Peñarol ensaya la despedida

El equipo de Fossati cayó claramente ante Wanderers sin mostrar prácticamente nada y quedó muy lejos en la tabla de posiciones

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17 de octubre de 2014 a las 20:26

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Alfredo Arias vendía pizza hace tres años y no le iba mal. Pero encontró lugar en su pasión para dirigir. Wanderers le abrió las puertas, llegó y en poco tiempo casi lo saca campeón uruguayo por primera vez en su historia dentro del profesionalismo.

Para este torneo, se le fueron la mitad de los jugadores y el sábado enfrentó a Peñarol que tiene un plantel que si no es el mejor, lo disimula muy bien a veces cuando no juega a nada, como sucedió justamente en este partido.

En cinco días, el equipo de Jorge Fossati perdió un invicto de 21 partidos por partida doble: en la hora ante Estudiantes por la Copa, y ahora contra Wanderers.

Arias ya dejó de vender pizzas, pero sabe parar bien a los equipos, más allá de que en este torneo las cosas no le salieron del todo bien. De todas maneras, le colocó tres puntas a Peñarol y lo complicó desde el inicio.

Como contrapartida, Fossati paró a dos volantes de marca –normalmente juega solo con Sebastián Píriz– y paradójicamente, no podían con nadie, sobre todo, en la primera mitad. Lo de Orteman ya es preocupante. Bajísimo en todo: velocidad, quite, proyección y juego.

Píriz en cambio, levantó muchísimo en el complemento y fue el único.

Pero Peñarol el sábado perdió mucho más que un invicto. Prácticamente se despidió del Apertura dejando una pálida imagen.

Parece que apostó todo a la Copa Sudamericana y de no mediar un buen resultado el próximo miércoles, se va a quedar seguramente sin nada.

Wanderers tuvo fútbol, eso que tanto cuesta conseguir a veces. Sorprendió de entrada ganando la pulseada claramente en la mitad de la cancha, ese sector fundamental para gestar y destruir a la vez.

Peñarol era un manojo de nervios. No solo no le salía una, sino que golpeaba muchísimo. Terminó cometiendo nada menos que 29 faltas, un disparate.

Diego Riolfo tomó el comando de entrada y Pablo Lima lo bajó. Intentó marcarle la cancha, amedrentarlo, pero no solo no lo logró, sino que el volante fue desnivelante e imparable para un mediocampo que hacía agua al igual que el propio Lima a quien le dieron una nueva oportunidad de mostrarse y volvió a fallar.

Esta vez no hizo falta sacar del Centenario a Peñarol para que perdiera puntos. Por algo Arias pidió para jugar allí ya que su cancha estaba impresentable. Sabía que moviendo bien las piezas, jugando un fútbol fluido y veloz, con precisión en velocidad y desmarque continuo, podía hacer un daño irreparable en este Peñarol que sigue perdiendo terreno.

Porque además, hubo otros futbolistas a quienes Fossati le volvió a dar una nueva oportunidad como a Lima, y también quedaron en el debe. Entre ellos, Alejandro Silva –sorprende el bajísimo rendimiento que sigue mostrando–, Orteman y Hernán Novick.

Además, cuando el Japo Rodríguez no anda, Peñarol no es Peñarol. Y el sábado no anduvo. Entonces la pelota le llegaba en cuentagotas a Zalayeta quien era notablemente marcado por una zaga central de Emiliano Díaz y Gastón Bueno que no lo dejó mover.

El 1-0 de Riolfo a los 27’ le dio más aire a Wanderers y lo llenó de responsabilidad al grande. La única que tuvo en todo el primer tiempo fue un cabezazo de Orteman que Cristóforo contuvo muy bien. Pero nada más.

El ingreso de Estoyanoff a pocos minutos de iniciado el complemento, abrió la cancha y le dio otro dibujo al ataque mirasol. Sus desbordes volvieron a crear peligro como sucedió en los últimos compromisos. Y así llegó el empate tras un pase suyo que Píriz empujó a la red. No lo merecía Peñarol, pero así es el fútbol.

Y si en el partido ante Deportivo Cali Pablo Migliore atajó para un 10, el sábado –por más que salvó algunos goles– se equivocó feo casi enseguida del empate y ese fue el yunque que le cayó de arriba a todo el equipo. Peñarol sintió ese 2-1 como un cimbronazo del que no se pudo levantar más.

Fossati ya había apelado a Juan Manuel Olivera –otra vez, totalmente intrascendente– y tras el segundo bohemio apostó a Pacheco. Así llegaron un par de jugadas de gol: una que le sacaron en la raya a Estoyanoff y un cabezazo de Pacheco que se perdió el gol de manera poco creíble.

Pero Wanderers de contra tuvo dos más –la primera, por un nuevo error de Lima– y en ambas Migliore salvó el tercero.

Fue casi una despedida amarga para Peñarol. No encontró su juego ni la actitud necesaria. Wanderers le ganó con sus mejores armas y lo dejó tambaleando.

WANDERERS 2
Federico Cristóforo 6
Alex Silva 5
Emiliano Díaz 7
Gastón Bueno 6
Maximiliano Olivera 5
Adrián Colombino 5
Nicolás Freitas 6
Nicolás Albarracín 6
Diego Riolfo 8
Sebastián Gularte 5
Gastón Rodríguez 6
DT Alfredo Arias

PEÑAROL 1
Pablo Migliore 4
Carlos Valdez 5
Gonzalo Viera 5
Damián Macaluso 4
Alejandro Silva 4
Sebastián Píriz 6
Sergio Orteman 3
Pablo Lima 3
Jorge Rodríguez 4
Hernán Novick 4
Marcelo Zalayeta 4
DT Jorge Fossati

CAMBIOS en WANDERERS: 68’ Martín Rivas (5) x Riolfo, 71’ Leandro Paiva (5) x Gularte y 77’ Kevin Ramírez x Albarracín
CAMBIOS EN PEÑAROL: 53’ Fabián Estoyanoff (5) x Jorge Rodríguez, 62’ Juan Manuel Olivera (3) x Valdez y 70’ Antonio Pacheco (4) x H. Novick
CANCHA: Estadio Centenario JUEZ: D. Rodríguez (4)
GOLES: 27’ Riolfo (W), 65’ Píriz (P) y 67’ Albarracín (W)
TARJETAS AMARILLAS: Colombino (W) y Lima, A. Silva, H. Novick, Estoyanoff, Macaluso y J. M. Olivera (P)

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