Nada más creativo que un tambero
17 tamberos de todo el país participaron en la primera edición del concurso Ingenial
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22 de diciembre de 2018 a las 05:00
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Con la premisa de apoyar al tambo y reconocer al capital humano del productor, se creó Ingenial, un concurso que propone destacar soluciones creativas, inventos y propuestas ingeniosas que día a día son generadas por los trabajadores del sector lechero.
El pasado martes 18 se realizó en la sede de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) la entrega de premios de la primera edición del certamen que fue subdividido por categorías.
El primer premio a la Gestión Humana y Recreación fue para Martin Wohlwend, de Colonia Valdense quien desarrolló, junto a sus dos niños, una réplica de maquinaria agrícola con reciclaje
El segundo premio de la categoría fue para Wilian Gonet y el tercero para Esteban López ambos de Tarariras, Colonia.
En la categoría Manejo Animal, el primer premio fue para Esteban López, quien presentó un artefacto para descongelar calostro. En segundo lugar quedó Henri Rivoire y el tercer puesto fue para Nick y Kevin Knuser, de Colonia Miguelete.
Juan Manuel Ramos Rama, docente de la UTEC, explicó a El Observador que el concurso buscaba reconocer la creatividad que hay en las personas que trabajan en los tambos.
“Reconocer los inventos y los ingenios que están puestos al servicio de los procesos de todo el día en el tambo”, destacó.
La iniciativa fue organizada por la Universidad Tecnológica (UTEC) junto con el Instituto Nacional de la Leche (Inale), la ANPL, el Plan Agropecuario, Conaprole y Fucrea.
El docente aseguró que todas las partes se quedaron conformes con el proceso e inclusive se planteó, para una segunda instancia, extender el concurso a todo el sector agropecuario. “En próximas ediciones quizás Ingenial se transforme en una propuesta más amplia”, adelantó.
En esta primera muestra participaron 17 personas. El jurado estuvo integrado por un miembro de cada institución organizadora. Los criterios de selección fueros varios. El primero de ellos, que la solución fuera económica, hecha con materiales del día a día que solucionaran un problema.
“Cosas sencillas, pero prácticas”, añadió.
Además, se exigió que el proyecto no dañara el bienestar animal ni el medioambiente. En este sentido, hubo algunas propuestas que tenían que ver con reciclaje de materiales de agroquímicos que se consideraron que no eran pertinentes.
En la categoría de Gestión Humana y Recreación, un área poco tradicional para el sector, se buscó que la propuesta ayudara a mejorar la calidad de vida de las personas que trabajan en los tambos.
“Fue un aspecto que se tuvo muy en cuenta en esto de premiar”, concluyó.
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