Los consejos inagotables de seis leyendas del mundo de los negocios

Los tips de figuras icónicas que siguen siendo mencionadas cientos de años después

Tiempo de lectura: -'

24 de agosto de 2018 a las 09:37

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

En el musical Hamilton de 2015, el economista Alexander Hamilton es premiado por impulsar su carrera "trabajando mucho más duro, siendo mucho más inteligente y siendo un emprendedor." En un episodio de Saturday Night Live de 2016, Benjamin Franklin fue presentado como un personaje de ficción invitado a su primera cena de Acción de Gracias. Y en 2018, en el original de Netflix Set It Up, un personaje evalúa sus finanzas en un exclusivo restaurante y dice: "No soy un Rockefeller."

Hay una razón por la que estos tres hombres de poder siguen siendo mencionados en el teatro, la televisión y el cine, cientos de años después de su tiempo: fueron leyendas de riqueza, filantropía y negocios.

Aquí le dejamos seis figuras icónicas y algunos de sus mejores consejos sobre negocios.

Alexander Hamilton

Alexander Hamilton

"Mi ambición prevalece, para que contemple la denigrante condición de un empleado o sus pares, a lo que mi fortuna me condena, y arriesgaría voluntariamente mi vida, aunque no mi carácter, para exaltar mi puesto...Me refiero a preparar el camino para el futuro." —Alexander Hamilton en una carta de 1769. Hamilton nació pobre en una isla del Caribe y escribió esta carta a los 12 años mientras soñaba con algo mucho más grande para sí mismo y su carrera. A los 17, un huracán destruyó su casa y este huérfano, que para el momento trabajaba como clérigo, escribió sobre el desastre en el periódico local. Los vendedores locales reconocieron su talento y lo enviaron a Estados Unidos a instruirse. Hamilton se convertiría en el padre fundador del sistema económico de Estados Unidos, pero todo empezó con grandes sueños y una determinación casi incomparable. Hamilton se visualizó a sí mismo como "preparando el camino hacia el futuro" y ese tipo de determinación de acero es invaluable en cualquier empresa.

Benjamin Franklin

Benjamin Franklin

"[Yo] retuve solo el hábito de expresarme en términos de modesta desconfianza, nunca uso, cuando avanzo en cualquier cosa que pueda ser discutida, las palabras "sin duda", "indudablemente" o cualquier otra que da el aire de optimismo a una opinión; sino más bien digo: 'Concedo o aprendo que una cosa sea tal y tal'; "Me parece a mí", o "debería pensarlo así y así, por tal o cual motivo"; o 'Imagino que es así'; o 'es así, si no estoy equivocado'. Este hábito, creo, ha sido de gran ventaja para mí ". — Benjamin Frankling en su autobiografía escrita en 1789.

Benjamin Franklin fue uno de los fundadores de Estados Unidos y autor del libro The Way to Wealth, pero también fue un inventor reconocido y el mundo lo conoce como el padre de la electricidad. Él atribuye gran parte de su éxito al hecho de haber sido un lector voraz, tan hambriento de conocimiento que constantemente se desvelaba con nuevos libros.

También amaba debatir, por lo que adoptó el hábito de nunca usar términos absolutos a menos que estuviera hablando de algo de lo que estuviera completamente seguro. En cambio, usaba frases como "me parece que...", "yo pensaría que...", "me imagino..." y "si no me equivoco". Franklin decía que hablar de este modo era sumamente importante ya que si hablabas con determinación y estabas equivocado, los demás no te corregirían, lo que significaba que no iban a aprender nada. Esta intención en el lenguaje es vital para cualquier figura de importancia en los negocios, especialmente en juntas, acuerdos y entrevistas. Hablar con cuidado y precaución es un signo de inteligencia ya que muy pocas cosas en la vida son totalmente ciertas.

Andrew Carnegie

Andrew Carnegie

"Reunimos a miles de operadores en la fábrica y en la mina, de los cuales el jefe puede saber poco o nada y para quienes él es poco más que un mito. Todas las relaciones entre ellos han llegado a su fin. Las castas rígidas se forman, y, como de costumbre, la ignorancia mutua engendra desconfianza mutua. Cada casta no simpatiza con la otra y está dispuesta a acreditar cualquier cosa despectiva con respecto a ella... A menudo hay fricción entre el jefe y el empleado, entre el capital y el trabajo, entre ricos y pobres". -Andrew Carnegie en su libro de 1989 Gospel of Wealth. Carnegie señaló la razón por la que donaría una parte de sus ganancias (casi US$ 350 millones en 1889) a universidades, librerías y otras organizaciones. Pero en este párrafo, el magnate de acero, líder de negocios y filántropo habla sobre el lado oscuro del capitalismo. Aunque Carnegie continúa hablando sobre cómo los beneficios de la competencia pesan más que las cosas negativas, admite que la diferencia que puede hacer entre empleados y jefes (y entre la case obrera y la clase alta) es significativa. Cualquier ejecutivo exitoso hará bien en notar esto y usar su influencia para darle la vuelta a esta idea en su cabeza, manteniéndose relativamente accesible tanto para sus empleados como para sus clientes.

John D. Rockefeller

Rockefeller

"Las críticas que son deliberadas, sobrias y justas siempre son valiosas, y deben ser bien recibidas por todos los que desean progresar. He recibido todas las críticas adversas que me tocaban, pero puedo decir que nada me ha amargado ni dejado rencor contra alguien. Tampoco deseo criticar a los que su juicio consciente, francamente expresado, difiere del mío. No importa cuán ruidosos sean los pesimistas, sabemos que el mundo está mejorando constante y rápidamente, y eso es algo bueno de recordar en nuestros momentos de depresión o humillación ". -John D. Rockefeller en su libro de 1909.

Rockefeller fue un magnate del petróleo, un hombre de negocios prominente y un filántropo, y una parte duradera de su herencia fue su estatua como uno de los hombres más ricos de la historia y el primer multi millonario en Estados Unidos. En 1918, su valor ascendía a los US$ 1,2 mil millones, que equivaldrían a unos US$ 217 mil millones actuales. Pero Rockefeller no construyó su imperio de Standard Oil preocupado por sus detractores, sino que tomaba las críticas en cuenta y las usaba para catapultarse hacia sus objetivos, luchando para no permitir que las "críticas adversas" lo drenaran de su tiempo o energía. Cualquier líder de negocios haría bien en escuchar todo tipo de consejos sin dejar que éstos lo saquen del camino o lo aparten de sus objetivos. Es decir, tomar el consejo de los demás a cuentagotas.

Madam C.J.Walker

Madame CJ Walker

"Soy una mujer que vino de los campos de algodón del sur. Fui promovida desde allí a la tina de lavado. Luego fui promovida a la cocina, y desde allí me ascendí a mi misma al negocio de la fabricación de productos para el cabello... He construido mi propia fábrica en mi propio terreno ". —Madam C.J. Walker en un discurso que dio en 1912.

Famosa por ser la primera mujer en hacerse millonaria por sus propios méritos, Madam C.J. Walker (nacida como Sarah Breedlove) hizo su fortuna gracias a su exitosa línea de productos para el cabello perfilados para mujeres negras.

El sistema de cuidado del cabello que desarrolló, que utilizaba una combinación de lociones con peines de hierro, fue conocido como el sistema Walker, y su talento para autopromocionarse le granjeó la lealtad tanto de sus clientes como de sus vendedoras que iban puerta por puerta. Pero los orígenes de Walker, siendo la primera hija nacida libre de padres que acaban de ser liberados después de haber sido esclavos, significaron que tuvo que trabajar mucho más para construir su negocio y empezó con tan solo US$ 1,50 de capital.

"Las niñas y mujeres de nuestra raza no deben tener miedo de empezar cualquier negocio, y si son pacientes con la industria, conocen de economía y son determinadas en sus esfuerzos y aplicación de los negocios, el éxito en una gran cantidad de oportunidades de negocios las aguarda del otro lado de la puerta" dijo en el mismo discurso.

Henry Ford

Henry Ford

"El poder y la maquinaria, el dinero y los bienes son útiles solo cuando nos dejan libres para vivir. Ellos son solo medios para un fin. Por ejemplo, no considero las máquinas que llevan mi nombre simplemente como máquinas. Si eso fuera todo, haría algo más. Los tomo como evidencia concreta del desarrollo de una teoría de negocios que espero sea algo más que una teoría de negocios, sino una teoría que busca hacer de este mundo un lugar mejor para vivir ". —Henry Ford en su libro de 1922.

Ford fue un magnate de los negocios, un innovador de la producción en masa y fundado de la Ford Motor Company. Su modelo T Ford es famoso por haber acercado los automóviles accesibles a los consumidores de todos los días, considerando que entre 1908 y 1927 se vendieron 15 millones de autos. Mientras que Ford gozaba de una notable riqueza (en 1918 su fortuna de US$ 100 millones equivaldría a US$1,8 mil millones de hoy) sintió que era vital impartir que el dinero sólo es un medio para la libertad y que, fuera de ese propósito, no significa nada. Y él se sentía un poco igual con el resto de los negocios, y creía que cada empresa tenía que tratarse sobre "hacer de este mundo un lugar mejor para vivir." Adoptar ese mismo valor podría ayudar a cualquier líder de negocio a propulsar su éxito a largo plazo.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.