Los motivos de Bauzá para declinar competir por la IMM y por qué Sotelo suma apoyos

El próximo secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, tenía prevista para el miércoles una reunión con Bauzá, pero esta finalmente no se concretó. Sobre el mediodía del jueves el expresidente de la AUF ratificó en diálogo con El Observador su intención de no ser candidato a intendente.

Bauzá explicó que no suele aceptar desafíos para los que no se considera lo suficientemente preparado –además de que, por el momento, no hay un programa único que lo sustente– y señaló que por estos días trabaja con la mira puesta en encabezar la Secretaría Nacional del Deporte (SND), cargo para el que fue designado por el presidente Luis Lacalle Pou. 

El expresidente de la AUF tiene prevista una reunión con Delgado para avanzar en la transición de la SND y, según dijeron fuentes políticas a El Observador, la intención del próximo secretario de Presidencia (en quien Lacalle Pou delegó las conversaciones por la intendencia) es poner sobre la mesa, por última vez, el tema de la candidatura. 

Mientras tanto, los dirigentes colorados y blancos de Montevideo trabajan para cerrar el acuerdo que permita presentar una candidatura única en mayo bajo el lema del Partido Independiente.

Los dirigentes políticos consultados por El Observador aseguraron que las próximas horas serán claves para concretarlo. También coincidieron en que de haber candidato único lo ideal sería que no fuera una figura demasiado asociada al Partido Nacional o al Colorado. Y ese argumento es el que hace que hoy se vea con buenos ojos la candidatura de Sotelo.

La coalición llega a las negociaciones de enero luego de no haber podido habilitar en junio el lema común del Partido de la Concertación y en medio de las conversaciones por el armado del Poder Ejecutivo. Según los consultados, este punto y el desgaste del ciclo electoral que empezó hace más de un año, los llevó a dilatar sus resoluciones.

Tener un candidato único, según el diputado blanco Gustavo Penadés, sería darle un mensaje a la ciudadanía de que hay una "fuerte voluntad" por cambiar la administración de los últimos 30 años de Montevideo. "Prescindimos todos de la posibilidad de llevar nuestro propio candidato en pos de lograr que tras el candidato de todos haya también un mensaje a la ciudadanía de que el tema ya no es de partidos, sino de cambiar la administración de 30 años de Montevideo", señaló el dirigente herrerista.  

De esta manera, lo que se busca es cambiar la estrategia anterior, en la que los tres partidos que integraron la Concertación presentaron su propio candidato. En mayo de 2015 por los blancos compitió Álvaro Garcé, por los colorados Ricardo Rachetti y por el Partido de la Gente, Edgardo Novick.

En las pasadas departamentales el Frente Amplio (FA) consiguió 447.288 votos y la Concertación 333.743. La diferencia fue de 113.545 votos. Dentro de la Concertación, el líder del Partido de la Gente fue el más votado (211.509), seguido de Garcé (104.373) y Rachetti (15.837). 

"La idea es sumar esfuerzos en pos del objetivo de ganar la intendencia y de no sacarte las ganas de tener un candidato con el que sabés que vas a perder", resumió Penadés. 

El nombre de Sotelo todavía no fue planteado a Cabildo Abierto, quien, según supo El Observador, se mostró reticente a competir bajo el lema del Partido Independiente. Además, el subsecretario designado de Defensa, Rivera Elgue, dijo este miércoles a El Observador que la intención del partido que lidera Guido Manini Ríos es presentar a al menos un candidato propio, por lo que resta saber si Cabildo Abierto desistirá de su aspiración. 

Para el dirigente de Ciudadanos, Ope Pasquet, sería un "golpe político" para la coalición de gobierno no poder acordar para Montevideo. "Tenemos que tener un buen desempeño electoral", dijo el diputado, al tiempo que agregó que de no lograr un acuerdo se daría un mensaje de "falta de capacidad de entendimiento" para una "cosa tan obvia" como la competencia en Montevideo. 

Según el legislador, "lo ideal" es que quien sea candidato "no tenga una identificación partidaria estridente con los partidos mayoritarios de la coalición". "Esa es una de las facetas que hace atractiva la candidatura de Sotelo, además de sus condiciones personales", dijo Pasquet. 

Pese a que no está descartado que puedan aparecer otros nombres, Penadés también dijo que ve con buenos ojos el nombre de Sotelo. "Me parece una buena idea, no me parece nada malo", sostuvo. 

"Desgaste" electoral

La reforma constitucional de 1996 supuso un cambio en el sistema electoral uruguayo, que, entre otras cosas, separó en el tiempo a las nacionales de las departamentales y redujo la cantidad de candidatos que se pueden presentar por departamento bajo un mismo lema (máximo de tres). Pese a la separación temporal, todo forma parte de un mismo ciclo electoral y rige la inhibición que no permite que una persona que integró la lista de un partido en las internas compita dentro de otro en mayo.

Este último aspecto fue señalado por los dirigentes como un escollo para acordar en Montevideo, donde todos tienen claro que si no es entre varios no es posible competirle al FA, al menos por ahora. 

Además de las dificultades que esto representa en el sentido de "reservar" nombres para la intendencia, las internas competitivas de los partidos también conspiraron con la posibilidad de alcanzar en junio los 500 votos necesarios para que la Concertación se presentara en mayo. Al Partido de la Concertación le faltaron 14 votos, por lo que ahora –además de buscar candidaturas, definir estrategias y presentar propuestas– los socios de la coalición tuvieron que salir a buscar un lema. 

"Faltó una visión, un compromiso mayor, producto de que hemos sido víctimas de las internas", reconoció Penadés, quien agregó que a las departamentales no se les había "prestado la atención necesaria" desde que se produjo la reforma de 1996 hasta que apareció la idea de concertar. 

Para las internas también estaba en el ambiente la idea de que, por primera vez en mucho tiempo, acceder al gobierno nacional era una posibilidad real. Y eso fue lo que terminó primando. 

Una vez cumplida la etapa nacional –con la victoria de la coalición– todos los esfuerzos se enfocaron en el armado del gobierno. "Las municipales son un coletazo, después de que se hace un enorme esfuerzo", apuntó el dirigente nacionalista Pablo Abdala, quien agregó que para mayo el desgaste ya es "enorme". Por eso, dijo que es partidario de las "elecciones a medio término". 

"A los partidos se nos termina haciendo cuesta arriba, pero en mayo lo que se definen son espacios de poder de importancia. Por lo tanto, más allá del debilitamiento físico, electoral y político que sufrimos, hay que sacar fuerza de las flaquezas", concluyó.