Nacional no lleva a sus hinchas al Campeón del Siglo en las condiciones que planteó la Policía

La idea que el pasado jueves trasladó el Ministerio del Interior a los dirigentes, para que el clásico del Apertura se juegue con público visitante en el Campeón del Siglo, pasa por concentrar a los hinchas en la vieja terminal del aeropuerto de Carrasco. Los hinchas serán citados a la hora 12. Desde allí se iniciará el traslado –en tandas- de los ómnibus ya chequeados por la policía que dejará a los hinchas en la puerta de la tribuna visitante.

Para trasladar a los hinchas y sacarlos del estadio de Peñarol después del partido, el Ministerio sugirió la contratación de 40 ómnibus y sacarlos en tandas de 10 coches. El costo de contratación de los vehículos correrá por cuenta de Nacional.

Debido a la responsabilidad que deben asumir durante el traslado frente a cualquier episodio de violencia sobre los ómnibus y los hinchas, por ser quienes contratan los vehículos, Nacional comunicará que no concurrirá con sus espectadores al clásico del Apertura en el estadio aurinegro.

Ahora será la Asociación Uruguaya de Fútbol y Peñarol como organizador del espectáculo si aceptan jugar el clásico del Apertura sin público visitante.

El fútbol está momentáneamente paralizado luego de la medida de la gremial de árbitros (Audaf) tras los acontecimientos del viernes.

Los errores de la terna encabezada por Andrés Cunha en el Capurro, en el empate de Nacional 4 a 4 con Fénix, generó declaraciones del presidente albo José Decurnex. Los jueces elevaron sus dichos al Tribunal de Ética. El línea del referido partido, Martín Soppi, que no vio el gol de tiro libre de Santiago Rodríguez, recibió amenazas. Y la gota que derramó el vaso fue la invasión de un grupo de hinchas de Nacional al hall de la AUF con pancartas alusivas al referato y anunciando medidas.

Todo esto llevó a la paralización de la actividad por parte de los árbitros.

La gremial se reúne este lunes con las autoridades de la AUF y, por la noche, trasladarán el tema a todos los árbitros en una asamblea convocada para decidir si levantan la medida y el fin de semana vuelve el fútbol.