Niña de cinco años jugaba en el recreo y la atacó un pitbull

El perro, que ya había atacado a otras personas, ingresó por un agujero que había en el alambrado de la escuela

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02 de noviembre de 2018 a las 09:58

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Una niña de cinco años jugaba en el patio de la escuela 260 de Lomas de  Solymar –en Ciudad de la Costa– este jueves en la tarde, a la hora del recreo, cuando un pitbull ingresó de un momento a otro por un hueco del alambrado del patio y la mordió.

Según informó Subrayado y confirmó El Observador con el consejero de Primaria Pablo Caggiani, la niña sufrió heridas en brazos, piernas y abdomen, y debió ser internada de urgencia en el Hospital Pereira Rossell. La salvaron los obreros que estaban haciendo reparaciones en la escuela.

En el hospital le tuvieron que coser las lesiones ocasionadas por las mordidas, y fue dada de alta sobre las ocho de la noche, aunque deberá tomar antibióticos durante 10 días.

La rotura del tejido por donde se coló el perro, dijo Caggiani, será reparada este viernes, pero en Primaria entienden que la responsabilidad excede al organismo. “Los niños van caminando a la escuela, al baby fútbol; esto tiene que ver mucho más con la tenencia responsable”, dijo el jerarca.

Por eso se hizo la denuncia policial y, según informó la inspectora departamental Elsa Irigoyen, el pitbull, que ya ha atacado otras personas en el barrio, será sacrificado.

Rehabilitación

El pitbull es una raza muy agresiva, y cuando un perro de esta especie presenta conductas violentas tiene posibilidades de ser rehabilitado, siempre y cuando no responda a un problema neurológico –que requiere de complejas operaciones– o a una causa genética estructural, según explicó en su momento la psicóloga Laura Falco, que además es fundadora del Centro TAO, una institución que desde 2004 se dedica a rehabilitar perros violentos y a entrenar canes de asistencia terapéutica.

Las rehabilitaciones que se hacen allí pueden hacerse in situ –en el lugar en que habita el animal– o ser trasladados hasta su centro de trabajo, pero en la mayoría de los casos, dijo Falco, la clave radica en corregir las conductas de los dueños. Modificando esa variable el animal puede reasumir una conducta normal en casi todos los casos, según explicó.

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