenerse, aprender o conectar con otros, entre otros”, señala.     

Justamente Balaguer pone el foco en el concepto de “romper con la rutina”: “Por lo general, el planteo de los pacientes es si van a tener la posibilidad o no de hacer un corte con la rutina. Y eso depende de cada persona y de su dependencia de otras actividades, sea social, laboral o entretenimiento. En este sentido, el teléfono inteligente es la puerta de entrada a esas actividades y por eso aparece como el responsable del desenchufe”, explica.

Pero dado que la rutina de una persona puede diferir de otra, es que hay que analizar cada caso para ver el rol de la tecnología. “Para alguien postear en las redes sociales puede ser hacer algo diferente a lo que hace todo el año, mientras que para otros eso es parte de la rutina, por eso es que cada uno debe analizar qué hacer respecto al uso de la tecnología”, sostiene Balaguer, y sugiere a los que están todo el año conectados, que se animen a desconectar, a salirse de la conexión por defecto, que es el estado actual base en el que están la mayoría de las personas. 

En esta misma línea, pero sin llegar al extremo total de la desconexión, hay otras  recomendaciones para tener en cuenta. Una de ellas es buscar acuerdos con las personas con las que estaremos de viaje para compartir el tiempo sin pantallas, y correr del menú principal alguna aplicación móvil así no estamos pendientes de ellas. “Yo no demonizaría al celular como el monstruo que arruina vacaciones, porque a las acciones las hacemos los usuarios, no los aparatos”, sintetiza Margounato.  

Qué hacer ante situaciones laborales

Dependiendo el tipo de trabajo de cada usuario debería variar el uso que se realice del smartphone en vacaciones. En este sentido, para un profesional independiente quizás tenga sentido seguir conectado para no desatender a un potencial cliente. “A pesar de las investigaciones, un individuo no debería tomar decisiones en función de lo que le pasa a la mayoría estadística sino según lo que le conviene para su vida particular. En este sentido, hay gente que puede querer seguir conectada a su trabajo y eso no le provoca ningún daño, mientras que para otras personas esto puede ser tóxico. Lo mismo pasa con las redes sociales: no es lo mismo usarlas para compartir paisajes que para engancharse en discusiones agresivas sobre política”, dice Margounato.

Frente al tema laboral, la entrevistada recomienda aclarar previamente a salir de vacaciones si se estará disponible o no para atender. Vale decir que en varios países europeos ya se ha legislado sobre el "derecho a la desconexión" de los empleados de las empresas, que reconoce la desconexión digital como una condición indispensable en las relaciones laborales. Si bien en Uruguay no existe  esta  regulación, es preciso tomar cartas en el asunto en función de la política de la empresa empleadora.