Irán produce material nuclear con más uranio enriquecido que el permitido por los reguladores

Un informe del Organismo Internacional de Energía Atómica detectó partículas de uranio enriquecido por encima del 80 % en una planta iraní. No obstante, el informe advierte que podría deberse a causas "no intencionales". Esto se conoce en un momento de elevada tensión por la guerra en Ucrania

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02 de marzo de 2023 a las 05:04

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Estados Unidos abandonó unilateralmente el Acuerdo Nuclear en 2018 durante el gobierno de Donald Trump. Sin embargo, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena y presidido por el argentino Rafael Grossi, envía misiones trimestrales para verificar si el enriquecimiento de uranio para uso civil que realiza Irán no sobrepasa los límites que le permitirían fabricar armas atómicas.

Un informe de la OIEA afirma que en al menos una de las plantas iraníes el proceso de fisión nuclear para enriquecer el uranio llegó al 80%, casi al límite del uranio enriquecido que sirve para fabricar armas nucleares cifrado en un 85% o más de uranio enriquecido.

El control periódico de la OIEA se da en el marco de que Irán no forma parte del selecto grupo de naciones que sí pueden fabricar bombas atómicas: Estados Unidos, Rusia, Francia, China y Gran Bretaña. Estos cinco países firmaron el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Además de ellos, India y Pakistán cuentan con armas nucleares.

Aunque Israel nunca confirmó tener un arsenal nuclear las potencias descuentan que sí cuenta con armas atómicas, bajo el amparo de Washington. El caso de Corea del Norte sí es público porque pese a no haber firmado ese acuerdo, hace ensayos nucleares desde 2006 y suele enviar misiles balísticos al mar de Japón sin carga nuclear que simulan un ataque atómico. El último cohete fue lanzado el pasado 23 de febrero al mar de Japón según el Ministerio de Defensa de Corea del Sur.

En caso de Irán es muy particular porque jamás pudo comprobarse que el uranio enriquecido que fabrica para energía de uso pacífico tenga fines bélicos. Lo cierto es que tiene la tecnología suficiente como para producir el uranio en los niveles propios del uso bélico.

La OIEA envía periódicas misiones, pide constantes informes y durante muchos años Teherán se mantuvo en los estándares exigidos por ese organismo dependiente de las Naciones Unidas. Cuando Donald Trump decidió abandonar el tratado firmado con el gobierno de los ayatolas en 2018 los controles siguieron pero sin presencia de los observadores de la primera potencia atómica mundial.  

Este martes, un informe de la OIEA afirmó que en la central nuclear de Fordow hay partículas de uranio enriquecido hasta el 83,7 % de pureza, nivel muy próximo al necesario para la fabricación de armas nucleares. Fordow es la segunda planta iraní instalada hace más de una década y cumple con los requisitos establecidos por la OIEA.

Sin embargo, el organismo internacional advierte que Irán volvió a sobrepasar los límites del uranio enriquecido con fines civiles.

El 21 de enero pasado, la misión del organismo de control registraron que “dos cascadas de centrifugadoras IR-6 de las instalaciones iraníes de Fordow habían sido configuradas de forma sustancialmente diferente" a la declarada anteriormente, según consignan las agencias EFE y AP.

"En cuanto al origen de las partículas enriquecidas por encima del 60% de U-235, identificadas tras la puesta en marcha de la nueva configuración de las cascadas en FFEP, las conversaciones con Irán continúan", sostuvo el OIEA en su informe, por lo cual pidieron explicaciones a Irán.

El informe del OIEA solo habla de "partículas". Esto significa que no encontró evidencias que sugieran la construcción de una reserva de uranio enriquecido por encima del 60 %, el nivel que mantiene desde hace un tiempo.

Según el organismo con sede en Viena, Austria, Irán informó al Organismo que “pueden haberse producido fluctuaciones involuntarias en los niveles de enriquecimiento durante el período de transición o mientras se reemplazaba el cilindro de alimentación”, tal como explica el informe de la OIEA.

Irán le contestó al organismo regulador que los cambios registrados en el enriquecimiento de uranio son fruto de los cambios operativos en la central de Fordow desde mediados de enero. La OIEA dice no haber sido informada de esos cambios.

A partir de esto, el organismo presidido por Rafael Grossi realizó un informe en el que dice que "aumentará la frecuencia e intensidad de las actividades de verificación del organismo" en la central nuclear.

Para fabricar un arma nuclear se necesita uranio enriquecido entre el 80 y el 90%. Irán enriquece uranio al 60%, argumentando que lo hace por el bienestar del país y sin fines bélicos como, por ejemplo, para maquinaria médica y otros usos civiles.

No obstante, el escenario internacional y la provisión de drones de Irán a Rusia elevan la tensión y alimentan el recelo por parte de los aliados a Ucrania sobre la capacidad nuclear iraní.

A estas tensiones se le suma este informe de la OIEA. "En 2018, cuando la Administración anterior decidió abandonar el Acuerdo Nuclear, Irán habría tardado unos 12 meses en producir una bomba de material fisible. Ahora tardaría unos 12 días", apuntó Colin Kahl, subsecretario de Defensa de Estados Unidos, ante la Cámara de Representantes, según consigna un cable de la agencia AP.

Según el informe de la OIEA del 12 de febrero, Irán tiene unas reservas de uranio que ascienden a 3.760 kilogramos, un aumento de 87,1 kilogramos desde su último informe trimestral de noviembre. De esos más de 3.760 kilogramos, al menos 87,5 kilogramos están enriquecidos al 60 % de pureza.

Según el OIEA, se necesitan 42 kilogramos de uranio enriquecido para fabricar una bomba nuclear. No obstante, los expertos señalan que si Irán quisiera fabricar un arma nuclear, ya lo habría hecho.

Desde que Joe Biden llegó a la Casa Blanca, Washington dice querer reeditar el Acuerdo Nuclear de 2015. Los límites estaban fijados en reservas de uranio para Teherán de 300 kilogramos y el enriquecimiento de uranio al 3,67 %, considerado suficiente como para alimentar una central nuclear.

Pero al escenario del conflicto de Ucrania se suman las tensiones entre Israel e Irán, ya que el gobierno israelí amenaza con acciones militares contra Teherán si desarrolla más su potencial militar.

En la Unión Europea también hay voces de alerta. Annalena Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, dijo a la prensa: “Nos une la preocupación por la escalada nuclear por parte de Irán y por los recientes informes sobre el elevadísimo enriquecimiento de uranio".

Falta aún que la OIEA publique oficialmente este informe trimestral y la respuesta de Teherán.

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