Inés Guimaraens

La reunión que dejó sin cargo a un diplomático y la explicación de Nin

El canciller afirmó que el embajador Álvaro Moerzinger participó de una actividad política-partidaria

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02 de junio de 2018 a las 05:00

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Para el senador nacionalista Luis Lacalle Pou se trató "lisa y llanamente de persecución política". Para el canciller, Rodolfo Nin Novoa, del relevo de un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores que "está haciendo política". La situación del embajador Álvaro Moerzinger, designado en febrero de este año como director de Relaciones Institucionales pero que luego no fue confirmado en el cargo, generó cruces entre ambos durante la comparecencia del ministro en la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado.
Como informó El Observador el jueves, Nin Novoa convocó a Moerzinger hace unas dos semanas y le transmitió su molestia por críticas hacia su persona contenidas en un informe elaborado para Lacalle Pou que contenía la opinión de otros diplomáticos sobre la política exterior del gobierno. El tema fue planteado a las autoridades de Cancillería el jueves, que fueron al Parlamento convocadas por el senador nacionalista.

"El embajador Moerzinger no cometió ninguna falta que justifique que sea relevado del cargo. Eso es lisa y llanamente persecución política. Digo todo esto con mucha tristeza, porque en el Uruguay no estamos acostumbrados a que eso pase. Lamento esa decisión", dijo durante la sesión, según consta en la versión taquigráfica.

Nin Novoa reaccionó con énfasis a la acusación del legislador del Partido Nacional.
"Rechazo enfáticamente la acusación de que aquí hay persecución política. Reitero: enfáticamente. El senador Lacalle Pou tiene la versión que le dio el embajador Moerzinger, que fue producto de una conversación entre ambos en la que me dijo que no la iba a comentar y que entendía perfectamente cuáles eran las motivaciones para que yo decidiera cambiar de director de Relaciones Institucionales", le retrucó y agregó: "Hay un elemento fundamental: los embajadores tienen vedada la actividad político-partidaria".

Nin se enteró de esa actividad luego de leer un artículo de El Observador en el que se informaba sobre el documento y los puntos que contenía, con críticas al canciller incluidas.

Esa supuesta "actividad político-partidaria" a la que se refería el ministro fue una reunión en la casa del dirigente del Partido Nacional, Arturo Heber, realizada a fines del año pasado, en la que había diplomáticos de carrera –incluido Moerzinger- y Lacalle Pou. Heber -quien tuvo un fugaz paso por la cancillería- le dijo a sus convocados que el senador iba a estar presente y que quería que los conociera, según contó a El Observador.

Heber indicó que si bien Lacalle Pou participó solo de una, hubo varias reuniones y enfatizó que "las seguirán habiendo". Las opiniones y visiones sobre la política exterior fueron utilizadas como insumo para que el exlegislador elaborara el informe, que entregó al senador blanco en Semana Santa, y que envió por correo electrónico a los diplomáticos cuyas opiniones están incluidas en el documento, según dijo.


Luego de que el ministro le quitara la designación, Moerzinger envió una carta a la Asociación de Funcionarios del Servicio Exterior del Uruguay (Afuseu) en la que contó su versión de lo sucedido, dijeron fuentes de la cancillería. Según supo El Observador, en la carta indica que fue precisamente a raíz de ese encuentro en el que conoció a Lacalle Pou –porque asegura no conocerlo de antes- que "el dueño de casa" (no especifica quién es) decidió preparar el documento.

Moerzinger sostiene, además, que desde que se reunió con Nin no se concretó una alternativa para que pueda trabajar, ni siquiera como asesor, que es el cargo que se según Nin Novoa el diplomático le pidió ocupar tras conocer que no sería director de Relaciones Institucionales.

El cargo que iba a ocupar implicaba que fuera un nexo entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y otras instituciones, como el Parlamento. El ministro le dijo que le molestaron las críticas que el informe contenía hacia su persona y a la política exterior del gobierno y que, por lo tanto, no podía cumplir esa función.

El informe decía, por ejemplo, que "el Frente Amplio ha llevado al ámbito político partidario la conducción de la política exterior, apartándose de los canales naturales previstos en la Constitución de la República, en una suerte de privatización de la misma, lo que ha llevado a que se resuelva en contra de lo expresado por el ministro y presidente".

La voz de Cancillería

El ministerio argumentó en un comunicado que "la jerarquía" de la cartera hace designaciones de funcionarios en diversos puestos "en base a su idoneidad técnica y profesionalismo, lo cual implica que actúen con lealtad institucional y honestidad intelectual, de forma de construir una relación de necesaria confianza en la función".

En este sentido, citó el artículo 2 del Estatuto del Servicio Exterior que establece que "los funcionarios del Servicio Exterior son designados para el cumplimiento de la misión que la República les encomienda". El artículo señala que los funcionarios "están al servicio de la Nación con entera independencia de personas, grupos políticos o partidos". Además indica que "su lealtad y obediencia se deben únicamente a la Nación y a su Gobierno".

En función de la respuesta del ministerio es posible interpretar que, a juicio de la cancillería, el embajador Moerzinger incumplió con el artículo 2 del estatuto. Y, de esta manera, justificó la quita de la designación para el cargo que el funcionario desempeñaría en Montevideo.

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