AFP

La creación de Uruguay tocó fondo

Uruguay se enfrentó a sus peores fantasmas a la hora de ejecutar una idea y no pudo imponer condiciones en un escenario favorable

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03 de septiembre de 2016 a las 05:00

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Cuando Julio Bascuñán le mostró la tarjeta roja a Paulo Dybala, algunos uruguayos festejaron la oportunidad, mientras que para otros el partido estaba perdido.

¿Por qué? Porque tras la expulsión el partido obligó a un cambio de roles desesperante. Argentina se vio obligado a defenderse con jugadores ofensivos y expuso a Edgardo Bauza a su primer ejercicio de identidad.

El Patón, un fundamentalista metódico del equilibrio, juntó hombres y líneas y no se le cayeron los anillos a la hora de poblar su zona defensiva.

La cara opuesta fue Uruguay que, con la pelota en su poder y el terreno liberado, se llenó de nervios para buscar la igualdad ante un rival plantado en su campo.

Tras el retiro de Diego Forlán, la selección cambió su matriz y la tendencia se repite: cuando a Uruguay lo obligan a proponer, queda expuesto a sus peores fantasmas y, con todos los insumos al alcance de la mano, le cuesta ejecutar.

La impotencia ante la derrota en Mendoza no debe pasar por el resultado, sino por la impericia de buscar soluciones cuando el partido exige una respuesta y las condiciones son propicias.
Uruguay tiene a tres jugadores top como Diego Godín, Luis Suárez y Edinson Cavani y no es casualidad que sean sus tres vías preferidas del llegar al gol.

Sin embargo, en los últimos partidos Uruguay evidenció una crisis en la gestación y encontró, desde la Copa América de Chile, el gol como algo accidental.

"Tenemos que buscar los espacios y no depender de algún mala jugada del rival", se quejó Luis Suárez a Referí luego del partido. Si el delantero estrella y goleador histórico del equipo habla de depender de errores ajenos, la crisis de gestación es una realidad.

Nadie puede poner en duda el trabajo del cuerpo técnico de Óscar Tabárez en los últimos 10 años, pero las variantes tácticas parecen acabarse. El pico de rendimiento tuvo lugar en 2010 cuando Tabárez optó por tres sistemas dependiendo del rival y los jugadores a la orden.

"Estamos acostumbrados a estar bien parados y buscar alguna contra. En realidad la expulsión nos perjudica un poco a nosotros porque no estamos acostumbrados a salir a crear", Luis Suárez.
Esa riqueza táctica le permitió encontrar soluciones y ayudar a un Forlán en el techo de su carrera. Hoy el modelo táctico se repite y Suárez queda expuesto al juego macabro del salvador milagroso.

Es necesario como ninguno pero, en la soledad que le brinda la desconexión del juego, se ve obligado a retroceder. ¿Alguien se sorprendió con el remate de Suárez desde la mitad de la cancha? ¿Tenía alternativa? ¿Podía correr 60 metros y enfrentar a toda la línea final solo? ¿Lo habilitaron mejor? Todas las respuestas deberían ser negativas.

uruguay - argentina
La intensidad defensiva estuvo a tono con sus últimas presentaciones.

El problema de creación no es solo de los delanteros. Uruguay hoy no tiene a un volante que haga la transición defensa-ataque.

Javier Mascherano entregó 59 pases correctos solo en el primer tiempo y fue el primer eslabón.
En el espejo, Mathías Corujo y Egidio Arévalo Ríos -de gran tarea defensiva- dividieron siempre la pelota y Uruguay se volvió un equipo fácil de neutralizar.

Si se le suma que ante rivales como Argentina los laterales no se proyectan nunca, la clave debe estar en la zona medular y ni Cristian Rodríguez ni Diego Rolan son solución para descongestionar.

¿Gastón Pereiro es antídoto? Por características, tolerancia táctica a los sistemas y presente debería tener su lugar, pero no está en el grupo y hablar de sus aportes ante Paraguay sería entrar en el terreno de la fantasía.
Uruguay tuvo un atisbo de claridad con el ingreso de un Gastón Ramírez que leyó los problemas pero no encontró un socio.

La experiencia debe hacer que Uruguay como equipo logre abandonar el obsoleto dilema de tener que optar por Ramírez y Lodeiro para un lugar.

¿Y si se prueba con los dos juntos? El equipo necesita salir del letargo colectivo para volver a brillar y arriesgar es menos peligroso que quedarse en el molde.

La cifra del partido

39% Posesión de balón. Es el que tuvo Uruguay en todo el partido. El primer tiempo lo terminó con 26% y tras la expulsión de Dybala, Argentina se replegó. Uruguay no tuvo ni un solo disparo al arco con peligro.

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