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Los secretos del éxito de las peras artiguenses que llegaron a la UAM
En 2015, cuatro productores rurales de Pintado, Artigas, impulsados por el técnico agropecuario Julio Pisano, apostaron por un nuevo cultivar de peras, el Williams Precoz –una mutación del cultivar Williams, conocido como peras francesas–, en una zona en la que la principal producción es la de tabaco. Y en 2022 vendieron por primera vez una cosecha a la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM).
El cultivar Williams Precoz se presentó en 1989 en el Centro de Investigaciones Agrícolas Alberto Boerger (actual estación experimental Las Brujas del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria). Su principal característica, y destacada por los productores y técnicos, es que tiene una cosecha más temprana que su “variedad madre” (cerca de 35 días), comentó Pisano a El Observador.
Después de conocer el cultivar, el técnico realizó un estudio de las condiciones del suelo y del clima en Artigas.
Las peras necesitan estar expuestas al frío en invierno para producir bien. Observó la fenología de la planta y se dio cuenta de que al florecer 15 días antes que el cultivar Williams, necesitarían menos horas de frío para producir, lo que hacía a Artigas un buen lugar para su desarrollo, ya que en invierno esa zona tiene una buena acumulación de frío, pero las altas temperaturas llegan antes que en otras partes del país.
Además de eso, la humedad relativa es menor en Artigas que la que hay en el sur del país, lo que sumaba un punto más para esa zona, ya que, cuanto menos humedad relativa tenga el peral, mejor se comportará la estética de la fruta. Cuando el clima es más seco la piel de la pera es más lisa.
Y las horas de sol anuales son similares a zonas del norte de Brasil, lo que es fundamental para realizar “producciones de primor”, destacó Pisano en un informe que escribió sobre el cultivar.
Después de analizar todas esas características el técnico impulsó el desarrollo de este cultivar entre productores de Pintado. Y ocho años después, su iniciativa se transformó en negocio, cuando las peras artiguenses entraron en el mercado.
Alternativa al tabaco
El 90% de la producción de peras uruguayas es de cultivares Williams. La mayor parte se hace en el sur del país, en localidades de Colonia, San José y Montevideo Rural.
En Artigas se encontró en las peras una alternativa sustentable a la producción (ya que no se utilizan tantos químicos como en la producción de tabaco) y con menor costo en la mano de obra, destacó Pisano.
Desde hace unos años, en varias zonas del país, se le sumaron a las Williams otras variedades, entre ellas la Williams Precoz.
Las peras Williams Precoz se producen entre junio y diciembre. La época de floración se da de 15 a 20 días antes que la del cultivar Williams en granjas del sur del país, y las cosechas se hacen a partir del 15 de diciembre, mientras que las de otras variedades se cosechan en enero. Esto les ha permitido –desde que entraron al mercado– ser una oferta temprana y con poca competencia, principalmente de peras importadas.
La cosecha llegó al mercado
En 2015 un grupo de productores de Artigas comenzó un vivero de perales en Pintado para el desarrollo de las primeras plantas de Williams Precoz en esa zona del país. Iniciaron con la semilla del porta injerto, Pyrus calleryana, a la que, una vez desarrollado, se injertaron las yemas de Williams Precoz.
En esa zona del país ya se producían otros cultivares de pera, algunos hasta con 100 años de historia en el lugar.
En junio de 2017 las primeras plantas de Williams Precoz en Artigas se instalaron en dos hectáreas, fueron 800 plantas por hectárea.
Las primeras cosechas con fines comerciales empezaron en 2020. La primera de esas tuvo una productividad de 3,5 kilos de fruta por planta y se vendió en Artigas, en mercados locales.
En la segunda, que se hizo en 2021, se lograron 7 kilos por planta; esas frutas fueron vendidas a una distribuidora que las llevó a otras zonas del país.
Y la última cosecha, la de diciembre de 2022, rindió 10 kilos por planta y se vendió a la UAM. Las frutas de esa última cosecha se valorizaron en promedio en US$ 2,25 por kilo.
Pisano contó que la cosecha se hace en bins (cajones) de 200 kilos, es enviada en camión a Montevideo, donde se realiza el packing, pasa por un proceso de “desverdizado” (maduración que se realiza durante dos días con etileno y tres días a 0° en una cámara de frío y finalmente quedan prontas para comercializarse.
En esta, su primera zafra en la UAM, los productores se asociaron con un operador del mercado mayorista y tienen como objetivo poder lograr en unos años más una productividad de 20 kilos por planta.
