Los escenarios del gobierno y privados para sacar al turismo del pozo

A poco más de tres meses de que llegue el momento más relevante para un motor económico potente, tanto el gobierno como los operadores privados ya piensan en cómo sacar del pozo el turismo. La estrategia, dijo a El Observador el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, es de “pasos firmes y cortitos, sin prisa pero sin pausa”. 

El presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo, Juan Martínez, admitió que aunque es difícil prever qué va a pasar y el horizonte no es claro, lo más importante es brindar confianza a la gente para que venga. 

En mayo de este año, el empresario dijo que el turismo (significa un ingreso de divisas por US$ 1.800 millones al año) primero empezará a gatear, luego se pondrá de pie y, cuando logre pisar firme, dará sus primeros pasos y caminará de nuevo. 

En caso de que para el verano no haya una solución global con una vacuna (que por ahora no se visualiza con claridad), Uruguay tiene previsto continuar abriendo fronteras puntuales, como se anunció esta semana con la Unión Europea. La Cámara de Turismo plantea mejorar esa apertura parcial de fronteras cambiando los períodos para realizar los hisopados.

Martínez dijo que una alternativa puede ser que en lugar de que se realicen tests 72 horas antes de viajar, se hagan entre cinco o seis días antes y se realice la cuarentena en el país de origen. 

“Ningún turista va a salir a pagar un alojamiento para quedarse encerrado en cuarentena. El planteo es que cuando se llegue se haga un segundo hisopado, que en 45 minutos da el resultado. Si da negativo, entonces esa persona puede entrar porque no tiene el virus e hizo la cuarentena en su casa y no en destino”, explicó. 

Sobre las perspectivas para el verano, desde la cámara dan por descartado casi de plano el turismo de cruceros. Empero, son optimistas en que si Uruguay no da marcha atrás en el control de la pandemia, se tendrán buenas soluciones para apuntalar la temporada, que tendrá un empuje extra del turismo interno. 

El salvavidas interno 

Aunque no genera divisas, el turismo de los uruguayos dentro de fronteras moviliza unos US$ 800 millones al año. En esta línea, Monzeglio entiende que el turismo local tendrá un aumento significativo durante la próxima temporada, porque “el que quería ir a Florianópolis o a Río de Janeiro lo va a pensar dos veces y capaz se va a La Pedrera, Cabo Polonio o Punta del Este”. 

Martínez, por su parte, señaló que el año pasado salieron del país US$ 1.100 millones por turismo de uruguayos en el exterior, por lo que se espera que un poco de ese dinero circule dentro de fronteras, dado que muchos que tenían planificado salir durante 2020, finalmente no lo hicieron. 

En el sector turístico se cree que a pesar de las restricciones económicas que va a haber, con que 20% de ese monto (más de US$ 200 millones) pueda quedarse en fronteras, va a dinamizar la economía de la próxima temporada. Puede significar, expresó Martínez, que llegue a movilizar más de US$ 1.000 millones en el año. 

Para el empresario hotelero, así como pasó en las vacaciones de julio, será “el turismo interno el que mueva y le dé dinámica a la recuperación del sector”. 

Argentinos y el punto a punto

Históricamente el peso de los turistas argentinos en el sector es indisimulable. Si una temporada fue mala lo fue esencialmente porque vinieron menos argentinos que en otros años. 

El público proveniente del país vecino representa como mínimo la mitad de los turistas que ingresan a Uruguay por año y en algunos casos, como en 2017 (el mejor año de la historia), llegaron a ser el 67% de total.

Conscientes de ese peso sustantivo, tanto gobierno como sector privado vienen monitoreando y trabajando con algunas provincias argentinas, como Santa Fe y Entre Ríos, para plantear la posibilidad del punto a punto sano. De todas formas, Monzeglio explicó que “lo único que está claro” es que el horizonte que se presenta hoy, “puede variar en 15, 20 o 30 días, y aún más si se proyecta hacia la temporada alta”. 

Martínez, en tanto, dice que hay que considerar el cambio de escenario que puede significar la posibilidad de que haya una vacuna para el coronavirus o no. 

“Hay algunos países que están avanzando y ya han hecho pruebas. Si hay vacunas todos contentos, pero nadie puede garantizarlo. Además tiene que darse en los países de origen, porque Uruguay no va a vacunar a los 3 millones que entren”, alertó. 

El empresario considera que con buena protección sanitaria va a ser “un buen año, porque hay mucha gente con ganas de salir y venir".

"El público argentino –que es el más fuerte nuestro– tiene unas ganas enormes, lleva cinco meses largos de cuarentena. Argentina está jugada a una vacuna; no tiene otra manera de frenar esto. Y si la tiene, es una oportunidad para nosotros”, sostuvo. 

Para Monzeglio, lo primero a tener en cuenta es que el turismo a nivel mundial no va a ser igual, al menos en los próximos cuatro o cinco años, dado que todo lo relacionado con lo masivo está siendo revisado.

"No se puede proyectar una temporada y menos todavía la próxima, porque no va a tener características similares a nada que se haya visto antes. Debido a la gran incertidumbre que hay, el público turístico va a ser de poder adquisitivo medio-alto para arriba. El turismo de ir a ver qué hay va a bajar enormemente, por el riesgo que se corre de conocer un nuevo lugar y que te agarre un cierre de fronteras o que tengas que cursar la enfermedad en un país ajeno. Estamos ante un renacimiento del turismo. Va a ser diferente, no tan masivo, más selectivo y pausado. La gente se va a tomar más tiempo por las mayores precauciones necesarias”, explicó .

Apuntando al verano y en particular a los argentinos, mencionó que no hay dudas de que los que van a venir son los propietarios de casas en los balnearios o de tiempos compartidos, los que “ya tienen el hábito de venir a Uruguay porque conocen”. 

En consideración a la política del gobierno, el jerarca indicó que más allá de los buenos manejos sanitarios, la pandemia no va a terminar en cuatro meses, cuando Uruguay esté en plena temporada. Subrayó que en la apertura la palabra clave es gradualidad, con una estrategia que avance de punto a punto sano.

“Lo que está en juego es ver cómo se desarrolla la enfermedad en el mapamundi y a partir de ahí analizar cuáles son los puntos que pueden abrirse, de aquí para allá y viceversa. Capaz en dos meses hay una región de Brasil que está manejando mejor la pandemia y se puede avanzar con esos puntos”, señaló el subsecretario de Turismo, que destacó los controles sanitarios que se han hecho hasta ahora para el ingreso al país.

 Además del laboratorio instalado en el propio buque Francisco por Buquebus, tras la reactivación de vuelos puntuales en julio, en los primeros 40 días de implementación en un total de 2.880 pasajeros, solo cuatro tuvieron resultado positivo por covid-19 en el Aeropuerto de Carrasco. En el presente, hay vuelos a Uruguay desde Madrid, San Pablo y Santiago de Chile, con perspectiva de que las frecuencias y los destinos sigan aumentando. 

En esta coyuntura de incertidumbre y a tres meses de que empiece la época estival, para Martínez la expectativa igualmente es de optimismo y así lo manifestó: “Ojalá este verano podamos estar corriendo de nuevo”.