Le cortó la inspiración

Era una oportunidad única para seguir solo en la punta del Clausura y acercarse a solo dos unidades de Peñarol en la Tabla Anual. Si El Tanque Sisley conseguía la victoria ante River Plate, seguiría sorprendiendo.

Pero su rival se llevó una victoria inobjetable en un partido con una dinámica increíble, impropia del fútbol uruguayo que se ve los fines de semana.

Le cortó la inspiración justo en el día de su cumpleaños número 58.

No lo dejó festejar por ningún lado.

Y ese éxito de River se basó en varias individualidades. Empezando por su arquero Damián Frascarelli –uno de los mejores de Uruguay–, con un gran despliegue en defensa de Kily González –quien volvía tras la expulsión ante Peñarol–, el ida y vuelta constante de Porras en la mitad de la cancha y el Flaco Avenatti arriba.

De todas maneras, circunscribir la victoria de River solo a ellos, sería una injusticia. Porque el equipo de Guillermo Almada funcionó como tal con un ritmo incesante y con llegadas en profundiad ante un rival que hacía 10 partidos que no perdía y que igualmente pese a la derrota se mantiene como uno de los punteros del certamen.

Porque lejos de quedarse quieto, El Tanque buscó por todos lados con Jonathan Iglesias tratando de manejar los hilos de un equipo que apuró mucho a Frascarelli que demostró su enorme talento con atajadas notables.

El encuentro se tornó friccionado, sobre todo, porque no se mostró claro el árbitro Gustavo Siegler. Pero nunca perdió interés, nunca bajaron las revoluciones y los dos demostraron un juego inteligente.

River se lo pudo llevar más cómodo en el complemento jugando de contra, pero marró mucho. Igual le cortó la racha y se mezcló entre los de arriba.