Magro desempeño de importaciones acompaña estancamiento del PIB

Las compras en el exterior de bienes entre enero y setiembre totalizaron US$ 5.316 millones, con una caída de 8% en la comparación interanual, según datos divulgados por el Instituto Uruguay XXI.

En la información oficial se observa que los bienes de consumo tuvieron similar comportamiento.

En el caso de los celulares se verificó un descenso de 8% en las compras que pasaron de US$ 231 millones entre enero y setiembre de 2018, a US$ 212 en el mismo período de este año.

En el rubro televisores también se notó una merma. Durante este año se adquirieron aparatos por US$ 50,5 millones frente a US$ 65,3 millones de un año atrás, con una disminución de 22,6% en la comparación interanual.

En tanto, las computadoras mostraron el mismo desempeño negativo. Las importaciones de 2019 alcanzaron los US$ 77,3 millones contra US$ 94,2 millones del año pasado y una baja de 17,9%, según datos aduaneros.

El efecto dólar 

Una explicación de la menor importación de bienes de consumo es la apreciación del tipo de cambio. Entre enero y setiembre el dólar tuvo un fortalecimiento de 14%, luego de haber aumentado 12,6% en 2018. La divisa cerró el noveno mes de 2019 rozando los $ 37 en su cotización interbancaria, valor que ya superó en los primeros días de octubre.

El tipo de cambio alto desalienta a los compradores de bienes ya que los productos llegan al país con precios fijados en dólares. En efecto, la última medición del Índice de Confianza del Consumidor —elaborado por la Cátedra SURA de Confianza Económica— correspondiente a agosto marcó que la predisposición a la compra de bienes durables tuvo una disminución de 3,7% en ese mes.

Esa menor predisposición de compra también se verificó en el último dato de Cuentas Nacionales publicado por el Banco Central (BCU) del segundo trimestre del año. Allí, se informó que el consumo privado atraviesa una fase de estancamiento con tres trimestres consecutivos en caída. El indicador acompaña el estancamiento de la economía local.

Automóviles y autopartes

La importación de automóviles mostró en los nueve meses una retracción de 13%, mientras que en el caso de los autopartes fue de 9% en la comparación interanual. El mal desempeño de la compra de vehículos en el exterior se observa también en los datos de venta de vehículos nuevos en la plaza.

La Asociación del Comercio Automotor (ACAU) divulgó este martes que en setiembre se comercializaron 1.889 cero kilómetro frente a 2.386 del mismo mes del año pasado con una caída de 20,8%. Sin embargo, hubo un repunte en el segmento de los utilitarios. Se vendieron 919 contra 581 con una suba en la comparación interanual de 58,2%. Igualmente, en la suma de los primeros nueves meses y tomando en cuenta automóviles, utilitarios, minibuses, ómnibus y camiones, se vendieron 3.331 unidades nuevas menos con una baja de 9,9%.

En el caso de los vehículos el tipo de cambio también es el factor que más pesa. Los comerciantes hay algo que tienen claro: un dólar barato dinamiza el mercado automotor; uno fortalecido lo retrae.

Además, la incertidumbre electoral es otro elemento que se hace sentir en los consumidores, tanto al momento de adquirir vehículos como otros bienes durables.

La vedette

Si las importaciones a nivel general no descendieron más bruscamente fue por el impulso que tuvieron en lo que va del año las compras de carne vacuna en los países de la región. Entre enero y setiembre llegaron 17,9 millones de kilos de carne frente a 10,2 millones ingresados en el mismo período de 2018. El aumento fue de 75,5%. Las importaciones fueron por US$ 71,6 millones contra US$ 41,8 millones de un año atrás y un incremento de 71%.

Los cortes elegidos fueron trozos de cuartos traseros o delanteros frescos o refrigerados,  deshuesados; carnes deshuesadas y lomos vacunos. El precio promedio fue de US$ 4,67 ($ 174). El principal proveedor fue Brasil que vendió a Uruguay US$ 34,2 millones, el segundo Paraguay y el tercero Argentina. 

El secretario de la Unión de Vendedores de Carne, Heber Falero, señaló a El Observador que el aumento se debe a que cada vez más se distancia el precio de la carne local con la importada. “La brecha se agrandó, la carne de acá siguió subiendo y eso hace que la diferencia sea mayor”, dijo.

“La importación fue lo que aguantó el precio en el mercado interno porque el carnicero hace un promedio”, explicó el comerciante.