La verdadera cumbia pop tiene tres décadas

El imparable éxito del grupo de cumbia argentino Agapornis es uno muy difícil de explicar. Las colas afuera de los boliches montevideanos en los que se presentaron el año pasado eran kilométricas y comenzaban incluso antes de que los propios locales abrieran, algo muy poco usual. La audiencia se apretaba contra los escenarios, desesperada como si se tratara de un show de estrellas de rock. Es que la amalgama de hits pop y cumbia parecía algo nuevo que entusiasmó a jóvenes de ambas márgenes del Plata.

Pero en realidad los platenses de Agapornis llegaron tarde -muy tarde-: el grupo santafesino Los del Fuego viene desarrollando el mismo estilo desde los ochentas, incluso versionando los mismos temas.

¿Que sean anteriores implica que sean mejores? Por supuesto que no. Pero el grupo ha tenido una capacidad sorprendente para manenerse actual en un género en que los intérpretes van, vienen, aparecen y desaparecen a altas velocidades (por ejemplo, los Wachiturros arrasaron con todo hace un par de años, y ¿alguien tiene idea de en qué andan ahora?). Son verdaderos ídolos en el interior de su Argentina natal, que recorren de forma continua.

Los del Fuego son liderados por Juan Carlos “El Banana” Mascheroni, un clásico referente de los ritmos tropicales a la manera de figuras como Gerardo Nieto en Uruguay: hombres que tal vez no tienen un reconocimiento instantáneo en la capital, pero que disfrutan de un estatus muy alto en el interior. Carismático, “El Banana” es muy querido por los fanáticos, que disfrutan -además de con los propios temas- con los comentarios totalmente aleatorios que el cantante tira a modo de introducción y cierre de las canciones (“Con mucho cariño para Zé Pequeño, aguante la guarda imperial”, recita al final de su versión de One, de U2). Su voz rasposa también recuerda a las de otros vocalistas de plena.

Persiana americana de Soda Stéreo (mucho antes que los Agapornis popularizaran su versión), Un poco de amor francés de los Redondos (“nosotros somos los redonditos de la cumbia), Could You Be Loved de Bob Marley y ahora Chau de No Te Va Gustar son algunos de los temas que el grupo ha versionado, una costumbre que han llevado a cabo con una mayor pericia técnica que los platenses.

La guitarra de Julio Peralta es otro signo reconocible de inmediato de su sonido, al ser un instrumento poco usado en la cumbia. Incluso tienen a veces mejores guitarras que algunas bandas de rock, que suelen giran alrededor de ese instrumento en particular.

Con 26 discos editados -y nombres como Somos los mejores... Y que sigan participando-, 330.000 seguidores en Facebook (un número por debajo de los de Agapornis, pero de cualquier manera uno muy alto), con alrededor de cuatro shows en la misma noche en diferentes poblados, Los del Fuego son tal vez un grupo de los más trascendentes de la escena argentina que merece más atención que la que se le presta. Se pone por encima a otros grupos con peor sonido y peores elecciones de temas y se deja de lado a uno como este, más divertido, que se toma las cosas menos en serio: la forma en que hay que tomárselas si se está en un ambiente como el de la cumbia.