AFP

Jefe de seguridad de Macron genera crisis en su gobierno

Alexandre Benalla era encargado de seguridad del presidente francés y fue despedido por disfrazarse de policía y agredir a manifestantes

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23 de julio de 2018 a las 16:21

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El gobierno francés se encuentra en medio de un escándalo por la agresión de Alexandre Benalla, uno de los responsables de seguridad del presidente Emmanuel Macron, a manifestantes el pasado 1 de mayo durante una protesta en París. La agresión salió a la luz la semana pasada, después de que el diario Le Monde difundiera un video en el que se ve a Benalla disfrazado de policía golpeando a dos manifestantes. Este caso ha sumido al jefe de Estado en su peor crisis desde que llegó al poder.

Tras los hechos, el palacio del Elíseo suspendió a Benalla durante 15 días sin goce de sueldo, una sanción demasiado leve para la oposición, pero no informó a la justicia sobre este acto de violencia ilegítimo. Un portavoz de la presidencia afirmó el jueves pasado que Benalla también fue "despojado de sus funciones en materia de organización de seguridad de los desplazamientos del presidente", sin embargo ha aparecido en algunas imágenes acompañando a Macron o a la pareja presidencial.

También fue visto la semana pasada en el ómnibus de "Les Bleus" recorriendo los Campos Elíseos antes de que la selección francesa de fútbol, actual ganadora del Mundial de Rusia, fuera recibida por Macron. Este hecho provocó la indignación de los franceses. Bajo la presión pública fue finalmente despedido el viernes antes de ser imputado el domingo por "violencia en reunión" y "usurpación de funciones".

A pesar de la creciente presión, Macron ha mantenido un absoluto silencio sobre este caso. Este lunes, un portavoz del gobierno dijo que el presidente considera que los hechos reprochados a Benalla son "inaceptables" y que "está determinado a que se establezca la verdad". Un miembro de su círculo agregó que "cuando se establezcan todos los hechos el presidente hablará".

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Benalla, al contrario, decidió hablar este lunes, denunciando un "uso mediático y político" de sus actos. "Esta iniciativa personal", como calificó a su intervención para disipar la manifestación, "sirve ahora para intentar socavar a la presidencia", dijo en un comunicado divulgado por sus abogados.

El ministro del Interior francés, Gérard Collomb y el jefe de la policía de París, Michel Delpuech fueron interrogados este lunes por una comisión de investigación parlamentaria encargada de aclarar el caso y afirmaron haber sido informados sobre la existencia del video que circulaba en las redes sociales el 2 de mayo. Añadieron que no les correspondía a ellos informar a la justicia sobre los hechos, a pesar de que así lo indica la ley.

"Me aseguré de que el director de gabinete de la presidencia, jefe de Benalla, fuera informado sobre la situación. Pensé, como es la regla, que se habían tomado las medidas apropiadas. Les correspondía a ellos decidir sanciones y eventualmente informar a las autoridades judiciales", declaró Collomb bajo juramento. Delpuech también endosó la responsabilidad del palacio del Elíseo en la mala gestión del caso, afirmando que para él "el tema Benalla estaba siendo tratado por la autoridad jerárquica de la que este último dependía", es decir, la presidencia.

"El Elíseo debe dar una explicación", dijo este lunes la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, que estimó que la presidencia podría haber querido encubrir los hechos, mientras que el líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, consideró que este caso está "al nivel del Watergate".

Benalla fue responsable de la seguridad de Macron durante la campaña presidencial de 2017. Tras la victoria del presidente, desempeñaba misiones de seguridad para Elíseo acompañando al mandatario o a la primera dama en sus actividades, oficiales o privadas. También contaba con varios privilegios, entre ellos un despacho en el Elíseo, un apartamento en pleno corazón de París y credenciales para acceder a la Asamblea Nacional.


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