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Mujeres dedican el mismo tiempo a trabajo remunerado que honorario
En Uruguay, las mujeres trabajan más de los hombres. Sin embargo, trabajar no implica necesariamente que ganen dinero por las tareas que realizan. Por el contrario, aunque la carga global de trabajo -que considera trabajo remunerado y no remunerado- se divide 53,1% para mujeres y 46,9% para hombres, las mujeres dedican 64,6% de su tiempo a tareas que no le dan dinero y los hombres 31,9%, según un estudio durante 2013 por el Instituto Nacional de la Mujer (Inmujeres) del Ministerio de Desarrollo Social, junto con el Instituto Nacional de Estadística y la Facultad de Ciencias Sociales, presentado este jueves.
"Al considerar a la población que realiza ambos tipos de trabajo, los datos indican que en este grupo las mujeres tienen una carga global de trabajo superior a la de los varones, ya que ellas trabajan seis horas semanales más si sumamos trabajo remunerado y no remunerado", explican en la publicación Los tiempos del bienestar social - Género, trabajo no remunerado y cuidados en Uruguay de Inmujeres.
La investigación indica que, en promedio, se destinan 30 horas semanales a las actividades de trabajo no remunerado. Mientras que en las mujeres esa cifra asciende a 37, en los hombres es casi menos de la mitad: 20. Los uruguayos destinan 42 horas horas semanales a trabajo que sí se remunera. Las mujeres utilizan 38 horas semanales, casi lo mismo que en el no remunerado, y los hombres 45, más del doble del tiempo que dedican a realizar tareas honorarias.
El trabajo no remunerado está compuesto, mayoritariamente, por trabajo doméstico y de cuidados. En el caso del trabajo doméstico, 87,4% de las mujeres participan mientras que en el caso de los hombres lo hace el 69%.
En relación a las horas semanales que dedican, 27 corresponden a mujeres y 13 a los varones. Según Inmujeres, las 14 horas semanales de diferencia entre ambos "no debe pasar inadvertido debido a que da cuenta de un núcleo duro de la división sexual del trabajo, más rígido si lo comparamos con el cuidado, que requiere cambios profundos en el comportamiento de los varones y, por ende, políticas específicas".
