M. García Pintos
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La raza Texel se lució en el Ruedo del Prado

Triunfaron reproductores de Norberto Paiva y Lucas La Cava

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10 de septiembre de 2018 a las 19:50

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La raza ovina Texel exhibió este lunes en la pista N° 2 de la Rural del Prado reproductores muy productivos y con buen desplazamiento, característica muy importante para producir carne ovina a pasto.

Con la jura de Fernando Rovira y Jorge Bonino, el brete 1047 una cordera de cabaña Illescas de Lucas La Cava, nacida en agosto de 2017, resultó ser la Gran Campeona de la tarde.

A su vez, el brete 1038, nacido en setiembre 2017, de cabaña Rancho Grande, de Mauro e Ignacio Paiva, se coronó como el Gran Campeón de la raza.

Las hembras

Bonino expresó que la cordera Gran Campeona tiene “un tamaño y una conformación excepcional”, con un gran trasero y no es “muy cargada” de paletas.

“Una cordera hoy ya muy productiva, que además está preñada”, explicó.

Además, el jurado mencionó que la campeona pesa 100 kilos y tiene un “gran desplazamiento”.

El jurado buscó que las categorías jóvenes tengan animales destacados, como en este caso, porque eso quiere decir que la raza “sigue caminando día a día”.

La Reservada Gran Campeona fue para el brete 1054, también de cabaña Rancho Grande. “Otra cordera muy buena, nos gustó muchísimo”, dijo.

La Tercer Mejor Hembra fue una borrega del brete 1048, también de Lucas La Cava. “Tiene una conformación muy interesante, de muy buen peso y con mucha carne. Estamos ante tres ejemplares muy interesantes”, expresó Bonino.

Finalmente el jurado destacó la excelencia de las hembras, las tres ejemplares “muy productivos”.

Lucas La Cava, director de cabaña Illescas, comentó a El Observador, que se vivió un día fantástico, en el que, tras dos años de hacer la jura en un galpón por la lluvia, “haber podido hacerlo al sol le da otro aspecto más lindo, donde los animales le lucen más”.

Señaló también que se vio un gran nivel de animales y un “buen trabajo del jurado”.

“Creo que Texel está muy bien posicionada como raza carnicera; soy partidario de pensar que cada raza aporta lo mejor que tiene, y ésta en particular lo ha hecho de la mejor manera”, dijo.

Cabaña Illescas, ubicada en lllescas (entre los departamentos de Florida y Lavalleja) cría Texel desde el año 2006. Hoy en día, el plantel está está compuesto por cerca de 200 ovejas de PI y PO, siendo la majada comercial casi toda Texel.

 

Los machos

El Reservado Gran Campeón de la tarde fue para el brete 1032 de Lucas La Cava, nacido en agosto de 2017.

Bonino expresó que “tiene mucha cantidad de carne, buenos traseros, un animal que se desplaza correctamente, así como también el Tercer Macho”.

Éste premio fue para el brete 1031 de Agroland S.A., nacido en agosto de 2017.

“Tres grandes ejemplares”, dijo el jurado.

Al final de la labor, Bonino expresó que “más que un trabajo, fue disfrutar de esta genética y de esta raza. Confirmar que por suerte en el Uruguay tenemos muy buenos ovinos, que además de carne, leche, lana y plata, la especie ovina da muy buenos amigos y por algo nos dicen la cabaña de América”.

Añadió que el país tiene una producción ovina de alta calidad, que ha abierto “hasta los mercados más difíciles”.  “Felicitaciones a todos los productores de ovinos, que no es un rubro secundario, sino que hay que verlo como uno complementario”añadió.

Por su parte, Norberto Paiva, director de Rancho Grande, dijo a El Observador que la raza “brilló en calidad y en su público”.

“Hoy fue un día muy especial. Primero sacamos la Reservada Gran Campeona PI, y luego, el Gran Campeón Macho con un cordero que está cumpliendo el año y ya tiene su progenie naciendo”, señaló.

Además, contó que el animal está en el programa de evaluación genética del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y fueron convocados para hacer entrega del premio a la mejor progenie de EPD y al mejor padre.

“Creo que el Texel empezó a lograr en lo que tanto trabajó: crecer en cabaña y en gente joven. Nos han acompañado grupo de cabañeros de Paraguay, gente amiga gente que ha usado nuestra genética”, dijo.

Este carnero es hijo del Ranchero 243, padre de campeones del Prado macho y hembra, de cabaña Illescas.

“Hijos de él ganaron el año pasado en la Expo Roque Alonso, en Paraguay, Gran Campeón y tercer lugar. Este año en hembras en PI y PO. El padre de este carnero se lo vendimos a la cabaña La Señada en Paraguay. De su última camada aquí en Uruguay sacamos este cordero y nos fue muy bien”, contó.

Comentó también que Uruguay en tema ovino empezó a especializarse y éste es un ejemplo de cómo la raza ha crecido en cantidad de animales en el país, tanto en cruzamiento y raza pura como en la cabaña.

“La cabaña no es un hobby, tiene su costo. Si ha crecido es porque realmente esto se está dando. Creo que hemos avanzado mucho en calidad”, expresó.

Entiende que la gran tarea gremial es “fortalecer y generar un producto cárnico diferenciado, que tenga un valor real que justifique la cría intensiva de ovinos para producir carne”.  

Cabaña Rancho Grande lleva 16 remates de reproductores consecutivos y está ubicada en el departamento de Treinta y Tres, en Cerro de Amaro, una zona campo duro lo que demuestra que Texel es una raza “extremadamente rústica, capaz de sobrevivir a la penuria y criar su cordero”.

 

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