La niña que increpó a Pacheco

Hora 12.30 en Los Aromos. Jorge Fossati termina la práctica y Antonio Pacheco va a saludar a una adolescente y una mujer. Charlan y miran fotos que le muestran. Poco a poco los hinchas se van acercando. Rodean al ídolo y forman una especie de sala de espera para recibir la bendición de su firma o su foto.

Es un sábado especial en el búnker aurinegro. Como no hay actividad el fin de semana por el torneo local (el partido con Rentistas fue postergado para el 5 de marzo), las puertas se abrieron para los hinchas que son casi 100.

En el tumulto, el Tony no advierta a una niña pequeña. como de tres años. Pero esta se hace notar.

"Perdón, no te había visto", dijo Pacheco agachándose. "¿Cómo andás?" "Mal", contesta la nena sorprendiendo al crack peñarolense.

-¿Por qué? ¿Qué te pasó?
-Me pegaron un pelotazo, afirma la niña.
-¿Quién fue?
-Vos.

Los que rodeaban al capitán de Peñarol aurinegro estallaron de risa. "¡Pero qué bruto que soy, perdonáme!", suplicó el Tony.

La sonrisa siempre atenta. El gracias en la puerta de su boca para devolver tanta pasión de sus hinchas.

Ojo. El hombre no vende humo. Cuando le piden algo que no puede solucionar no contesta con el piloto automático del "si, si". "De eso hablá con el Bomba Villar (intendente de Los Aromos)"... "Para eso tenemos que ver los tiempos que tenemos"... "Camisetas no nos dan a nosotros, traela vos que te la hago firmar por todos".

Atiende a todos los que le piden foto o autógrafo. Los despide con un beso. Hombres, niños y mujeres. Ídolo por dónde se lo mire.

Otro hincha, pelo largo y repleto de tatuajes le pide un autógrafo en la pierna izquierda: "Me lo voy a tatuar, y firmame la camiseta dedicada a Pablito". Tony arquea las cejas y responde con una sonrisa.

"Esto es Peñarol", exclama el hincha, victorioso.