Rada homenajea a su madre y en el rap local suenan nuevas rimas: seis discos uruguayos para descubrir

Doméstico – Varios artistas

Allá por marzo del 2020, cuando esto de la pandemia era nuevo y el mandato social era el de quedarse encerrado en casa por algunas semanas, un grupo de músicos uruguayos y algunos argentinos se nuclearon en el colectivo Toca Quedarse, para presentar cada semana versiones propias de canciones ajenas grabadas de forma doméstica. Versiones despojadas, de entrecasa, de las que ahora algunas se pueden escuchar en este disco. Garo Arakelian, Romina Peluffo, Lucía Severino y la banda La Foca son algunos de los que participan en este compilado, en el que los artistas logran darle, dentro de la consciente escasez de recursos, un toque de calidez y de estilo propio (lo más difícil al hacer una versión) a estas composiciones ajenas, que van desde temas de bandas de culto montevideanas hasta canciones archiconocidas como Yo vengo a ofrecer mi corazón, de Fito Páez, versionada por Azael Gómez Sáez de la banda La Mujer pájaro, uno de los puntos altos del disco.

El silencio del agua – Traverso

Por suerte ya hace algunos años en Uruguay se le perdió el miedo a hacer música pop pura y dura. Y bastante pop hay en este disco (aunque con una firme impronta indie) lleno de canciones bailables y melodías luminosas con las que Diego Traverso (exvocalista y guitarrista de la disuelta banda Santé les amis, e integrante del dúo Los Bosques) firma su carta de presentación como solista. Y lo hace en un sentido bastante estricto, ya que fue el encargado de la composición de las diez canciones y de la interpretación de casi todos los instrumentos que suenan en este álbum, repleto de guitarras y pulsos electrónicos que invitan a mover los pies, pero también a prestar cuidadosa atención a lo que sale de los parlantes. Un disco de aires nocturnos y veraniegos, hecho con canciones sólidas, entre las que se destacan Dónde voy, la hipnótica canción que da nombre al disco y Secretos.

Amigovio – Amigovio

Un viejo amor de verano. Una melancolía nostálgica. Una ciudad decadente. Esos son algunos de los panoramas y sensaciones de este disco, responsabilidad del músico Flavio Lira, exintegrante de Carmen Sandiego, que tiene con este el debut de su nuevo proyecto solista. Un disco de canciones pop, de espíritu sombrío pero en las que también hay amor y sensibilidad, aunque muchas veces ese amor esté pasado por un filtro de amargura y una sensación de imposibilidad. Los sintetizadores hipnóticos, un aura de balneario fuera de temporada y cinematográfica que sobrevuela todas las letras, y canciones como En la bicicleta y Los dos Colbys, que invitan a bailar para descargar tristezas y procesar dolores más o menos viejos.

Primera, segunda y tercera isla – Samantha Navarro

El nuevo disco de la cantautora no tuvo un lanzamiento a la usanza, sino que realizó un ejercicio que consistió en lanzar tres EPs, de tres canciones cada uno, unidas temáticamente y lanzadas en orden inverso al que fueron producidas, es decir, las más nuevas fueron las primeras en estrenarse.

Con los nombres Primera, Segunda y Tercera Isla, Navarro completó un trabajo en el que plantea distintas versiones, desde una más pop, como la que se escucha en Pulso Redentor (que tiene un ritmo casi reguetonero que no desentonaría entre los hits radiales recientes y una referencia directa a Ricky Martin) y la luminosa Centeno, mientras que en otros momentos de este recorrido isleño muestra una faceta más íntima y sensible, como en Bowie, donde la voz amenaza con quebrarse. Una demostración de rango vocal, musical y compositivo de Navarro, que a pesar de estar separado en partes, logra la sensación de unidad generada por este recorrido con paisajes cambiantes.

As noites do Rio/Aerolineas Candombe – Rubén Rada

Rada no para. A los 77 años, este ícono de la música uruguaya sigue sacando discos con una frecuencia pasmosa, colaborando con otros artistas y explorando nuevos rincones de la música, como este nuevo álbum que funciona como una visita a los ritmos tradicionales de Brasil, y también como un homenaje a su madre, Carmen Silva, nacida en ese país y que ilustra la portada con una foto en la que aparece junto a su hijo cuando este era niño. Rada se pone a cantar en portugués (aunque las letras fueron escritas por Ronaldo Bastos, responsable de textos cantados por figuras como Milton Nascimento y Elis Regina), y se despacha con canciones más festivas en la que la samba se mezcla con el candombe y el tango, y otras delicadas como A menina do chapéu azul. Un disco cargado de dulzura, y una prueba más de que Rada puede hacer cualquier cosa, y que su repertorio tiene siempre alguna faceta por descubrir.

Índigo – Hache Souza y BNT

Leandro “Hache” Souza es una de las voces clave del hip hop uruguayo. Autor del genial Primavera en la Antártida y una de las voces del grupo Los Buenos Modales, el rapero estrenó en marzo Índigo, una colección de siete canciones en las que, sobre los beats de Agustín Benenati (BNT) navega con comodidad las aguas del trap, con la excepción del cierre del álbum, Jurassic Park, en la que lo hace sobre un ritmo más noventero. Un disco lleno de frescura y energía, que corrobora que Souza es uno de los mejores letristas del rap local: preciso, fluido y lleno de ideas, con letras que se pueden volver a escuchar para encontrarles el detalle que no se descubrió en la primera. Modo avión es el hit indiscutido de este trabajo, en el que también destacan Bang, Bang, Monet y Piola Vago.